Cuando se cumplen seis meses de guerra en Ucrania, el compromiso internacional de asistencia militar al país invadido continúa, aunque con cierto parón estival. Durante el mes de julio ha disminuido la brecha entre lo prometido y lo entregado, pero el Instituto Kiel para la Economía Mundial lamenta que no haya habido nuevos compromisos significativos por parte de los grandes países europeos.
Entre las últimas entregas se encuentran los lanzamisiles HIMARS desde Estados Unidos. La lista de material que los países occidentales han destinado a Ucrania en los últimos meses es extensa -incluye Javelin y otros misiles antitanques, lanzagranadas, Kalashnikov, drones, chalecos antibalas, visores nocturnos y hasta Jeep 4x4-, sigue creciendo y se ha demostrado fundamental para que la contraofensiva ucraniana siga en marcha cuatro después de la invasión de Rusia.
La herramienta de seguimiento de apoyo a Ucrania del Instituto Kiel recoge información que permite comparar la escala de ayuda comprometida por 40 países occidentales analizados. Entre aquellos que han proporcionado armas y otros recursos para la guerra en Ucrania hasta la fecha, según esta base de datos, el mayor esfuerzo en términos relativos es el realizado por Estonia, que ha dedicado el equivalente a un 0,8% de su Producto Interior Bruto (PIB) a asistir militarmente a Ucrania.
"En dos meses les hemos llevado armas a una velocidad récord. Estados Unidos le ha dado [a Ucrania] diez sistemas antitanque por cada tanque ruso que está en el país", afirmaba el presidente estadounidense, Joe Biden, a finales de abril. El país norteamericano es, con diferencia, el que más asistencia militar ha proporcionado a Ucrania en términos absolutos: el equivalente a 25.000 millones de euros, según los datos recopilados por el Instituto Kiel.
Solo la suma de las contribuciones de los países de la Unión Europea y sus instituciones alcanza una magnitud comparable. A mucha distancia de Estados Unidos, Reino Unido y Alemania son los países europeos que más asistencia han comprometido a Ucrania. La aportación de España al margen de lo englobado en las ayudas de la UE es, en cambio, poco destacable.
Lanzamisiles HIMARS, misiles Javelin, drones Bayraktar
Los HIMARS han sido los protagonistas de la contraofensiva ucraniana en las últimas semanas. Antes, los Javelin -tan efectivos frente a los tanques rusos- habían sido el símbolo del apoyo occidental al Ejército ucraniano. De fabricación estadounidense, estos misiles portátiles han llegado a miles desde Estados Unidos, pero también han sido parte de los compromisos militares de Reino Unido, Polonia o Estonia.
Se suman a ellos otros misiles como los NLAWs británicos o los Panzerfaust alemanes; obuses Howitzer, también ofrecidos por Estados Unidos; y una larga lista de armas pesadas y ligeras que siguen aumentando el arsenal ucraniano frente a los invasores rusos.
"No hemos podido dar una imagen completa porque la ayuda militar a Ucrania no siempre es transparente", explican desde el Instituto Kiel. "Pero hemos hecho el esfuerzo para elaborar un listado meticuloso y cuantificar todas las medidas de apoyo conocidas públicamente". La siguiente tabla recoge un desglose de envíos de armas detallados, con la fecha en la que cada gobierno hizo el anuncio.
Ayuda más allá de las armas
El apoyo internacional a Ucrania no se ha limitado a cuestiones militares. Como recoge el Instituto Kiel, muchos gobiernos se han comprometido también a proporcionar ayuda económica y humanitaria, en algunos casos por un valor superior a la militar. En conjunto, Estados Unidos ha destinado más de 45.000 millones de euros; la suma comprometida desde la Unión Europea -incluyendo las donaciones bilaterales de cada país y los fondos comprometidos por las instituciones europeas y el Banco de Inversión Europeo- supera los 27.000 millones.
Para cuantificar la ayuda en especie y otra asistencia no financiera, la base de datos utiliza "un amplio abanico de fuentes" con el que identifican los precios de mercado. Como explican desde el Instituto, su labor se centra en los compromisos de ayuda transfronteriza realizados entre gobiernos, con el foco en los países del G7 y los estados miembro de la UE.