Durante la intervención por videoconferencia de Volodímir Zelenski en el Parlamento griego, el presidente ucraniano ha cedido este jueves la palabra a un soldado griego-ucraniano que está luchando en Mariúpol y quien se ha identificado como miembro del batallón neonazi Azov, una situación que ha causado revuelo entre los partidos griegos.
En su breve intervención desde Mariúpol, el combatiente ha señalado al pleno del Parlamento heleno que tiene origen griego y que su abuelo "había luchado contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial".
Sin embargo, poco después y refiriéndose a la situación en la que se encuentra la ciudad sitiada de Mariúpol ha reconocido pertenecer al batallón neonazi Azov, un regimiento de la Guardia Nacional de Ucrania que se fundó como grupo paramilitar nacionalista al inicio de la guerra del Donbás.
El vídeo con el saludo de este hombre ha sido mostrado en medio del discurso de Zelenski quien quiso dar con ello paso al testimonio de un ciudadano greco-ucraniano, pero posiblemente no contó con las reacciones que suscitaría con ello entre todos los partidos.
Cuatro diputados de SYRIZA abandonan la sala
El principal partido de la oposición, el izquierdista SYRIZA, ha calificado de "inaceptable" que un miembro de ese batallón se dirija al Parlamento griego, y cuatro diputados de esa formación incluso han abandonado la sala después de que el hombre en cuestión se identificara como miembro de ese regimiento.
Fuentes cercanas al presidente del Parlamento, Kostas Tasulas, han señalado a los medios griegos que este había sido informado de que se reproducirían dos videos de combatientes en Mariúpol, sin especificar.
Una imagen de la intervención del soldado del batallón Azov.
El partido comunista KKE, que de antemano decidió no asistir al discurso de Zelenski porque considera que el Gobierno ucraniano "ha legitimado la propaganda nazi y ha integrado el regimiento Azov orgánicamente en el ejército ucraniano, la policía y todas las estructuras estatales", ha señalado tras el discurso que lo que ocurrió en la sala "justifica absolutamente" la postura que había tomado el partido.
El episodio ha provocado reacciones incluso en el seno del partido gobernante, Nueva Democracia.
Según los medios griegos, el ex primer ministro y miembro del ala más conservadora del partido, Antonis Samarás, ha calificado de "grave error" la intervención del combatiente.