El retroceso de las tropas rusas en Ucrania abre paso a las devastadoras imágenes de la huella tras semanas de asedio y destrucción de los barrios en el noroeste de Kiev. La escena de cadáveres de civiles abandonados, árboles quemados, vehículos militares destruidos y casas destrozadas en Bucha se repite en otras aldeas como Borodyanka, Hostomel o Andriivka.
El enviado especial de Radio Nacional de España, Fran Sevilla, ha llegado a estos pueblos, que han estado durante semanas ocupados por las fuerzas rusas y que ahora han pasado a ser controlados por el ejército ucraniano. Andriivka, una aldea pequeña de medio millar de personas, se ubica a unos 60 kilómetros al oeste de la capital. En sus calles reina la desolación y entre cajas de munición rusa aparecen cadáveres que yacen en el suelo desde hace varios días.
“Estamos documentando los hechos de la agresión rusa en la región de Makariv, investigando sus atrocidades, y en este momento estamos buscando víctimas, identificándolas, entrevistando a personas y documentando más los hechos”, asegura Alla Pustova, una de las dos policías del pueblo cercano de Makariv que llegaron para identificar a un hombre muerto, cuyo cuerpo estaba tirado en un campo.
La policía recopila pruebas para investigar lo ocurrido
La policía ucraniana ha comenzado el trabajo de recopilar pruebas de lo que parecen ser asesinatos de civiles por parte de las fuerzas rusas. También tratan de localizar a los desaparecidos en las aldeas y pueblos de las afueras de la capital. Allí hablan con gente como Vasyl' Malyuga, de 51 años, que enseña los destrozos a las autoridades mientras le preguntan por uno de los cadáveres.
Malyuga camina por el patio trasero de la casa, se acerca a una puerta destrozada de un refugio de animales donde dice que él y otros aldeanos fueron detenidos por las fuerzas rusas. Explica que a uno de los fallecidos le revisaron su teléfono y descubrieron que estaba enviando mensajes de texto a sus familiares sobre las tropas rusas que pasaban por el pueblo.
"Nos trajeron comida solo un día y medio después"
Entonces, cuenta que fue detenido de inmediato, esposado y colocado en un cobertizo para animales ubicado al lado de su casa junto con otras personas. "El 2 de marzo vinieron. Tomaron los teléfonos de todos y rompieron los teléfonos que no tenían datos. Comprobaron mi historial de mensajes de texto, inmediatamente me llevaron allí, puedo demostrarlo. Media hora después, trajeron a otra persona, me esposaron la mano izquierda con la mano derecha. Estábamos acostados él de un lado y yo del otro. Un día después, al otro día, trajeron a otra persona esposada por la espalda. Nos trajeron comida solo un día y medio después", relata.
En el campo aparecen los restos de un tanque ruso, justo detrás de unas casas del pueblo. La capitana Alla Pustova dijo que encontraron 20 cuerpos en el área de Makariv únicamente en los últimos dos días. “Estamos buscando víctimas, identificándolas, entrevistando a personas y documentando más los hechos”, señala tras fotografiar el cuerpo en el campo.
“Estamos buscando víctimas, identificándolas, entrevistando a personas y documentando más los hechos“
La policía va casa por casa, pidiendo información a los residentes mientras siguen recibiendo casos de personas aún desaparecidas. Las autoridades ucranianas dijeron que se encontraron los cuerpos de al menos 410 civiles en áreas fuera de la capital ucraniana, incluida Bucha, después de la retirada de las tropas rusas la semana pasada, muchos con las manos atadas, heridas de bala e incluso presentan señales de tortura.
Más de 400 personas se encuentran desaparecidas
Esta misma imagen se repite en Hostomel, otra de las localizaciones al noroeste de Kiev que durante un mes ha sufrido el castigo de las tropas de Moscú. Se trata de un punto estratégico por el aeródromo construido durante la época soviética, del que podría haber hecho uso el ejército del Kremlin en caso de haber mantenido la posición durante más tiempo.
Más de 400 personas se encuentran desaparecidas y las autoridades están tratando de averiguar cuántas huyeron sin comunicarlo y cuántas pueden haber fallecido. El noroeste de la capital fue la primera zona ocupada por el ejército ruso y allí la destrucción ha sido masiva, los cadáveres y los restos de la catástrofe continúan esparcidos por la zona. "La sensación es de absoluta desolación. Sobrecogedora", describe Sevilla.