Wall Street ha cerrado este lunes en rojo y su principal indicador, el Dow Jones, ha entrado en territorio de corrección al caer un 2,37 %, un 10 % por debajo de su último máximo histórico. Algo que no sucedía desde la declaración de la pandemia del coronavirus.
Al final de la sesión, el Dow Jones de Industriales se ha situado en los 32.817,38 puntos tras haber perdido 797,42. También ha sido muy pronunciada la caída del selectivo S&P (-2,95 %), que ha perdido 127,78 puntos hasta quedarse en 4.201,09.
El recrudecimiento de la guerra en Ucrania y el temor a sus efectos en los mercados mundiales, más la presión alcista de los precios del crudo, ha hecho bajar dramáticamente todos los indicadores.
Pero la caída más acusada ha sido la del índice Nasdaq (-3,62 %), que ha descendido 482,48 puntos y se ha situado en 12.830, dentro del temido mercado bajista ("bear market"), que se declara cuando un valor cae por debajo del 20 % desde su último máximo.
Casi todos los sectores en números rojos
Por sectores, casi todos han cerrado este lunes en números rojos, con las caídas más importantes en los de bienes no esenciales (-4,8 %), comunicaciones (-3,74 %) y tecnología (-3,7 %). Únicamente se han salvado del tono bajista el energético (1,57 %) y los servicios públicos (1,31 %).
Similar ha sido la tónica bajista en las principales empresas que cotizan en el Dow 30, con caídas especialmente pronunciadas para American Express (-7,99 %), Boeing (-6,45 %), Nike (-5,14 %) y Walt Disney (-5,13 %).
En terreno positivo, solo cuatro empresas de las 30 han terminado en números verdes, con Chevron a la cabeza (2,14 %).
El "índice del miedo" crece un 13,98 %
El índice VIX, que mide la volatilidad del mercado y es conocido como "índice del miedo", ha crecido este lunes un 13,98 % hasta ponerse en los 36,45 puntos.
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En otros mercados, el bono a diez años ha subido hasta 1,777 %, el petróleo de Texas se ha revalorizado hasta 119,4 dólares el barril y el dólar ha ganado terreno ante el euro y ha cerrado con un cambio de 1,0854.
Los inversores se han refugiado en valores más seguros, como el oro, que ha tenido una notable subida del 1,815 % hasta situarse en los 2.002,30 dólares la onza, confirmando una tendencia alcista que se observó durante toda la semana pasada.