El Gobierno de China ha decretado estrictos confinamientos en varias ciudades para intentar contener cualquier rebrote de COVID-19 antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022, que se celebran el próximo mes de febrero.
El país decidió este martes confinar partes de la ciudad portuaria de Ningbo, en la provincia oriental de Zhejiang, tras detectar 23 infecciones en los últimos días. De acuerdo con el periódico Global Times, los casos se hallaron en un taller de confección y corresponden a la variante delta del coronavirus.
También permanece en su casa la población de Yuzhou, en la provincia central de Henan, que ha encerrado a 1,1 millones de habitantes por pequeños brotes. Yuzhou, al suroeste de Pekín, ha ordenado que los residentes no salgan de la ciudad. Según las autoridades de Xuchang, que tienen jurisdicción en el territorio, hasta el momento se desconocen tanto el origen del virus como el número de casos.
Para circular por las carreteras de Yuzhou los vehículos deben contar con una autorización especial y se ha ordenado el cese de la actividad de los supermercados. Son medidas similares a las impuestas en Xi'an, el último epicentro del COVID-19 en China.
Los 13 millones de habitantes de Xi'an llevan 12 días confinados
En Xi'an, unos 13 millones de habitantes llevan 12 días sin poder salir de sus hogares, ni siquiera para comprar comida o medicamentos. Desde que se inició allí este rebrote, como recogen cifras oficiales, se habrían registrado 1.758 casos, más de la mitad de los que se han detectado en todo el país.
14 Horas - Confinamientos extremos en China a un mes de los JJ.OO de invierno - Escuchar ahora
Según ha contado la corresponsal de RTVE en Asia, Yolanda Álvarez, en RNE, las autoridades aseguran que el reparto de productos de primera necesidad por parte de voluntarios es suficiente, pero la estricta medida está generando cada vez más quejas en las redes sociales.
"Damos servicios precisos a la comunidad, como medicamentos para la tensión arterial, insulina, productos de aseo femenino, pañales y leche en polvo para niños", ha explicado un oficial de Xi'an. Sin embargo, algunos residentes denuncian que solo les dieron 15 minutos para abandonar sus casas y que están aislados, en cuarentena, en unas instalaciones precarias.
En los vídeos difundidos se observan habitaciones sin calefacción, solo con literas y camastros. Otras personas han lamentado llevar varios días comiendo únicamente tallarines instantáneos o haber tardado en recibir alimentos una semana. La mayor polémica se generó hace unos días por un vídeo en el que un residente intenta salir para comprar comida y los vigilantes le dan una paliza. Los guardianes ya han sido sancionados.
Algunas de estas quejas se han censurado y han desaparecido de la red.
"El confinamiento solo se levantará cuando deje de haber casos"
El vicedirector del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de la ciudad de Xi'an, Chen Zhijun, ha indicado este martes al diario The Paper que "el confinamiento solo se levantará cuando deje de haber casos de COVID".
"Tenemos un objetivo, que es lograr 'cero casos' de covid por transmisión local. Levantaremos las restricciones gradualmente cuando lleguemos a él", ha insistido Chen. Por su parte, el secretario del Partido Comunista Chino (PCCh) en Shaanxi, provincia cuya capital es Xi'an, Liu Guozhong, ha asegurado que son necesarias "medidas más estrictas y más precisas" para revertir la situación.
Hasta la fecha, China ha desarrollado una estrategia de tolerancia cero frente al coronavirus, lo que supone estrictos controles de entrada al país con cuarentenas de hasta tres semanas y numerosas analíticas de diversos tipos, además de la práctica de test masivos y confinamientos selectivos en los lugares donde se detecta un rebrote.
Según el parte emitido por las autoridades sanitarias, el país registró 175 nuevos casos confirmados este lunes -108 por contagio local y 67 procedentes del extranjero-, y hay actualmente 3.256 contagios activos, de los cuales 30 permanecen en estado grave. Desde el inicio de la pandemia, las cifras oficiales indican que se han infectado 102.841 personas, de entre las que se han curado 94.949 y fallecido 4.636