El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha advertido este domingo de que un militar ruso dirige ahora la gestión técnica de la planta nuclear de Zaporiyia, bombardeada y tomada por Rusia el pasado viernes durante su invasión de Ucrania, lo que contraviene principios básicos para su seguro funcionamiento.
El OIEA ha indicado que la autoridad reguladora nuclear ucraniana ha informado de que cualquier acción, incluidas las relacionadas con el funcionamiento técnico de los seis reactores, requiere la aprobación previa del comandante ruso.
"Estoy extremadamente preocupado", ha dicho el director general de este organismo de la ONU, el argentino Rafael Grossi, en un comunicado en el que indica que se habían cortado algunas redes de telefonía móvil e internet, complicando las comunicaciones entre el regulador nuclear y el operador de la planta.
El OIEA ha advertido de que se contraviene la seguridad nuclear
Grossi ha advertido que estos cambios contravienen pilares indispensables de la seguridad nuclear, al quedar limitada la capacidad del personal técnico de "tomar decisiones libres de presiones indebidas".
"El deterioro de la situación de las comunicaciones vitales entre el regulador y la central nuclear de Zaporiyia es una fuente de profunda preocupación, especialmente durante un conflicto armado que puede poner en peligro las instalaciones nucleares del país en cualquier momento", ha alertado Grossi.
A pesar de los problemas de comunicación, el regulador ha podido proporcionar información actualizada sobre el estado operativo de la central nuclear de Zaporiyia y confirmar que los niveles de radiación en ella siguen siendo normales.
Los técnicos de Chernóbil, trabajando sin descanso desde el 24 de febrero
El OIEA también ha informado de que tenía problemas de comunicación con el personal de la central nuclear de Chernóbil -en manos de las tropas invasoras rusas desde el 24 de febrero-, ya que por el momento solo era posible mediante correos electrónicos.
El personal de esta instalación, compuesto por más de 200 técnicos y guardias, lleva desde entonces sin poder descansar, a diferencia del de Zaporiyia, que está trabajando ahora en tres turnos distintos aunque con problemas de disponibilidad y suministro de alimentos, lo que estaba teniendo un impacto negativo en la moral del personal.
"Hago un llamamiento a los que tienen el control efectivo de la central nuclear de Chernóbil para que permitan inmediatamente la rotación del personal de la misma en aras de la seguridad", ha pedido Grossi.
Además, el OIEA ha alertado de que se ha perdido el contacto con todas las instituciones de la ciudad portuaria de Mariúpol, asediada por las tropas rusas, que usan diferentes fuentes de materiales radiactivos.
Mientras, el presidente Vladímir Putin ha asegurado este domingo que no tiene intención de atacar las centrales nucleares en Ucrania y que está de acuerdo en garantizar su seguridad bajo los criterios técnicos del OIEA.
El viernes pasado, Estados Unidos, Francia y Reino Unido cargaron en la ONU contra Rusia por el ataque a la central de Zaporiyia, un incidente que Moscú describió como parte de una campaña de propaganda en su contra y del que ha responsabilizado a "saboteadores ucranianos".
Los ataques armados contra la central atómica han disparado todas las alarmas en la comunidad internacional, aunque finalmente parece que el ataque no ha provocado daños graves a pesar de que un edificio situado a pocos cientos de metros de los seis reactores se ha incendiado.