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La "normalización de la derecha" en Andalucía con un "discurso de centralidad": así se fraguó el 'efecto Moreno'

  • Su modelo "moderado y centrista", muy en sintonía con el de Feijóo, le ha convertido en el hombre fuerte del partido

  • Los 'populares' ven además en el histórico triunfo el "fracaso" de Sánchez y "muestra del agotamiento del Gobierno"

DIANA FRESNEDA
9 min.

Juanma Moreno ha pasado de ser un candidato en la cuerda floja en anteriores procesos electorales a convertirse en uno de los principales activos en el PP. En sus primeras elecciones autonómicas, en 2015, el absoluto triunfador del 19J empeoró los resultados de su antecesor, llegando a perder hasta 17 escaños. La brecha continuó en 2018, cuando se dejó por el camino otros siete asientos y firmó para el PP el peor resultado de su historia en la región. Entonces, los números le permitieron estrenar una fórmula que después se exportaría a otros rincones de España: un gobierno en coalición con Ciudadanos (Cs) y de la mano de Vox. Hoy, ocho años después, Moreno ha hecho historia consiguiendo la primera mayoría absoluta del PP en Andalucía, sumando más escaños que toda la izquierda junta y pudiendo gobernar sin depender de Vox.

Según Moreno, su contundente victoria es el resultado de la fe absoluta que él ha mantenido en sus opciones, la que expuso en 2018, cuando pocos creían ya en su liderazgo, y la que volvió a recordar en la noche electoral de este domingo: "Lo dije hace cuatro años, solo pueden los que creen que pueden y yo siempre lo he creído”.

Para los expertos consultados por RTVE.es, sin embargo, los 58 escaños conseguidos no han sido fruto de la casualidad y han confluido varios factores. “Quizás el hecho más importante ha sido el proceso de normalización de un gobierno de derechas en Andalucía, que era algo prácticamente impensable hace muy pocos años”, sostiene el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Granada (UGR) Ángel Cazorla. En su opinión, los más de 37 años ininterrumpidos de gobierno socialista en Andalucía hicieron que “se viviera con incertidumbre” la llegada de PP y Cs y avivaron en el imaginario colectivo “los viejos temores de que la derecha podía ser un freno para su propio desarrollo”.

No obstante, Moreno “ha jugado muy bien esa baza” en este tiempo, añade, ya que “no ha aplicado políticas de un carácter ideológico marcado” y, en su lugar, ha seguido una línea “continuista” con el anterior gobierno socialista. “Diría que es difícil enumerar los grandes logros de Moreno en estos tres años y medio, pero también es muy difícil decir algo que haya hecho mal, con lo cual creo que eso ha permitido poner en primer lugar esa normalización”, expone.

Defensa de la moderación y un discurso centrista

Precisamente ha sido ese discurso moderado, centrista y sin aspavientos, muy en sintonía con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, el que ha caracterizado a Moreno durante toda la campaña. “Ha sido capaz de captar la simpatía de sus votantes, pero también de los que se fueron e incluso de algún desencantado con el PSOE”, apunta el politólogo y profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla Jean Baptiste Harguindeguy.

Los 'populares' ya hablan de la conocida como refundación del centroderecha en las siglas del PP, una fórmula que Pablo Casado se propuso pero que no consiguió, y que se ha marcado como meta principal Feijóo. Y es que, según Moreno y la dirección nacional del partido, la mayoría absoluta que logró este domingo permite abrir "una vía" para reagrupar al electorado por el "carril central", dejando de lado otras opciones "más incómodas" y con "las manos libres" frente a partidos. El presidente en funciones de la Junta ha presumido además de "parar a Vox desde el centro" y ha mantenido que ese camino es la única vía para "taponar" el ascenso del partido de Santiago Abascal a nivel nacional.

Sin embargo, no es una fórmula que crea que haya que extrapolar a unas generales u otros comicios la politóloga y consultora de GAD3, Marta Marcos, quien sostiene que “cada elección tiene sus particularidades” y, la de Andalucía no es una excepción. “Moreno ha tenido varios factores que han jugado a su favor. Por una parte, un Ciudadanos en declive y un Vox que no ha sabido canalizar muy bien las demandas de los votantes de centroderecha, al no contar con esa experiencia de gestión” de la que sí podría presumir el PP.

Además, destaca Harguindeguy, el presidente en funciones de la Junta ha priorizado su figura frente a las siglas del partido, a imagen y semejanza de Feijóo, algo que también “le ha funcionado” para rascar votos. “El estilo de Moreno es mucho más ameno y capaz de atraer votantes, frente a la polarización que representaba el anterior PP”, recalca.

Asimismo, frente al discurso de su compañera de partido Isabel Díaz Ayuso, que basó su campaña en el enfrentamiento directo con el Gobierno nacional, Moreno "ha dejado a un lado la bronca” y ha apostado por sacar pecho de la gestión de su Ejecutivo en un contexto marcado por la pandemia primero y por la guerra de Ucrania después. “Los andaluces han elegido la continuidad ante un escenario de incertidumbre donde los precios de las materias primas no paran de subir y en el que la atención está puesta principalmente en el Gobierno central”, apunta el profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.

Precisamente, Ayuso se ha referido este lunes a la victoria de Moreno y, ante los que quieren diferenciar su estilo, ha dicho que la izquierda no va a conseguir enfrentarles, pero que ella va a mantener su política en la región: "Nadie me va a enfrentar a Juanma Moreno, nadie me va a enfrentar a Feijóo, y yo no voy a cambiar un milímetro mi política en Madrid", ha apuntado.

Un PSOE en horas bajas

Los 'populares' ven además en el histórico triunfo de Moreno el "fracaso" de Sánchez y "muestra del agotamiento del Gobierno", según dijo en la noche electoral la secretaria general del PP, Cuca Gamarra. Lo cierto es que mientras el PP hacía historia este domingo pasando de 26 a 58 escaños, el PSOE se hundía hasta los 30 asientos y cosechaba su peor resultado en Andalucía, feudo socialista por excelencia.

En opinión del coordinador general del partido, Elías Bendodo, se ha puesto en marcha "el reloj con una cuenta atrás para que Sánchez salga de la Moncloa" y cree que la única alternativa es la de Feijóo, quien sale reforzado con la mayoría absoluta andaluza."Si el PP de Andalucía es capaz de sacar mayoría absoluta, el PP en España no tiene techo", ha advertido el coordinador general durante una rueda de prensa este lunes tras la celebración del Comité de Dirección.

Sin embargo, los expertos consultados insisten en enmarcar los resultados en Andalucía en un contexto puramente autonómico, pues ya en 2018 el PSOE anotó una caída histórica de escaños en la región y meses después consiguió ganar las generales. “Esta debacle socialista que se materializó este domingo era la crónica de una muerte anunciada, pues venía anunciándose desde hace bastante tiempo”, sostiene Cazorla, quien recuerda que desde 2008 se asiste en Andalucía a un “descenso paulatino del apoyo del PSOE tanto en el voto como en los niveles de vinculación” de los ciudadanos con el partido.

Si nos remontamos atrás en el tiempo, en 2008, el PP consiguió de la mano de Javier Arenas ganar las elecciones en Andalucía por primera vez en su historia. Logró 50 escaños, si bien finalmente no pudo gobernar debido al pacto entre el PSOE e Izquierda Unida, que permitió a José Antonio Griñán mantener el gobierno. “Es cierto que el sistema tan fragmentado de los últimos dos los procesos electorales de 2015 y 2018 propició que el descalabro se diluyese de algún modo”, asegura el profesor de la UGR, si bien ahora, con la desaparición de Ciudadanos y el trasvase al PP, “los socialistas no han conseguido recuperar ni uno de los votos que perdieron en 2018, ni siquiera el voto de la abstención, que es punitiva, es decir, de castigo”.

El hombre fuerte de Feijóo

Con todo, el resultado que revalida, a su vez, a Alberto Núñez Feijóo al frente del partido. Son sus primeras elecciones como presidente, tras la abrupta salida de Pablo Casado, y una de las claves era demostrar que el cambio experimentado en la dirección nacional daba sus frutos. Así, a partir de ahora, Feijóo podrá presentarse con el aval de una victoria absoluta, como las que él obtenía en Galicia de forma repetida, y a su vez poner coto al discurso de Vox, que le acechaba desde el pacto cerrado en Castilla y León.

Moreno, por su parte, gracias a esta rotunda victoria, se alza como el nuevo "gran barón" del PP, el único que junto a Feijóo ha conseguido mayoría absoluta en un escenario tan fragmentado. Ni siquiera Ayuso, otro peso pesado de la formación, logró este resultado, aunque sí gobernar en solitario con el apoyo externo de Vox. “Moreno se va a convertir en un pilar muy importante que apuntale la legitimidad de Feijóo a nivel territorial”, subraya el profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Además, recuerda, el equipo de Feijóo ya se hizo fuerte en la nueva Ejecutiva, aupando a Elías Bendodo -hombre de confianza de Moreno- como ‘número tres’ del PP a nivel nacional, "algo que ya daba muestras de la relación de confianza entre ambos dirigentes", añade.

Por otro lado, la mayoría absoluta de Moreno rebaja el 'efecto Ayuso', que hacía ver a la madrileña como un contrapeso del líder nacional. Sin embargo, sostiene Marcos, “eso no significa que uno esté por encima del otro”. “Ayuso siendo sigue siendo una líder muy popular que, aunque dependa de otras fuerzas, sigue teniendo un gran tirón y esto no hace más que beneficiar tanto a Moreno, como a Feijóo y al propio partido”, concluye.

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