Algunos ciudadanos en Ucrania han comenzado a guardar armas en sus casas ante una posible invasión de Rusia, a pesar de que el presidente de Ucrania, Volódimir Zelenski, haya llamado a la calma e insistido en que sólo quiere la paz.
Ejemplo de ello es Danylo Kovzhun, que se ha mudado a su casa de vacaciones en Osokorky, cerca de Kiev. Ahí tiene una de sus pertenencias más preciadas: un fusil de fabricación rusa que pensaba vender, pero que ahora quiere mantener para protegerse.
“Bueno, 100.000 soldados rusos en la frontera son una seria amenaza y si alguien te dice que te quiere matar, es mejor que le tomes en serio”, asegura Danylo a RTVE, quien afirma que está dispuesto a hacerles frente.
Aumentan los voluntarios para unirse al Ejército
Danylo, que trabajaba en la industria del cine, dejó su anterior empleo para dedicarse al desarrollo de ametralladoras dirigidas por control remoto, cuenta que se mudó a Osokorky con sus dos hijos, su mujer, sus padres y su tía por la pandemia, pero no han vuelto a su casa por la amenaza rusa. Recalca que prefieren estar todos juntos si hay una evacuación.
“Tengo dos hijos y tres personas mayores a mi cargo. Primero los alejaré de la zona de combate”, señala Danylo, quien afirma que él y su mujer se alistarán para combatir a los rusos.
"Si hay signos de invasión, primero pondré a mis padres y a mis hijos a salvo", señala Dania. El ucraniano explica que, como en su familia, "las autodefensas se están formando ahora" y cree que este sistema es la mejor forma de ayudar al Ejército ucraniano, recientemente ampliado, a defenderse de una hipotética invasión rusa.
Otros ucranianos, como Danylo, han decidido mudarse a sus casas en las afueras de las grandes ciudades y hacerlas independientes en los suministros de agua y electricidad para hacer frente mejor a una posible invasión rusa. Una autosuficiencia que incluye un generador eléctrico, un pozo, latas para almacenar combustible y, por supuesto, un alambique para fabricar cerveza y sidra.