Los niños y niñas víctimas de abusos sexuales atraviesan un "calvario" judicial cuando deciden denunciar. Así lo ha alertado Save The Children en un informe en el que desvela que los menores declaran cuatro veces de media para contar lo ocurrido en procesos que se alargan varios años. Algunos, incluso, superan los cinco años de duración.
Con motivo del Día Universal de la Infancia, que se conmemora el 20 de noviembre, la organización ha presentado este jueves el estudio "Los abusos sexuales hacia la infancia en España", a partir de las 394 sentencias judiciales de 2019 y 2020, correspondientes a 432 víctimas.
“Save The Children: "Estimamos que solo el 15 % de los casos de abuso sexual llega a denunciarse"“
Según este análisis, un 63 % de los casos entre 2019 y 2020 no duraron más de dos años, por lo que Save The Children aprecia cierta mejora respecto a años anteriores. Aunque la media en 2017 era de tres años, la ONG alerta de que actualmente algunos procesos todavía se extienden durante más de cinco años.
Por ello, durante la presentación del informe, el presidente de Save the Children, Andrés Conde, ha lamentado el "calvario de vicisitudes" que comienza cuando se denuncia un caso de abuso sexual. De este modo, los niños se enfrentan a múltiples entrevistas y deben narrar ante distintos profesionales su "dolorosa y traumática" experiencia, con lo que reviven el abuso y su credibilidad se ve "perjudicada" al poder aparecer contradicciones.
Se estima que entre 800.000 y 1,6 millones niños en España han sufrido abusos sexuales, pese a que sea visto como un problema "marginal". Para hacerlo visible, la organización ha elaborado también un perfil de estas víctimas.
La edad media en la que comienzan a sufrir abusos es de 11 años y medio
El 55 % de los menores víctimas de abusos sexuales en España no han cumplido los 13 años, casi 8 de cada diez son niñas y chicas adolescentes y en el 84 % de los casos los abusadores son conocidos.
La edad media en la que los niños y niñas comienzan a sufrir abusos "es muy temprana", a los 11 años y medio, destaca el informe presentado este jueves por la ONG. Aunque la mayor parte de las víctimas son menores de 13 años, el grupo etario más numeroso es el de 13 a 16 años, cuando se cometen el 45 % de los abusos sexuales.
La violencia sexual se comienza a infligir en niños de 11 a 12 años en el 24 % de los casos, y entre los 7 y 10 años en el 21 %. Finalmente, un 10 % de las sentencias correspondían a víctimas de 0 a 6 años.
En el 79 % de los casos analizados, las víctimas son niñas y adolescentes. De hecho, en todos los tramos de edad, sobresalen las cifras en femenino con porcentajes superiores al 70 %, pero en las víctimas entre 13 y 16 años, la proporción de niñas o adolescentes se eleva hasta el 83 %.
Conocen al agresor y, a menudo, es parte de su familia
Alrededor del 84 % de los abusadores son conocidos, en mayor o menor grado, por los niños y las niñas, de acuerdo con las conclusiones del estudio que destaca los abusos cometidos por parte de familiares. En el entorno familiar se producen casi la mitad de los casos, siendo el padre el abusador más frecuente (12 % del total), seguido de otro familiar no identificado (10 %), la pareja de la madre típicamente masculina (9 %), el abuelo (6 %) y el tío (3 %).
Fuera del entorno familiar, son habituales otros agresores conocidos como amistades o compañeros de la víctima (10 % del total) conocidos de la familia (9 %) y educadores (6 %).
"Estos datos son solo la punta del iceberg. Estimamos que solo el 15 % de los casos de abuso sexual llega a denunciarse", ha recalcado el presidente de Save the Children, Andrés Conde, sobre un informe que "desmonta el mito" de que esta violencia es un problema "marginal".
"El abuso se da en todo tipo de familias y contextos, ya sea con progenitores divorciados, separados, con la tutela a cargo de un familiar o varios, o de la Administración Pública", afirma el documento. Además, únicamente en el 12,5 % de los casos el agresor tiene antecedentes.
"Graves carencias" en el sistema
Según el análisis de Save The Children, en casi de 8 de cada 10 casos no se grabó el testimonio del niño (la llamada prueba preconstituida) para evitar así que tengan que acudir en persona al juicio y revivir el trauma.
Además, "el sistema todavía adolece de graves carencias: la mayoría de profesionales del ámbito jurídico todavía no tienen formación especializada en derechos de infancia y queda mucho por avanzar en la creación de espacios amigables para que los niños puedan prestar su testimonio de forma respetuosa", ha añadido Conde.
Por su parte, la directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children, Catalina Perazzo, ha valorado la nueva ley de protección a la infancia frente a la violencia (LOPIVI), que contempla la especialización de la justicia: "tenemos mimbres para hacerla efectiva", ha reconocido.
Save The Children urge a crear estructuras judiciales y fiscales especializadas en los abusos sexuales a menores y que se cree una Fiscalía específica de violencia contra la infancia que participe en todos los procesos donde existan niños víctimas, distinta a la que existe para la protección de menores infractores.
"Cuando llegamos tarde, cuando un niño ya ha sufrido violencia, debemos actuar protegiéndoles, no vulnerando sus derechos de una nueva forma. La infancia y la adolescencia también tienen derecho a un juicio justo", ha concluido Perazzo.