El puente de Kerch, un elemento clave que une a Rusia con la península de Crimea, ha sufrido este sábado una explosión que ha dañado gran parte de su estructura y ha dejado al menos tres muertos. Rusia está ahora centrada en repararlo y este domingo lo ha reabierto de forma parcial.
Pero, ¿cuál es la importancia de esta infraestructura para Rusia? Se trata de un símbolo del poder de Putin sobre Ucrania, ya que mantiene una conexión física de la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, con el resto del territorio ruso.
Con 19 kilómetros de longitud, es el puente más largo de Europa y un enclave con un importante valor estratégico para Rusia, sobre todo en un contexto bélico como es el actual.
Valor político y estratégico que se remonta a la anexión de Crimea
En primer lugar, tiene un valor político. Rusia anexionó Crimea en 2014 a través de un referéndum en la península que no fue reconocido ni por Ucrania ni por la comunidad internacional. En este proceso, el puente de Kerch es el símbolo físico de esta unión, en la que también se añadían el territorio autónomo de Sebastopol y la ciudad de Simferópol, que se estableció como capital de este territorio.
Ucrania siempre rechazó esta anexión y el entonces presidente interino ucraniano, Alexandr Turchínov, aseguró que "Ucrania nunca se resignará a aceptar la ocupación de su territorio y hará todo lo posible para su liberación".
Precisamente por este conflicto entre ambos países, este puente es también importante enclave estratégico, ya que Crimea limita por el norte con Ucrania y no está reconocida a nivel internacional como territorio ruso.
Esta infraestructura atraviesa el estrecho de Kerch y es considerado el puente más largo de Europa, con 19 kilómetros de recorrido en total. Se inauguró totalmente en 2019 por el presidente ruso, Vladímir Putin, cinco años después de la anexión de Crimea y con el objetivo de no dejar esta península sola y aislada del resto de Rusia.
Camiones y trenes: ¿cómo es el puente?
El puente, realizado con ingeniería rusa, incluye cuatro carriles para vehículos, dos para cada sentido, y dos vías de tren, también de doble sentido. Atraviesa el estrecho que también lleva su nombre, y que tiene entre 4,5 y 15 kilómetros de ancho y une los mares Negro y Azov.
Putin inauguró primero el tramo automovilístico en 2018 subido a un camión y, desde entonces, lo han estado usando el resto de conductores. En 2019 ya inauguró la parte ferroviaria, esta vez subido a un tren, completándose el proyecto y uniendo Rusia con Crimea y con una estimación de que 14 millones de usuarios lo utilizaran en ese año.
Por este puente, calificado como "grandioso" por el presidente ruso, se mueve mercancía en coches, camiones y trenes para mantener el aprovisionamiento de la península. Además, también cuenta con el 'Tavria' (llamado así por el antiguo nombre de Crimea), un tren de alta velocidad que enlaza Sebastopol con San Petersburgo de forma permanente.
Un vehículo atraviesa el puente de Kerch en mayo de 2018. Alexander NEMENOV / POOL / AFP
El proyecto costó unos 3.500 millones de dólares en su momento y fue construida por la compañía del empresario Arkadi Rottenberg, amigo de Putin.
Esta infraestructura, sin embargo, siempre ha sido condenada por Ucrania y la comunidad internacional, que sigue considerando a Crimea como territorio ucraniano. De hecho, el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, afirmó en 2019 que el tramo de ferrocarril que une a Rusia con Crimea constituye "otra violación de la soberanía e integridad territorial" de Ucrania por parte de Moscú.
Rusia estima daños de hasta ocho millones de dólares por la explosión
Debido a la explosión de este sábado, la Unión de Aseguradoras de Rusia ha valorado el daño causado en el puente entre 200 y 500 millones de rublos, es decir, entre 3,2 millones y 8,1 millones de dólares, tal y como ha informado la agencia RIA Nóvosti.
Según las informaciones preliminares, ha estallado un camión en el tramo automovilístico del puente, en el lado de la península de Tamán, lo que ha provocado el incendio de siete tanques de combustible en un tren que se dirigía a la península de Crimea. Como resultado, dos de los tramos automovilísticos han quedado parcialmente derrumbados.