A la entrada de la Szkola Podstawowa nr 7, en Chelm, -en Polonia, los colegios están organizados por números-, a los alumnos los recibe un gran cartel con el lema "Solidaridad para Ucrania". Allí les explican cómo pueden ayudar en el conflicto, llevando ropa, sábanas, alimentos o productos de aseo.
El inicio de la guerra sorprendió a los niños de puente, así que, a la vuelta, el lunes "todo eran preguntas", nos dice Aniuska, una de las profesoras de inglés.
“A algunos les ha estresado mucho esta situación“
"Querían saber si iban a venir niños ucranianos a nuestro colegio. Percibimos que algunos de ellos estaban tristes o asustados. A algunos les ha estresado mucho esta situación", explica.
Encuentros con los niños ucranianos
En el colegio 'Wladyslawa Sikorskiego', donde estudian 450 alumnos, a 27 kilómetros de la frontera, ya están pensando en cómo acoger a los niños ucranianos. La directora, Kazasra, muestra una sala llena de artículos de primera necesidad, recogidos por los alumnos, y está organizando otras actividades: "Queremos apoyar a los niños, así que estamos preparando encuentros para que puedan conocerse y familiarizarse".
En clase de Marta, profesora de inglés, hay ya una niña ucraniana que "fue muy bien acogida por los alumnos y no cree que vaya a haber problemas para gestionar la llegada de los tres chavales que se incorporarán a las clases. Nos explica que hay un profesor de física que es ucraniano y que espera que les pueda ayudar con el idioma.
A Yolanta, profesora en la Szkola Podstawowa nr 8, le sorprende lo poco que hablan los alumnos de este tema con los profesores. "En mi clase, están concentrados en la gramática y hablan poco de esto, pero sé que sí lo hacen con los cuidadores". Añade que, allí, "todos están asustados" pero que "se sienten seguros porque Polonia tiene un gran ejército".
“Kazasra, directora del colegio: "Queremos apoyar a los niños, así que estamos preparando encuentros para que puedan conocerse y familiarizarse"“
También Marta explica la diferencia entre aquellos que están tristes y preocupados y los niños que "simplemente siguen con su vida" y cree que eso está bien "porque es necesario apartar el tema de la guerra de la cabeza de los niños".
En clase, han colgado carteles de solidaridad y varios mensajes: "El problema de nuestra época no es la bomba atómica sino el corazón de los hombres", de A. Einstein. "Queremos ayudar -dice su profesora-" y encontraremos la forma de hacerlo.