La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha calificado de “desastroso” el balance de la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez, a quien ha acusado de gobernar “sin escrúpulos”. A su juicio, las medidas que anunció el jefe del Ejecutivo para combatir la inflación, como el impuesto extraordinario a la banca y a las grandes energéticas, son “propaganda” y forman parte del “manual del buen populista” y no cree que vayan a ser de utilidad, por lo que ha pedido reformas de calado.
En la segunda jornada del debate sobre el estado de la nación, Arrimadas ha reprochado a Sánchez un “balance desastroso” en el ámbito económico, social, institucional, y en el relativo a la “igualdad y libertad de todos los españoles”.
Respecto a la inflación, “la peor de los últimos 37 años en España”, ha dicho que España ha estado “peor preparada” y con una "peor gestión" cuando estalló la guerra en Ucrania que otros países y ha dicho que no se “cree” a Sánchez cuando trata de mostrar empatía con las familias ante una situación "absolutamente dramática": “Si fuera así, no podría sacar tanto pecho de sus medidas porque no están solventando para nada la situación”.
Ve "cortoplacistas" y "contraproducentes" las medidas anunciadas
A su juicio, el paquete de medidas que presentó Sánchez este martes contra la inflación es "propaganda". Se trata, ha dicho, de medidas “cortoplacistas” y “contraproducentes” y ha advertido de que, si Sánchez estuviera en la oposición, “Podemos y PSOE estarían quemando las calles cada día y cada noche sin ceder ni un mínimo de crédito al Gobierno”.
Ha criticado también que, en lugar de “admitir errores” o “rectificar”, Sánchez acudió al Congreso a “contar un cuento” y a presentar las medidas que “necesitaba para pasar por este trámite del debate sin morir políticamente”. Porque, ha asegurado, Sánchez “no se cree ninguna de las medidas” sino que las presenta “por necesidad”, cuando “sabe perfectamente que generan inseguridad jurídica, dan imagen de que España es un país bananero y no se complementan con otras reformas de calado”.
La líder de Ciudadanos también ha asegurado que “quien más se beneficia de la inflación” es el Estado y ha criticado que no se elimine el gasto superfluo, se reduzcan asesores políticos o ministerios. Ha reprochado también a Sánchez su "sectarismo y le ha llamado "colonizador de las instituciones del Estado" porque su meta, ha dicho, no es gobernar, sino "ejercer el control" de las mismas. Y ha sido especialmente crítica con la "falta de escrúpulos" de Sánchez por los pactos con Eh-Bildu, por el "acercamiento de etarras" a las cárceles vascas o por los indultos a los "golpistas" del 'procés'.
Por otra parte, ha marcado distancias con el PP, sin mencionarles directamente. “Yo no me alegro de esta situación, pero muchos españoles tienen la sensación de que algunos partidos de la oposición pueden llegar a celebrar los malos datos porque es la puerta que tienen que volver a La Moncloa”. Pero ha alertado a los ciudadanos de que no tienen que “conformarse” y “bajar el nivel de exigencia” con un gobierno que sea “un poco mejor” que el de Sánchez. Entiende, ha dicho, que la gente “diga que cualquier cosa antes que Sánchez”, pero ha advertido: “Nosotros nos nos vamos a conformar, vamos a luchar para mirar al futuro y tener una España ambiciosa”.
Sánchez le acusa de "enfrentar a las víctimas del terrorismo con las del franquismo"
En su turno de respuesta, el presidente del Gobierno ha llegado a la “conclusión” de que “la tarea de refundación de Ciudadanos aún queda pendiente”, puesto que el partido no ha “movido una coma de su argumentario” respecto a que el Ejecutivo lo hace “todo mal”. Y respecto a las críticas por las medidas contra la inflación, le ha recordado que el gobierno liberal de Bélgica ha aplicado un impuesto extraordinario a las compañías energéticas. Arrimadas lo ha reconocido, pero ha asegurado que también se han aplicado medidas de más calado para garantizar la sostenibilidad del sistema energético.
Pero aunque han empezado debatiendo sobre la inflación, el debate ha virado hacia el terrorismo, como ya ocurrió este martes. Arrimadas ha sido muy crítica con el pacto del Ejecutivo con EH-Bildu para sacar adelante la ley de memoria democrática coincidiendo casi en el tiempo con el 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco por la banda terrorista. Y ha reprochado que la futura ley amplíe el reconocimiento de las víctimas del franquismo hasta 1983, pasada la Transición. "¡Qué pena que no lo extendiera hasta 1984, cuando su socia (la portavoz de EH-Bildu) Mertxe Aizpurua fue condenada por apología del terrorismo", ha espetado: "Para España y la mayoría de los españoles, Aizpurúa y sus compañeros de Batasuna seguirán siendo siempre unos auténticos hijos de ETA".
"Tratan de enfrentar a víctimas, a las víctimas del terrorismo con las víctimas del franquismo", le ha reprochado Sánchez en su turno de respuesta, que ha pedido más "respeto" al PSOE y a su papel en la Transición. "Nuestro país, desgraciadamente después de Camboya, es el país con mayor número de desaparecidos forzosos" durante la dictadura, ha añadido. Sánchez ha defendido que la futura ley "no es mirar con rencor hacia el pasado sino hacer mejor nuestra democracia", y también "condena los viles crímenes que cometió ETA".
Dicho esto, ha dado "la mala noticia" a la bancada de la derecha de que "ETA ya no existe" gracias a la labor, ha dicho, de "muchos demócratas", entre los que ha ensalzado a José Luis Rodríguez Zapatero, el fallecido Alfredo Pérez Rubalcaba y el exlehendakari Patxi López. Terminada su intervención, toda la bancada socialista se ha puesto en pie y ha irrumpido en aplausos, tras lo que Sánchez se ha dirigido al escaño de López y le ha dado un abrazo.