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Miocarditis en vacunados contra la COVID-19, un posible efecto adverso de baja incidencia y buena evolución

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Usuarios de redes sociales comparten una gráfica con un aumento de casos de miocarditis en vacunados en EE.UU. en 2021. Se apunta que estas patologías han dejado de ser “raras” por las inyecciones contra la COVID-19. El incremento de notificaciones por posibles miocarditis en estadounidenses que han recibido la vacuna contra el coronavirus es cierto pero la incidencia se mantiene muy baja, en el 0,000058% de todos los inoculados en ese país.

Mensajes de Twitter, Facebook y Telegram muestran una gráfica con más de 11.000 notificaciones de posibles casos de miocarditis en vacunados en EE.UU. en 2021, mientras en los años precedentes solo hay decenas de reportes. “Los casos de miocarditis eran raros hasta el 2021. ¿A que [sic] se deberá? #Covid_19 #Pfizer #Moderna #AstraZeneca”, señala un tuit.

La gráfica de los mensajes es real y usa los datos de VAERS, el sistema de notificación de posibles reacciones adversas en EE.UU. Señala que hasta el 22 de octubre de 2021 hubo 11.017 notificaciones por posibles casos de miocarditis o pericarditis en vacunados contra la COVID-19 o contra la gripe. Esta cifra supone el 0,000058% del total de personas vacunadas contra el coronavirus en EE.UU.  hasta ese momento, más de 189,9 millones de personas.

Como te recordamos cuando hablamos de VAERS y otros compilatorios similares, esos 11.017 reportes son avisos todavía no contrastados por las autoridades sanitarias estadounidenses.

¿Qué dice la FDA sobre los casos de miocarditis en vacunados?

La miocarditis es una patología que implica una inflamación del músculo cardiaco y la pericarditis es la inflamación de la capa exterior que recubre el corazón. La Agencia del Medicamento estadounidense (FDA) sitúa la miocarditis y la pericarditis como “posibles efectos secundarios” de las vacunas anticoronavirus de Pfizer y Moderna.

La FDA asegura que la incidencia de ambas patologías tras la vacuna es “muy baja” (página 4 de esta Hoja Informativa) y que “la mayoría de los afectados” fueron hospitalizados, respondieron “bien al tratamiento” y “sus síntomas desaparecen”.

¿Qué dicen las autoridades sanitarias europeas?

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) cataloga desde julio la miocarditis y la pericarditis como posibles efectos secundarios de las vacunas de Pfizer y Moderna que aparecen “en casos muy raros”. En línea similar a la FDA, la EMA señala que las personas afectadas tras vacunarse contra la COVID-19 “generalmente mejoran con descanso o tratamiento”.

¿Qué dicen las autoridades sanitarias en España?

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) también sitúa la miocarditis y la pericarditis como “una posible reacción adversa conocidade frecuencia de aparición muy baja y generalmente de buena evolución”, como consta en este comunicado del 7 de octubre. La agencia sanitaria española apunta en la misma nota de prensa que los afectados tienen “generalmente” una “buena evolución”.

En resumen, miocarditis y pericarditis son dos posibles efectos secundarios de la vacuna contra el coronavirus reconocidos por las autoridades de EE.UU., la Unión Europea y España, pero con una incidencia muy baja. Es falso que los fármacos contra la COVID-19 hayan provocado que los casos de miocarditis y pericarditis dejen de ser raros, como sugieren los mensajes de redes.

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