Se llama Emerald Evgeniya, pero en su uniforme militar pone Juana de Arco. Este ha sido el apodo elegido por una francotiradora ucraniana para cuando está de servicio. Desde febrero ha trabajado en el frente de batalla, pero ahora ha tenido que alejarse por estar embarazada.
Aún así sigue de cerca los avances de la guerra y ha creado una organización junto a otra compañera Senya, a la que conoció por Instagram, para ayudar a equipar otras mujeres en el campo de batalla.
Al principio de la guerra, que cumple este sábado 255 días, en el ejército ucraniano había alrededor de 25.000 mujeres, pero hoy son más de 57.000 y, según la soldado, tienen necesidades diferentes a las de los hombres. "Cuando todo empezó les dieron uniformes a los hombres. Las mujeres no teníamos uniformes para nosotras y me dieron uno de hombre que era tres tallas más grande que la mía. Para mí era muy difícil combatir así", cuenta Emerald.
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Chalecos adaptados y productos de higiene femenina para el frente
Además de no contar con uniformes adaptado a su talla y estatura, también se dieron cuenta de que tenían problemas con los chalecos antibalas y que escaseaban los productos como los de higiene femenina e incluso medicamentos como pastillas para el dolor menstrual.
"Mujeres y hombres son completamente diferentes. Las mujeres tienen su propia fisiología y anatomía. Los uniformes de hombre no sirven para las mujeres porque tenemos caderas más anchas, cinturas más estrechas y las placas de los chalecos deben ser más ligeras porque las espaldas de las mujeres no son tan fuertes", considera Senya.
Ambas están de acuerdo en que mujeres y hombres tienen el mismo valor y son iguales en el frente, simplemente dicen, que, como todos, necesitan contar con un equipamento adecuado para poder hacer su trabajo.
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Continúa la tensión en Jersón y la ofensiva rusa en Donetsk
Al sur de Ucrania, en la ocupada Jersón, las fuerzas rusas estarían estableciendo las condiciones para una retirada controlada ante la desconfianza de Kiev que considera que podría tratarse de una emboscada. Este sábado Ucrania ha asegurado, además, que los prorrusos están buscando a aquellas personas que se niegan a evacuar la ciudad de Jersón, en unos traslados que Kiev ha calificado, en otras ocasiones, como forzados.
Rusia sigue reclutando soldados y desde este sábado puede movilizar a presos que tienen una condena pendiente por cometer delitos graves. La inteligencia británica asegura que las nuevas incorporaciones rusas cuentan con un entrenamiento mínimo o incluso ninguna formación. Mientras el líder ruso, Vladimir Putin, ha dicho que Polonia quiere apoderarse de territorios ucranianos, algo que niengan las autoridades polacas.
El mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, por su parte, ha dicho que están listos para "una paz justa" y considera falso que Moscú esté preparado para negociar el fin de la guerra. Ha asegurado, además, que Putin miente sobre el número real de bajas. "El ejército ruso ha gastado tantas vidas de su gente y municipios como no gastó en las dos guerras de Chechenia", ha asegurado.
Estas palabras las ha pronunciado después de recibir en Kiev al asesor de la Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, que ha señalado que Ucrania necesita defensa antiaéreas y ha prometido que Estados Unidos seguirá prestando ayuda económica, militar y humanitaria. También han prometido apoyar a Ucrania los ministros de Exteriores del G7 reunidos en Alemania, que han anunciado la creación de un mecanismo para reconstruir la infraestructura energética del país.