Con la muerte de Isabel II y el nombramiento de Carlos III como nuevo rey, Camila Parker Bowles ha pasado a ser la reina consorte de Inglaterra. Su figura siempre ha estado relacionada con el fin del matrimonio entre Carlos y la princesa Diana, conocida como 'Lady Di', y por ello ha tenido que esforzarse para ser aceptada por al pueblo británico.
La nueva reina consorte lleva 17 años casada con Carlos III y la mayoría de los británicos cree que la sociedad ya la ve con buenos ojos y confía en que hará un buen trabajo en su nuevo puesto, aunque muchos opinan que el deseo de todo el mundo habría sido que Diana, quien falleció hace 25 años en un accidente de tráfico en París, hubiera llegado a ser la reina.
“La gente quería mucho a Diana, pero creo que ese momento ya ha pasado y que se han dado cuenta de que realmente Camila es una buena persona”, afirma a RTVE.es Abigail, quien ha viajado a Londres desde Surrey para ofrecer sus respetos a Isabel II.
Por su parte, John, una de las miles de personas que han llegado al Green Park de Londres junto al Palacio de Buckingham para dejar flores a la reina, opina que “todo lo que pasó antes es historia”. “Lo que pasó con Diana fue algo muy grande cuando ocurrió, pero la mayoría de la gente creo que lo ha superado”, subraya.
De ser “la otra mujer” a reina consorte
Carlos y Diana se separaron en 1992 y su divorcio se hizo oficial cuatro años después. La princesa de Gales llegó a culpar a Camila por arruinar su matrimonio y durante años fue comparada con la amada 'Lady Di'. En una entrevista televisiva de 1995, Diana aseguró que en su matrimonio “éramos tres personas” y, desde la ruptura histórica de Carlos y Diana, Camila se convirtió en “la otra mujer”.
Tras la muerte de Diana, los empleados de la familia real encargados de limpiar la imagen de la casa real británica empañada por diferentes escándalos, comenzaron a trabajar para integrar a Camila y darle un papel más público. Su primera aparición pública como pareja de Carlos fue en 1995 y 10 años después la pareja decidió casarse. Desde entonces, la visión de los británicos sobre Camila ha cambiado, una tarea que ella misma ha admitido que no ha sido nada fácil.
“Camila ha sido un gran apoyo para Carlos en los últimos años y creo que la gente en este país por fin la ha aceptado, aunque al principio había incertidumbre sobre ella y su relación con Carlos”, opina Raige, un anciano que ha ido con su mujer al Palacio de Buckingham para ver cómo cientos de personas rinden homenaje a Isabel II. “En el momento de la muerte de Diana había mucha gente y en algún punto llegó a culpar a Camila por la relación que tenía con Carlos, pero han pasado 17 años desde que se casaron. Como decimos los británicos, el tiempo es un gran sanador”, asegura.
Monica, una mujer de 46 años que vive en el norte de Londres, se considera una “fan” de Camila. “Me gusta mucho porque parece muy cariñosa, accesible y buena persona”, confiesa tímida. “Camila fue vista como una villana, como la otra mujer, pero eso ha cambiado. Siempre ha sido muy discreta, no ha hablado fuera de tono en ningún momento. Es respetada y creo que, al final, todos la hemos acogido”, indica.
“ "Camila fue vista como una villana, como la otra mujer, pero eso ha cambiado"“
En la misma línea, Kaya, quien ha llegado al Palacio de Buckingham con dos cuadros con los retratos de Carlos III e Isabel II dibujados por él para que la gente se haga fotos con ellos, opina que “la prensa ha hablado siempre muy mal de Camila”, pero cree que “ahora las cosas han cambiado y será respetada”. “Si respetas al rey, tienes que respetar a la reina consorte”, puntualiza.
Sin embargo, parece que Camila nunca se ha ganado por completo el afecto del público. Según una encuesta de YouGov, la nueva reina consorte tiene un índice de aprobación del 40% y en mayo de 2022, solo el 20% de los encuestados apoyaba que Camila fuera reina.
Sarah ha venido con su marido y sus dos hijos con una gran bandera de Reino Unido y mientras la prensa fotografía a sus hijos explica que, “debido a la princesa Diana, nadie ha terminado de ver con buenos ojos a Camila”. “Todo el mundo amaba a Diana y esa tragedia creo que nunca se ha superado del todo. No conozco mucho a Camila, pero para nosotros tenemos un nuevo rey. Ella está en segundo plano”, añade.
Diana, “víctima” del amor entre Carlos y Camila
Si las normas de la familia real británica se hubieran modernizado antes, cuando Carlos conoció a Camila, y se hubiera aceptado la posibilidad de que el heredero al trono se casara con un “plebeyo” en lugar de con alguien de la realeza o de una familia aristocrática, las cosas podrían haber sido muy diferentes.
Carlos y Camila se conocieron a principios de la década de 1970 y muchos biógrafos aseguran que el ahora rey de Inglaterra se enamoró de ella al instante. Con poco más de 20 años, Carlos estuvo en el extranjero durante ocho meses y mientras estaba fuera, Camila se casó con su primer marido, Andrew Parker Bowles, con quien tuvo dos hijos.
En 1981, Carlos conoció a Diana Spencer, una joven de familia aristocrática, y le propuso matrimonio, mientras Camila seguía formando parte de su vida, ya que se movían en los mismos círculos sociales. Camila se divorció en 1995, mientras que Carlos y Diana lo hicieron en 1996. Finalmente, Carlos y Camila se casaron en 2005.
“Es una pena que no dejaran que Carlos se casara con Camila porque realmente debería haberlo hecho. Son los amores de la vida del uno y el otro. Diana fue una enorme víctima de todo esto”, señala Monica con tono triste. “Ahora tienen 70 años y creo que se merecen la oportunidad de ser felices”, añade.
Nigel vive en Gatwick y ha venido a Londres porque su hija, que acaba de tener un bebé, le pidió que dejara flores a la reina de su parte. “Carlos debería haberse casado con Camila antes de casarse con Diana. Creo que le obligaron a hacerlo. Nunca pareció sentirse cómodo”, afirma. “Estoy seguro de que todo el mundo hubiera preferido a Diana como reina, pero eso no podía ser”, lamenta.
“Carlos y Diana ya estaban divorciados cuando Diana falleció y, por muy triste que fuera la muerte de Diana, Camila ha estado apoyando a Carlos durante 17 años”, recalca Michelle, quien ha venido con su hermana a homenajear a Isabel II. “La figura de Diana no se puede reemplazar. Era la princesa del pueblo. Yo misma traje a mi hermana cuando tenía siete años para poner flores en Buckingham Palace cuando Diana murió, pero Camila parece que tiene una buena relación con su marido y que esa relación no es hostil”, añade.
La familia real británica “ha evolucionado”
En Reino Unido durante muchos años hubo un debate sobre si Camila alguna vez sería conocida como reina consorte. La línea oficial había sido que fuera conocida como princesa consorte, en un intento por relajar a aquellos que la culpaban por la ruptura del matrimonio entre Carlos y Diana.
Este año Isabel II aseguró que era su “sincero deseo” que “Camila sea conocida como reina consorte”, una clara muestra de que la mujer de Carlos se había hecho oficialmente un hueco en la familia real.
“La reina aprobó que Camila fuera reina consorte en el Jubileo de Platino, por lo que su nombramiento se ha hecho con la aprobación de Isabel II”, explica Monica, la “fan” de Camila. “Esto demuestra que la familia real se ha dado cuenta de que las cosas han cambiado. La sociedad y la vida han cambiado”, subraya.
“Camila es completamente aceptada por la familia real. Se ha preocupado mucho por proyectos de caridad, ha trabajado de una forma muy discreta y ha jugado muy bien sus cartas. No como Meghan (la mujer del príncipe Enrique)”, puntualiza Raige, mientras su mujer le da un codazo disimulado y le dice en voz baja “no se habla de eso”. “Si quieres tener dos perfiles paralelos de mujeres que se han casado con un miembro de la familia real, ahí los tienes. Camila ha sido impecable en todos los sentidos”, remata.
El príncipe Enrique y su mujer, Meghan Markle –una actriz estadounidense con la que se casó en 2018-, renunciaron en enero de 2020 a sus funciones principales en la familia real y en una entrevista llegaron a acusar a la familia real británica de racismo. Desde entonces, viven en Estados Unidos, aunque con motivo de la muerte de Isabel II han vuelto a Reino Unido para permanecer junto a su familia.
En este sentido, Michelle opina mientras mira a su hermana que “Camila ya es parte de la familia y Meghan es otra historia”. “No creo que sean comparables. Camila ha hecho todas las cosas correctas con la familia real y ha seguido el ejemplo de Isabel II de nunca quejarse ni dar explicaciones, pero Meghan no”, dice entre risas.
Por su parte, Nigel cree que, a diferencia de Meghan, “Kate (la mujer del príncipe Guillermo) y Camila han hecho un gran trabajo y han hecho lo que la familia real esperaba”. “Cuando te unes a la familia real pasas a tener un trabajo de por vida. Si naces en ella, es lo que toca, pero si llegas de nuevas, tienes que adaptarte. No sé qué pasó con Meghan, pero no encajó en la familia real”, asegura.
Han pasado más de 25 años desde que Camila fue la amante del ahora rey Carlos III cuando estaba casado con la princesa Diana. A pesar de que muchos británicos la siguen culpando por su divorcio, la mayoría ha dejado de ver a la nueva reina consorte como “la otra mujer” y cree que hará un buen trabajo apoyando al nuevo rey de Inglaterra.