Sabían que iba a ocurrir, pero aún así las noticias que llegan desde Ucrania son difíciles de asimilar. Los ucranianos residentes en España están preocupados por sus familiares, por su país.
"Por donde pasa Rusia, pasa la muerte"
La embajada rusa en Madrid permanecía cerrada a primera hora. Varios ciudadanos ucranianos se han ido acercando con pancartas de protesta contra Putin. Allí les hemos escuchado cantando su himno. “Llevamos casi ocho años diciendo que de un día para otro esto iba a pasar”, cuenta Andriy, residente en España desde hace 22 años. Explica que desde 2014 la amenaza estaba latente, pero que no se atrevían a reconocerlo, y señala que "por donde pasa Rusia, pasa la muerte".
Su familia reside en la frontera más cercana a Polonia y aunque allí continúan sus vidas con aparente normalidad, también han bombardeado los aeropuertos militares. Andriy hace un llamamiento a sus compatriotas, que son casi 23.000 residiendo en Madrid, para que “olviden sus diferencias políticas” y se unan “con el puño en alto” para defender su país. Y advierte que “las ambiciones de Putin no se quedan en destruir Ucrania”.
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"Putin se cree un nuevo Hitler"
Irina Shutenko es ucraniana, su marido es ruso. Viven en España, en Villalba, pero su familia vive a 100 kilómetros de la frontera con Polonia. "Estamos destrozados. Estamos temblando, no hemos dormido en toda la noche con el aviso de EE.UU."
Nos cuenta que sus compatriotas ya han asumido que están en guerra, aunque hace unos días pensaban que todo podía estabilizarse, por las palabras de Putin. "Dijo entre comillas que no iba a invadir, pero cada palabra que sale de ese individuo es una mentira."
En Ucrania tiene a sus padres, con quienes habla constantemente. "Me sorprende mucho porque les llamo, estoy llorando, no puedo ni pronunciar una palabra y ellos me tranquilizan. Están preparados, no creen irse del país porque es su patria. Mi madre dice que va a salir, ir al banco a por su pensión y donar una parte a las fuerzas armadas. Están tranquilos. Como una roca. Preparados para lo peor."
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Como sus padres, muchos ucranianos no creen por el momento salir del país. Al contrario, asegura que algunos están volviendo. "Se que muchos ucranianos que han salido a trabajar a Polonia, Rumanía, Alemania... están volviendo para alistarse con las tropas. Gente joven, es increíble. El patriotismo está floreciendo más que nunca."
Ahora, a diferencia de lo que pasó hace ocho años con la primera entrada de Rusia, sienten el apoyo internacional. "Sentimos el apoyo que necesitábamos de Europa, de EE.UU., de Canadá, de Japón, de Australia. Eso nos da más fuerzas. Por fin Europa se dio cuenta de que el siguiente paso de ese monstruo va a ser territorio europeo, y es inminente porque Putin se cree un nuevo Hitler."
El presidente ucraniano, Zelenski, ha anunciado que levantará sanciones administrativas a los ciudadanos si salen a luchar. "Hace ocho años la gente se levantó con armas de casa, con pistolas deportivas. Pero ahora sobre todo, llevamos un par de meses preparando a la población civil para que puedan saber cómo se maneja un arma."
Bombazos en el aeropuerto a las cinco de la mañana
En la embajada ucraniana en Madrid la situación es de calma esta mañana. Algún trabajador, obreros que van por temas de papeleo. Todos pendientes de las noticias. Uno de ellos, fuera de micrófonos, carga contra Putin. Cuenta que su familia vive en el lado opuesto al Donbass y que en torno a las cinco de la mañana han oído dos bombazos en el aeropuerto, dando cuenta de que esto no es un ataque como el de los últimos ocho años.
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"Nos preocupa el armamento nuclear de Rusia"
En Santander la comunidad ucraniana se ha organizado en la Asociación ‘Oberig’. Para ellos ha sido una noche larga, aunque tampoco les ha pillado por sorpresa. Así lo contaba a RNE una ciudadana ucraniana que vive en Santander. “Todo el mundo sabía que iba a ocurrir. Estamos preocupados por la familia, pero alguien tiene que cuidar su tierra.” Están preparados para defender su país, pero les preocupa el armamento nuclear de Rusia. En las próximas horas se van a movilizar para recoger comida, ropa y medicamentos para enviar a Ucrania.
50 familias valencianas, dispuestas a acoger niños ucranianos
En la Comunidad Valenciana la Fundación Juntos por la Vida está preparando la evacuación de niños y niñas de la región del Donbass, para que puedan escapar de la zona de guerra. Hay 50 familias dispuestas a acogerlos en sus casas, con experiencia previa, porque ya lo han hecho durante las vacaciones.
Su presidenta, Clara Arnal, explica que quieren que la evacuación sea rápida. "Hasta que las cosas se tranquilicen o encontremos un lugar seguro en Ucrania para desplazarlos allí." Llanos forma parte de una de las familias de acogida que se han apuntado a esta emergencia. "Estoy dispuesta a abrir las puertas de mi casa para darle un ámbito de paz y poder sacarlos de allí".
Al otro lado del teléfono, en el Donbass, escuchamos las voces de Danilo y Artem, ucranianos. Este es su deseo. "Tengo 11 años, quiero que se pare la guerra", "Tengo muchas ganas de vivir en paz y tranquilidad."
"Están encerrados en casa"
También desde Murcia hemos escuchado al portavoz de la asociación de los 7.400 ucranianos que viven en la región. Asegura que aunque se veía venir, no esperaban un ataque como este y que sienten mucha rabia y frustración. "Miedo no hay porque estamos preparados para defender al país. Se sospechaba y había información, pero hasta el último momento nadie espera que pase algo así." Esperaban un ataque al Donbass pero no algo de estas dimensiones.
Aun así, mantiene que el ánimo es fuerte. "Se nota en la calle y en las conversaciones. Los ucranianos están con el ánimo fuerte para defender al país." Desde allí les llegan noticias de ataques contra la estructura militar y también civil en la parte occidental del país. "Por decreto tenemos el estado de sitio y no funcionan los colegios, institutos, instituciones académicas... en general están encerrados, en casa".