La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, está decidida a liderar el PP regional y en plena guerra abierta con la dirección del partido, y sin haber solucionado uno de los principales frentes como es la fecha de celebración del Congreso -que salvo sorpresa tendrá lugar a finales del primer semestre de 2022, dada la negativa de Génova a adelantarlo-, se ha propuesto que sea la militancia quien tenga la última palabra, pues es donde reside buena parte de sus apoyos.
De esta forma, Ayuso pedirá que la fórmula de votación para elegir al nuevo líder del PP de la Comunidad de Madrid sea la de ‘un militante, un voto’, tanto en primera como en segunda vuelta. Fuentes del entorno de la presidenta dicen a RTVE que "tiene sentido" que se haga el sistema de votación como en el último congreso regional, es decir, el que eligió a Cristina Cifuentes en 2017, aunque en este caso bastó una primera vuelta para conocer el resultado.
En los estatutos del PP se contempla que los afiliados voten en primera vuelta y, de no obtenerse la mayoría necesaria, esto es, que uno de los aspirantes quede a 15 puntos o menos del ganador, se iría a segunda ronda. En ese caso, serían los compromisarios los que finalmente inclinen la balanza hacia uno u otro lado, sin que participe la militancia. Esta precisamente sería la baza de Génova: que, en una hipotética segunda vuelta, un rival de peso en el partido como el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, se haga con el máximo de los apoyos, ya que los compromisarios son una figura más controlable por la dirección del partido.
Sin embargo, Ayuso sabe que esta fórmula podría perjudicarle y, por ello, aboga por el método de 2017: el de convertir a todos los militantes en compromisarios, con el fin de que en segunda vuelta no se les excluya de la votación. Este sistema también está contemplado en los estatutos del PP para los congresos regionales y provinciales, si bien es la Junta Directiva regional del partido quien tiene la potestad y es ahí donde reside uno de sus principales inconvenientes.
Génova apuesta por el sistema general de primarias
Desde Génova, al menos por el momento, no barajan esta posibilidad, como tampoco la de adelantar la celebración del cónclave al primer trimestre de 2022, tal como reclama la presidenta madrileña. “No toca hablar de eso hasta que se convoque el Congreso”, advierten fuentes próximas a la sede nacional del PP, que aseguran además que, “si se da el caso, se mirará cuando toque".
En la misma línea se ha pronunciado este viernes el edil madrileño, quien apuesta por decidir el sistema de votación “cuando llegue el momento”. “No defiendo ni quiero ningún sistema de votación”, ha asegurado ante las preguntas de los periodistas. Precisamente este jueves se hacía público que Almeida y Ayuso mantuvieron la pasada semana un encuentro para intentar evitar la guerra interna que está provocando la futura presidencia del PP en la Comunidad. Mientras Ayuso quiere el cargo, Génova lo rechaza y, en medio, Almeida, que ha planteado buscar una tercera vía que evite que la formación se termine rompiendo en dos.
Fuentes del PP de Madrid defienden el sistema de primarias que se ha venido aplicando en los últimos congresos y aseguran que no existen motivos para aplicar un sistema excepcional, a pesar de que ya se hizo con Cifuentes. "En todos los congresos regionales y provinciales se han hecho igual. No entendemos por qué ahora ella quiere la excepcionalidad en Madrid. ¿No es ella la que defiende que Madrid no puede ser diferente?", apuntan a RTVE.
Según recalcan, los estatutos “se cambian en los congresos y no antes porque ves que con las reglas del juego no ganas". Y añaden que Ayuso ya defendió este sistema en el último Congreso Nacional celebrado en octubre, cuando le brindó su apoyo total a Casado. “No se entiende que ahora defienda lo contrario porque le conviene de esta nueva forma", subrayan, algo que desde el entorno Ayuso responden asegurando que la presidenta "lo hizo para apoyar a Casado".
Ayuso apuesta por la militancia
Ayuso lleva semanas apostando por dar un mayor peso a la militancia, pues es consciente de que es en las bases donde reside el grueso de su apoyo después de arrasar en las elecciones del 4-M: "Quiero hacer un partido nuevo, participativo (...) Daré nuevas herramientas y más formas de participación a todos los ciudadanos para que, de manera masiva, las personas que nos votaron entren a formar parte de esta nueva etapa", aseguró el pasado viernes.
Ahora, la última palabra la tiene la Junta Directiva del PP de Madrid. La misma que se reunió la pasada semana y donde se puso de manifiesto la ruptura entre los partidarios de la presidenta madrileña y los que apuestan por seguir con los tiempos y los procesos marcados por Génova.
Con esta nueva propuesta de 'un militante, un voto', Ayuso quiere evitar una situación como la que se vivió en las primarias del PP nacional tras la marcha de Mariano Rajoy, cuando Soraya Saénz de Santamaría ganó en la votación de los afiliados, pero Pablo Casado se impuso en segunda vuelta tras inclinarse por él los afines a Dolores de Cospedal o lo que es lo mismo, el aparato.