Pablo Casado tomaba las riendas del PP en 2018 en un Congreso extraordinario en el que contó con la estrecha colaboración de una mujer que entonces pasaba desapercibida y de nombre Isabel Díaz Ayuso. La actual presidenta madrileña formaba parte en ese momento del equipo muy cercano que hizo a Casado, contra todo pronóstico, líder del PP, pero cuesta encontrar en las crónicas políticas de entonces su nombre destacado.
Mucho han cambiado las cosas y en la Convención Nacional que este domingo llega a su fin todas las miradas han estado puestas en ella. En la jornada de este sábado y tras un viaje a EE.UU que le había hecho ser la gran ausente del cónclave 'popular', Ayuso ha reaparecido para zanjar el debate sobre su posible salto a la política nacional y al liderazgo del PP y, tras abrazarse con Casado, le ha dicho delante de todo el partido que tiene "meridianamente claro" su sitio y ese no parece ser, de momento, el de Casado. Cierre total de filas en torno al líder.
"Te quiero decir, Pablo, delante de la gente que más te quiere, de tu mujer, del partido, de tu familia, de los medios, de todo el mundo, te quiero dejar claro que tengo meridianamente claro dónde está mi sitio y sé que mi sitio es Madrid y que daré lo mejor para Madrid porque Madrid es España y porque necesitamos que tú llegues a ser el presidente del Gobierno". Estas han sido las contundentes palabras de Ayuso, que ha recibido todo el partido con aplausos, los mismos que a ella le ha brindado a las puertas de la convención parte de la militancia al grito de 'presidenta, presidenta'.
Mensaje de unidad tras meses de ruido interno
Casado y Ayuso han escenificado así la unidad en torno al presidente y su proyecto para llegar a La Moncloa. Unidad puesta en cuestión durante meses por un protagonismo de Ayuso que no ha parado de crecer tras su arrolladora victoria en la Comunidad de Madrid en las elecciones del 4M- frente a los fracasos electorales de Casado, que llevo en abril de 2019 al partido al peor resultado de su historia-. También por la senda iniciada por la presidenta con una agenda política propia marcada por una fuerte oposición al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, especialmente durante la pandemia; una alta cota de popularidad más allá de los límites de Madrid que roba protagonismo a Casado; y la reciente guerra abierta con Génova por el control del PP madrileño, batalla esta aún sin cerrar, que elevó la temperatura entre Génova y Ayuso.
La 'popular' confirmó públicamente a primeros de septiembre que se postularía para presidir el PP de Madrid y exigió adelantar el congreso regional para preparar las elecciones autonómicas y municipales de 2023. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ni confirma ni desmiente que pueda ser su rival.
Con estas circunstancias, el fuego interno no ha dejado de crecer este 2021 y el 'monstruo' Ayuso suponía un claro desafío para el liderazgo de Casado reconocido en el partido, más en privado que en público. Génova ha tratado siempre de apagar ese fuego y no había mejor bombero que la propia Ayuso y mejor escenario que la convención nacional del PP, hasta ahora algo ensombrecida por polémicas variadas durante toda la semana.
La 'popular' ha dicho estar viviendo una "especie de infierno político mediático" a raíz de manifestar su clara intención de liderar el PP de Madrid. "Eso es lo de menos", ha remarcado este sábado, dejando claro que ahora lo importante es la unidad del partido en torno a Casado.
Fuentes cercanas a la presidenta de la Comunidad de Madrid han asegurado que buscaba con su intervención ofrecer un discurso "muy pensado" sin "aristas" ni "malentendidos". Y a sus ya famosos mantras- "socialismo o progreso" y "socialismo o libertad"- ha unido otro: hay que elegir entre Sánchez y Casado.
El objetivo 'oficial' de esta macroconvención itinerante es relanzar el proyecto ideológico del partido para reunificar en torno al PP a todo el centro derecha en las próximas elecciones generales, pero a nadie se le escapa que Casado pretendía con este cónclave dejar claro que su liderazgo no puede tener fisuras si pretende llegar al Gobierno de España. Para ello la mayor piedra a nivel interno en el partido es (o era) Ayuso y el mensaje debía ser muy contundente al respecto. El resto de 'barones' lo han repetido este sábado en el cónclave, que marca una senda clara a partir de ahora: todos están con Casado, incluida Ayuso. Todos le han prometido "lealtad".
Más que explícito ha sido el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que daba por hecho que Ayuso acudía a sumar: "Que los codazos y las zancadillas se los dejan a otros". Algunos han tirado de ironía para mostrar su apoyo a Casado: "Querido presidente, yo también me quedo en Murcia", le ha dicho el presidente regional, Fernando López Miras.
Tras la jornada en la que presidentes autonómicos han sido los protagonistas, Casado se ha ido a comer con ellos. Desde el PP nacional se ha visto con buenos ojos el "cierre de filas" en torno al presidente y se da por "superada" la polémica interna con la presidenta madrileña.
Eso sí, fuentes próximas a algunos líderes territoriales han mostrado en privado su "malestar" con Ayuso por la intervención con la que pretendía llevarse, dicen, "todos los titulares". "No procedía", "Ayuso es así" y "todo va a seguir igual" son algunos de los comentarios que han hecho algunos miembros del PP.
Casado apuntará este domingo su estrategia "para llegar a La Moncloa"
Con un camino más despejado para Casado, con los expresidentes Mariano Rajoy y José María Aznar ofreciéndole su apoyo esta semana, y todos los 'barones' y líderes territoriales a su disposición para ayudarle a llegar a la Presidencia del Gobierno, se espera que este domingo el presidente del PP marque con su discurso la hoja de ruta a seguir- ideológica y estratégica- para sacar de La Moncloa a Pedro Sánchez y conseguir esa ansiada reunificación del voto conservador con Vox acechando al PP como tercera fuerza política en España.
El secretario general del partido, Teodoro García Egea, ha lanzado ya este sábado algunas líneas de por dónde puede ir el mensaje final de Casado, ante 9.000 asistentes, y ha atribuido al presidente la subida clara del partido en las encuestas.
Egea ha reivindicado que "los gobiernos de la libertad" deben ser solo con Ciudadanos y ha mantenido al margen a Vox al señalar que tres años después de los pactos firmados en comunidades como Andalucía se ha demostrado que ese es el modelo a seguir por el PP. "Por eso decidimos que los gobiernos de libertad serían con Ciudadanos y sólo con Ciudadanos. Pactar con dos socios que no se hablan entre sí no es fácil, pero tres años después todos vemos que mereció la pena mantenerse firme", ha puntualizado.
El número dos del PP ha repetido en varias ocasiones el lema 'unir para ganar, ganar para gobernar y gobernar para dar un futuro a los españoles' e incluso ha llamado a los "socialdemócratas enfadados con Sánchez" a unirse al proyecto del PP, único partido, han repetido todos los presentes en el cónclave, "capaz de sacar al PSOE del Gobierno".