Los príncipes Guillermo y Enrique, distanciados desde hace más de un año, han salido juntos con sus respectivas esposas, Catalina y Meghan, al exterior del castillo de Windsor, a las afueras de Londres, para saludar a la gente allí congregada para expresar el pésame por la muerte de Isabel II.
Vestidos de riguroso luto, los nuevos príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, y los duques de Sussex, Enrique y Meghan, han mirado las flores, las tarjetas y dibujos de niños depositados ante el castillo de Windsor, antes de acercarse a los súbditos allí reunidos.
Primera aparición pública en más de un año
Esta es la primera vez en más de un año que los dos hermanos, hijos del rey Carlos III y nietos de la reina Isabel II, son vistos juntos, después del escándalo provocado en la familia real por la decisión de los duques de Sussex de apartarse de la monarquía a principios de 2020 para vivir en Estados Unidos y ser financieramente independientes.
En la gran avenida que conduce al castillo y fortaleza de Windsor, que fue la residencia de fin de semana de Isabel II y donde decidió instalarse en el último año, las dos parejas han estado cerca de una hora dando la mano a la gente, hablando y recogiendo los ramos de flores que les entregaban. Después, se subieron a sus respectivos vehículos, que les llevaron de vuelta al castillo.
Sorprendente presencia
En las últimas semanas, los ahora príncipes de Gales se mudaron a una vivienda -Adelaide Cottage- ubicada en los terrenos de Windsor, con el objetivo inicial de estar cerca de Isabel II. Los hijos de Guillermo y Catalina -los príncipes Jorge, Carlota y Luis- también han empezado en un nuevo colegio próximo a la localidad de Ascot, muy cerca del castillo.
La presencia de los duques de Sussex ha sorprendido a la multitud y a los medios, después de que Meghan Markle acusara en una entrevista a la familia real de racismo y dijera que no fue bien tratada tras su boda con el príncipe Enrique. Desde el año pasado, los duques de Sussex viven en California con sus dos hijos pequeños, Archie y Lilibet.
Paralelamente, se ha visto al rey Carlos III dejar en Rolls-Royce el palacio de Buckingham, en la capital, y cómo su vehículo se paraba en medio de la avenida para que pudiera salir a saludar a la multitud.
Ana, Andrés y Eduardo saludan en Balmoral
También otros miembros de la familia real británica han querido agradecer las muestras de cariño de los ciudadanos tras el fallecimiento de Isabel II. Es el caso de los otros tres hijos de la reina, Ana, Andrés y Eduardo, que acompañados de sus familias han saludado a la multitud que se agolpaba a las puertas del castillo de Balmoral, en cuyo interior se encuentra el cadáver de la reina.
Andrés, de 62 años, que se encuentra apartado de sus funciones reales por sus vínculos con el empresario Jeffrey Epstein, ha juntado sus manos en agradecimiento al pueblo británico, que se ha volcado con la familia real tras el fallecimiento de la soberana.