La muerte de la reina de Inglaterra Isabel IIel 8 de septiembre dio inicio a un minucioso plan elaborado al dedillo: un protocolo que comenzó a gestarse en la década de los 60 y que ha puesto en marcha la llamada Operación Unicornio. Un plan de contingencia previsto por si la reina moría en Escocia, como finalmente sucedió, para llevar su cuerpo a Londres.
Bajo el nombre en clave ‘Operation London Bridge’ (Operación Puente de Londres), el operativo recoge los pasos a seguir en los 10 días posteriores al fallecimiento de la reina más longeva de la historia del país, hasta el funeral de Estado, que se celebrará a las 11:00 hora local (10:00 GMT) en la Abadía de Westminster.
El día de muerte, en el que se pronuncia la frase "el puente de Londres ha caído", es que se denomina en los documentos como 'Día D', mientras que las jornadas siguientes se mencionan como 'D+1', 'D+2', y así sucesivamente.
Los documentos incluyen incluso un guion con los pasos a seguir por los secretarios permanentes de los distintos departamentos para informar a sus ministros. Indica igualmente el mensaje exacto a transmitir: "Acabamos de ser informados de la muerte de Su Majestad la Reina". Pidiendo, a continuación, discreción.
'Día D': cascada de llamadas y mensajes
La noticia de la muerte de la reina pasó por distintos altos cargos británicos antes de ser conocida por el resto de la población. Según The Guardian, transmitió como noticia de última hora a la Asociación de la Prensa y al resto de medios de comunicación del mundo.
En las horas posteriores al fallecimiento de Isabel II dio comienzo una “cascada de llamadas” en las que se informó a la primera ministra británica, al secretario del gabinete (funcionario de más alto rango de Gran Bretaña) y a varios ministros y funcionarios de alto rango.
El secretario privado de la monarca fue el encargado de informar al primer ministro y a la Oficina del Consejo Privado, el cuerpo de asesores de la soberana. La Casa Real, por su parte, emitió un comunicado oficial en Twitter para hacer conocedores de la noticia a los ciudadanos.
El protocolo especificaba las palabras que debían usar el correo electrónico que envió el secretario del gabinete a ministros y altos funcionarios. Al recibir este correo electrónico, las banderas de Whitehall, en el área londinense de Westminster, bajaron a media asta. El objetivo era que esto se completase en no más de 10 minutos.
Asimismo, el plan establecía el aplazamiento de la sesión del Parlamento del Reino Unido y las legislaturas descentralizadas en Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
La de la primera ministra, Liz Truss, fue la primera declaración por parte de un miembro del Gobierno. El Ministerio de Defensa se encargó de organizar saludos con armas en todas las estaciones y se declaró un minuto de silencio a nivel nacional.
Al dar la noticia de la muerte de la reina, la página web de la Casa Real se transformó en un fondo negro con una breve declaración que anuncia la muerte de la monarca. El portal online del gobierno británico, por su parte, mostró un cartel negro en su parte posterior. Todos los perfiles en sus redes sociales también cambiaron su imagen por el escudo departamental.
El plan indicaba, además, que no se debía publicar contenido no urgente y prohibía explícitamente los retweets a menos que fueran autorizados por el jefe de comunicaciones del gobierno central.
'Día D+1': Carlos regresa a Londres y se dirige a la nación
Carlos III y su esposa, la ya reina consorte Camilla, viajaron hacia Londres, donde el nuevo rey se reunió con la primera ministra, Liz Truss, y con el conde mariscal, Edward Fitzalan-Howard, la persona encargada de preparar la proclamación y el funeral, a fin de aprobar el calendario para los próximos días.
A su llegada a Buckingham Palace, Carlos fue recibido con vítores, aplausos y cánticos de "Dios salve al rey" y el monarca saludó a la multitud que se agolpa en los alrededores del palacio.
El país entero guardó un minuto de silencio al mediodía y las banderas de la Union Jack ondearonn a media asta en los edificios de la monarquia. Además, se estableció un período de luto hasta el funeral de la reina, previsto inicialmente para el 19 de septiembre.
La Abadía de Westminster, la Catedral de Saint Paul y el Castillo de Windsor, en Londres, hicieron tañir sus campanas al unísono a las 12.00 GMT al tiempo que se ha disparó una salva de 96 cañones -los años que tenía la monarca- en Hyde Park y en otros enclaves de la capital.
Por la tarde, Carlos III se dirigió a la nación por primera vez en un discurso televisado, en el que rindió tributo a su madre y se comprometió a ejercer sus funciones como nuevo soberano del país. "Os serviré con respeto, lealtad y amor", aseguró.
Además de estos actos, las dos Cámaras del Parlamento británico, Comunes (Baja) y Lores (Alta), rindieron tributo a la soberana en una sesión a mediodía, al tiempo que la jefa del Ejecutivo y otros altos cargos del Gobierno asistieron a un servicio público de recuerdo en la Catedral de Saint Paul, en el centro de Londres.
Al inaugurar los tributos de los políticos, la primera ministra, Liz Truss, declaró que Isabel II "fue una de los más grandes líderes que el mundo ha conocido" y aseguró que "reinventó la monarquía" para adecuarla a la modernidad.
'Día D+2': proclamación del nuevo rey
El Consejo de Ascensión, un grupo de dignatarios del que forman parte las figuras más relevantes del gobierno, se reunió en el Palacio de Saint James en Londres y proclamó a Carlos como nuevo soberano.
La sesión, a la que han asistieron miembros del Consejo Privado, estuvo dividida en dos partes. En la primera, la presidenta del Consejo de Ascensión, Penny Mordaunt, anunció la muerte de la reina y ploclamó a su sucesor, tras lo cual el Consejo Privado pasó al Salón del Trono, donde el rey prestó su juramento y firmó dos copias del documento que lo certifica.
Luego, Carlos III pronunció un breve discurso en el que ha aseguró que se esforzará en "seguir el ejemplo inspirador" de Isabel II, cuyo reinado, ha dicho, fue "inigualable en su duración, su dedicación y su devoción".
Posteriormente, Rey de Armas de la Jarretera, precedido de una fanfarria de trompetas, leyó el texto de la proclamación desde el balcón del Palacio de Saint James.
Además, el Parlamento se reunió para acordar un mensaje de condolencia y jurar lealtad al nuevo rey. Todos los demás asuntos parlamentarios se suspenden durante 10 días.
Después, el primer ministro y el Gabinete han celebrado una audiencia con el nuevo rey a la que podrán asistir los ministros sin sus cónyuges.
'Día D+3': traslado del féretro al Palacio de Holyrood
Este domingo, el féretro con los restos mortales de la reina ha sido trasladado a Edimburgo, donde reposará en el Salón del Trono del Palacio de Holyrood, residencia oficial de la monarca en la capital escocesa.
El ataúd de la reina, cubierto con el estandarte real de Escocia, ha partido en coche a las 10:07 hora local (09:07 GMT) desde el castillo de Balmoral realizando un largo trayecto de de 200 kilómetros y unas seis horas de duración que ha atravesado localidades como Bataller, Aberdeen y Dundee.
Los parlamentos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte han proclamado su adhesión al nuevo monarca.
'Día D+4': Carlos de Inglaterra inicia un tour por el Reino Unido
El cuerpo de la reina ha sido trasladado en procesión a la Catedral de St. Giles, situada en la Royal Mile de Edimburgo. El rey Carlos III y los miembros de la Familia Real han participado en la procesión y en un servicio religioso en la catedral para recibir el féretro, que se ha quedado allí en capilla ardiente para que los escoceses puedieran despedirse de la soberana.
Las dos cámaras del Parlamento de Londres se han reunido en la Gran Sala del Palacio de Westminster para rendir homenaje al soberano y presentar la moción de condolencia por la muerte de su madre.
Luego, el monarca ha embarcado en un tour por Reino Unido, empezando en Escocia y continuando por Gales e Irlanda del norte.
'Día D+5': el cuerpo de la reina llega a Londres
El martes 13 de septiembre, el féretro ha viajado desde el aeropuerto de Edimburgo en un avión del Ejército del Aire (RAF) hasta al aeródromo de Northolt, al oeste de Londres, acompañado por la princesa Ana, hija de Isabel II, y de allí al Palacio de Buckingham en coche.
Este día también ha tenido lugar un ensayo para la llamada 'operación León': la procesión del ataúd de la reina desde el Palacio de Buckingham hasta el Palacio de Westminster.
Mientras, el rey Carlos ha visitado Irlanda del Norte, donde ha recibido otra moción de condolencia en el castillo de Hillsborough y ha atendido al servicio de la Catedral de Santa Ana en Belfast.
'Día D+6': el ataúd de la reina se trasladará hasta Westminster
En el 'Día D+6', se hapuesto en marcha la 'operación León' y el ataúd de la reina ha sido transportado desde el Palacio de Buckingham hasta Westminster en una carroza de la Artillería Real a través de una ruta ceremonial por Londres.
Al llegar, ha habido un servicio memorial en la Gran Sala del Palacio de Westminster con todos los miembros de la Familia Real presentes, que también han acompañado la procesión ceremonial por detrás de la carroza.
'Día D+7': comienza la 'operación pluma'
La reina descansará en el Palacio de Westminster durante cuatro o cinco días. Su féretro se situa en el centro del Westminster Hall, en una caja elevada conocida como catafalco cubierto de púrpura, que está abierto al público durante 24 horas al día. Miles de personas acuden para presentar sus respetos a la reina.
Los invitados considerados como VIP pueden conseguir entradas para tener una franja horaria para visitar el ataúd y se ha abierto también un libro online donde los usuarios pueden expresar sus condolencias.
'Día D+10': Día Nacional de Luto
El 19 de septiembre, décimo día después de la muerte de la reina será proclamado Día Nacional de Luto y la Abadía de Westminster acogerá un funeral de Estado. Será a las 11:00 hora local (10:00 GMT), segúh ha confirmado la Casa Real británica.
El féretro se desplazará en procesión los pocos metros entre Westminster Hall y la abadía para las exequias, al término de lo cual será llevado al Arco de Wellington y de allí a la capilla de Saint George en el castillo de Windsor, en las afueras de Londres, a través del camino conocido como el Long Walk ("Largo Paseo"). En ese lugar tendrá lugar un último servicio religioso antes de que lsabel II reciba sepultura.
El ataúd de la reina descansará finalmente en el Castillo de Windsor, junto al del rey Jorge VI, en la VI Capilla Memorial. Su retrato, además, colgará con un lazo negro en todos los ayuntamientos durante un mes antes de ser sustituido por otro del nuevo rey.
A mediodía, el país tendrá dos minutos de silencio para recordar su reinado. Saldrán igualmente dos procesiones, una en Londres y otra en Windsor.