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Los vacunados con Janssen recibirán a partir de hoy una dosis de refuerzo

RTVE. es
5 min.

Seis meses después de que se empezara a administrar la vacuna de Janssen frente a la COVID-19, los casi dos millones de españoles a los que se les inoculó el suero de la farmacéutica Jhonson & Jhonson (J&J) pueden pedir cita en su centro de salud a partir de hoy, 15 de noviembre, siempre y que hayan pasado tres meses desde su administración.

El suero de J&J brinda una protección frente a las infecciones sintomáticas y asintomáticas de la COVID-19 un 20% inferior que las otras tres marcas hasta ahora comercializadas (Pfizer, Moderna y AstraZeneca). Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúan su efectividad en menos del 67%, mientras que las vacunas Pfizer y Moderna presentan una efectividad de 95% y 94%, respectivamente.

La Comisión de Salud Pública ha instigado a los vacunados a ponerse un segundo 'pinchazo'. A pesar de que se recomienda no combinar vacunas, en este caso el suero administrado será Pfizer o Moderna, que son las dos fórmulas ARNm disponibles en España. Se han visto mejores resultados en las personas que han recibido la dosis de refuerzo Pfizer o Moderna que en las que han recibido una segunda dosis de Janssen.

Un reciente estudio del Ministerio de Sanidad, sitúa a Moderna como la vacuna más efectiva. En agosto de este año las personas inoculadas por Moderna, Pfizer, AstraZeneca y Janssen tenían una protección del 89%, 78%, 68% y 56%, respectivamente. En cuanto al riesgo de hospitalización, era de 86% con Janssen y alrededor de 98% con Pfizer y Moderna.

La campaña de revacunación empezó antes en Cantabria, País Vasco y Andalucía y los resultados son "prometedores", según la farmacéutica. Se ha registrado un nivel de anticuerpos "nueve veces superior" en las personas que ya han recibido la ‘segunda’ dosis de la profilaxis. Los datos se han comparado con los recogidos 28 días después de su primera inmunización.

Por otro lado, la Comisión también recomienda la inoculación de una dosis de refuerzo a las personas mayores de 70 años; personas inmunodeprimidas (aquellas cuyo sistema inmunitario es débil a la hora de combatir infecciones y otras enfermedades); personas en grupos de riesgo (aquellas con problemas cardiovasculares y/o pulmonares, hipertensión arterial y cáncer, entre otras enfermedades) y residentes de centros de mayores.

Localizar a las personas vacunadas con Janssen es todo un reto, pues muchas pertenecen a colectivos vulnerables y difíciles de ubicar. El papel de las ONG y servicios sociales es clave para poder llegar a ellos. Andalucía, Murcia, La Rioja y Baleares ya han empezado a movilizar sus servicios sociales; Canarias está acudiendo a los albergues; Cataluña está citando a los vacunados; Madrid y Galicia han empezado por los reclusos; y Castilla y León va a esperar a acabar de administrar la dosis de recuerdo a los mayores de 70 años.

Así fue la vacunación con Janssen

La vacuna Janssen se convirtió en abril en la cuarta (y última hasta la fecha) profilaxis en ser aprobada para su administración. Desde entonces, 1.970.836 personas fueron inoculadas. A diferencia de las vacunas de ARNm, este suero seguía una fórmula más "tradicional" y requería solo de una dosis.

Se empezó a inocular a las personas entre 70 y 79 años, pero poco después la campaña de vacunación se paralizó. En Estados Unidos unos casos de trombosis relacionados con la vacuna hicieron saltar las alarmas y hasta que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) no dio el visto bueno la campaña no se reanudó.

Una vez reanudada, Sanidad vio una ventaja en la monodosis para vacunar a población especialmente vulnerable y/o difícil de localizar. En concreto, se destinó a inocular a personas sin hogar, temporeros, inmigrantes en situación administrativa irregular, trabajadores del mar y personas con autismo profundo o enfermedades mentales con mucha agitación. Además, se vacunaron a las personas entre 40 y 49 años.

En julio la Universidad de Nueva York reveló que la vacuna estaba perdiendo efectividad y que los inmunizados podrían requerir una segunda dosis. Según el informe, el suero de J&J no brindaba una protección efectiva contra las nuevas variantes del virus, especialmente la variante delta, que es la más contagiosa y actualmente la más extendida en todo el mundo. En agosto se administraron las últimas dosis.

¿Qué es ARNm y por qué solo se administran Pfizer y Moderna?

Las cuatro vacunas que han sido aprobadas hasta el momento para frenar la COVID-19 funcionan de la misma forma: crean anticuerpos concretos con el fin de activar el sistema inmunológico. Sin embargo, a la hora de hacerlo, se pueden utilizar diferentes tecnologías. Pfizer y Moderna utilizan tecnología ARN mensajero y AstraZeneca y Janssen son de adenovirus.

A pesar de que todas tienen en común que activan nuestras defensas contra una de las proteínas del virus (la proteína S) hay una gran diferencia en su método. Las vacunas ‘tradicionales’ introducen en nuestro organismo un microorganismo inactivo, muerto o derivado de la enfermedad para que nuestro cuerpo adquiera memoria inmune y pueda defenderse.

Por otro lado, las vacunas de ARN mensajero contienen material genético del virus. Este material insta a nuestras células a producir una proteína del virus y, una vez copiada, destruye el material genético de la vacuna. En caso de infección desencadena una respuesta inmune, es decir, nuestro cuerpo reconoce la proteína y crea linfocitos T y B para luchar contra ella.

Las vacunas de tipo ARNm han mostrado una mejor protección frente a la COVID-19 y actualmente son las únicas que se administran en España. Las personas mayores de 65 años vacunadas por Pfizer o Moderna pueden recibir una dosis de refuerzo seis meses después desde la última administración. Las personas con enfermedades inmunodepresoras o que vivan o trabajen en lugares de riesgo también pueden recibirla.

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