La reina Isabel II celebra esta semana su Jubileo de Platino. Su largo reinado la convierte en la primera monarca británica en celebrar esta cifra, aunque el récord ya lo superó en 2015, año en que se consolidó como la soberana que más tiempo ha permanecido en el trono de su país, superando a su tatarabuela, la reina Victoria. A nivel internacional solo la supera el rey Luis XIV, con sus 72 años al frente de Francia.
Cuando murió su padre, el rey Jorge VI, la entonces conocida como Lilibeth dejó a un lado ese cariñoso apodo para convertirse en Isabel II de Reino Unido, soberana en los quince Estados que forman parte de la Commonwealth. Tenía 25 años y hacía solo seis que se había casado con su difunto marido, el Duque de Edimburgo.
Por delante le esperaban siete décadas de reinado en las que se convertiría en un símbolo, mientras el mundo se transformaba a su alrededor y era testigo de importantes cambios políticos y sociales. Estas son algunas de los hechos y curiosidades que han marcado su reinado.
Un cumpleaños, dos celebraciones
Isabel II llegaba al mundo un 21 de abril de 1926. Sin embargo, la monarca disfruta hoy en día de dos celebraciones a distintos niveles. La fecha de su nacimiento la reserva para una reunión privada con sus allegados. En su último aniversario, hace apenas dos meses, lo hizo en la finca de Sandringham, en el este de Inglaterra.
La celebración pública, por el contrario, se organiza por todo lo alto el segundo sábado de junio. Esta tradición de duplicar el cumpleaños de los monarcas dio comienzo con el rey Jorge II, allá por 1748. Nacido en pleno noviembre, Jorge II prefería una celebración acompañada de un clima más cálido para poder organizar eventos al aire libre.
El por entonces monarca hizo coincidir dicha celebración con la ceremonia conocida como Trooping of the Colour, el desfile que sigue organizándose en la actualidad en el que participan los regimientos del Ejército británico y de otros países de la Commonwealth.
De la mano de las nuevas tecnologías desde su coronación
El febrero de 1952 un cáncer de pulmón causó el fallecimiento de Jorge VI. Un año después, cuando su hija Isabel II ya había cumplido los 27, la abadía de Westminster, en pleno corazón de Londres, acogió una coronación histórica. La razón de la espera fue el luto impuesto tras la muerte del monarca.
La de la actual reina fue la primera ceremonia de coronación televisada en la historia del Reino Unido. Se emitió en directo en la BBC, convirtiéndose en todo un hito que mantuvo a 27 millones de espectadores pendientes de una pantalla que mostraba por vez primera un acontecimiento de tal calibre, que llegaba tras 14 meses de preparativos. En el evento hubo más de 2.000 periodistas y 500 fotógrafos de 92 países.
Desde entonces, las cámaras han retratado los grandes momentos de la vida de Isabel II y su contacto con las nuevas tecnologías ha ido más allá de la pantalla del televisor. A los 50 años, en 1976, su Majestad mandó su primer correo electrónico; en 1997 estrenó la página web oficial de la monarquía británica; y en 2007 se inauguró su canal de YouTube, al que le siguieron perfiles en Twitter, Flick, Facebook o Instagram.
En los últimos años, además, ha incorporado a su agenda las videollamadas a través de Zoom, utilizadas a menudo para cumplir con sus deberes constitucionales.
Una jefa de Estado, 14 primeros ministros
Desde su trono, la monarca ha sido testigo de cómo el número 10 de Downing Street cambiaba de inquilino hasta en 14 ocasiones. De Winston Churchill, que a sus 78 años vio a la joven reina llegar al trono, hasta el actual primer ministro, Boris Johnson.
Entretanto, el poder político del Reino Unido ha pasado por manos como las de Harold Wilson, James Callaghan, Margaret Thatcher o Tony Blair, el primero de los primeros ministros que nació cuando Isabel II ya se había convertido en reina.
Su relación con todos ellos ha sido muy diferente. Desde la admiración que despertó en Churchill, pasando por sus diferencias con la Dama de Hierro, hasta el turbulento gobierno de Boris Johnson, defensor de aspectos opuestos a los valores de la reina, como el nacionalismo, la confrontación y la ruptura. Sin embargo, Isabel II, no se ha pronunciado, ni siquiera, sobre el polémico Brexit, del que tan solo pidió "respetar los diferentes puntos de vista".
Una monarca sin carnet ni pasaporte
En Reino Unido, los pasaportes y permisos de conducir se emiten a nombre de la Reina, y solo a ella se le exime de la obligación de tener ninguno de los dos documentos. Eso no significa que Isabel II no conduzca, la monarca sabe hacerlo y se ha dejado ver al volante en múltiples ocasiones.
La reina se unió al Servicio Territorial Auxiliar en 1945, convirtiéndose en la primera mujer de la Familia Real en unirse a las Fuerzas Armadas como miembro activo. Fue en ese periodo, como Subalterna, cuando aprendió a conducir y ha seguido haciéndolo hasta bien entrada la vejez, ya que la última vez que condujo en la vía pública fue en marzo de 2019.
100 países, 11 presidentes estadounidenses y 6 papas
Setenta son muchos años y tratándose de la reina de Inglaterra y sus múltiples compromisos sociales, han dado para mucho. Desde el comienzo de su reinado, ha visitado más de 100 países en los cinco continentes. El más visitado ha sido Canadá, al que ha viajado 22 veces, seguido de Francia, donde ha estado en 13 ocasiones, más que en cualquier otro país de Europa. Sus últimos viajes al extranjero fueron en 2015, cuando visitó Alemania y Malta.
En algunos de sus viajes a Estados Unidos aprovechó para reunirse con presidentes como Gerald Ford o George Bush. También se ha reunido con el resto de los 11 jefes de Estado estadounidenses que han pisado la Casa Blanca durante sus siete décadas, excepto con Johnson, y a la mayoría de ellos los ha recibido en el Palacio de Buckingham.
Asimismo, Isabel II se ha reunido en visitas oficiales con cuatro de los 6 papas que ha habido desde el inicio de su reinado: Juan XXIII, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.
El día que irrumpieron en su dormitorio
La mañana del 9 de julio de 1982, Isabel II encontró a un desconocido en su dormitorio al despertarse. Era Michael Fagan, un intruso que sorteó las múltiples medidas de seguridad sin problema alguno y accedió al Palacio de Buckingham, colándose en la habitación de la reina mientras dormía.
Tras 10 minutos de conversación con la monarca, en los que permaneció sentado en la esquina de su cama, la reina pudo salir de la habitación para avisar a seguridad cuando Fagan le pidió un cigarrillo. El intruso había salido hacía poco del hospital psiquiátrico de Brixton y, de hecho, los cargos contra él fueron retirados tras conocerse un informe psiquiátrico.
Los animales de la reina
De Isabel II es conocida su pasión por los caballos. Su purasangre se han hecho con la victoria en distintas grandes carreras, como el 1000 Guineas Satakes o la St. Leger. Pero si hay un animal que se ha convertido en uno de los símbolos de la corona y, en concreto, de su reinado, ha sido el Corgi, una raza de perro nativa de Gran Bretaña que ha acompañado a la monarca en sus siete décadas en el trono.
Su Majestad ha tenido más de 30 Corgis y Dorgis, una nueva raza cuya creación se le atribuye al haber apareado a una de sus míticas mascotas con un Dachshund (perro salchicha). La mayoría de ellos descendería de su primera mascota, Susan, su regalo en su dieciocho cumpleaños, en 1944.
Además, en setenta años ha recibido regalos de todo tipo, incluida una gran variedad de animales salvajes, como jaguares, perezosos, un elefante y dos castores. Todos ellos trasladados a zoológicos. Por último, un estatuto de 1324 todavía en rigor hace a la reina dueña de todos los delfines y ballenas de aguas británicas, que tienen el título de "peces reales".