El espionaje al teléfono institucional del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, coincidió con los indultos a los líderes condenados por el 'procés' y la crisis migratoria con Marruecos. Según ha informado el Ejecutivo este lunes, el móvil de Sánchez sufrió dos intrusiones mediante el programa Pegasus en mayo de 2021.
El 20 de mayo, Pere Aragonès era investido president de Cataluña y el Gobierno ponía en marcha el mecanismo de los indultos. Después de meses de dudas, fue el propio Sánchez quien hizo una serie de declaraciones que apuntaban a esa medida de gracia.
Entre ellas, la del 28 de mayo de 2021, en la que apuntaba que para decidir tendría en cuenta valores constitucionales como los de "la concordia, el diálogo y el entendimiento", pero no "la venganza ni la revancha".
Tres días después, el presidente restó importancia al coste político que podría tener para su Ejecutivo el indulto y apostó por abrir "una nueva etapa" que dejara atrás "un mal pasado". Fue en Barcelona, el 21 de junio, cuando anunció que un día después el Consejo de Ministros aprobaría los indultos.
La acogida del líder del Frente Polisario coincidió también con el espionaje
Unos días antes, el 17 y 18 de mayo, España vivía uno de sus momentos de mayor tensión con Marruecos, en medio de la crisis abierta por la acogida del líder del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Gali.
Marruecos deploró la actitud española y aseguró que "tomaba nota" de la afrenta por acoger a un enemigo. Fue entonces cuando unos 6.000 migrantes entraron en Ceuta. Aunque la presión migratoria en las ciudades autónomas es constante, nunca se había visto una llegada tan masiva y no hubiera sido posible sin la complicidad de las autoridades marroquíes, que dejaron zonas de la valla sin vigilancia.
Ahora, la tensión se ha dado cerrada con el viaje de Sánchez a Marruecos, durante el que se entrevistó con el rey marroquí, Mohamed VI. El presidente reafirmó el pasado abril la postura de España de apoyo al plan de autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental tras el giro diplomático del Gobierno y ambos acordaron la apertura "gradual" de las fronteras.