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De El Chicle a Igor el Ruso: ¿a quién se ha aplicado la prisión permanente revisable en España?

  • La pena, vigente desde 2015, se ha aplicado a casos de asesinato con agravantes, algunos muy mediáticos

  • El Constitucional ha avalado esta medida al desestimar los recursos presentados por el PSOE y otros partidos en su día

ÁLVARO CABALLERO
6 min.

Seis años después de su entrada en vigor, el Tribunal Constitucional ha avalado este martes la prisión permanente revisable, la condena más dura que contempla el Código Penal. Aprobada en medio de una gran polémica por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2015, fue recibida por la crítica unánime del PSOE y el resto de partidos de la oposición, que elevaron un recurso a esta corte al considerar que violaba la Carta Magna por no contemplar la reinserción de los presos.

Precisamente, el tribunal ha rechazado, por siete votos a tres, el argumento de que esta pena es una "cadena perpetua encubierta", como la calificaron los socialistas al presentar el recurso, y considera que se ajusta a la Constitución al poder ser revisada.

Esta pena se aplica por tiempo indefinido, aunque, como su propio nombre indica, está sujeta a revisiones periódicas. Los reos que hayan sido condenados tienen que cumplir mínimo 25 años de pena, salvo algunas excepciones. Hasta ahora, han sido condenadas 19 personas por asesinatos a víctimas vulnerables y asesinatos múltiples, algunos de ellos casos muy mediáticos como el del descuartizador de Pioz, el de Norbert Feher (Igor el Ruso) o los asesinos de Diana Quer o el pequeño Gabriel Cruz, aunque la ley también la contempla para crímenes cometidos por organizaciones terroristas, homicidios contra la Corona o genocidio.

David Oubel, el parricida de Moraña

La primera condena a prisión permanente revisable en España llegó en 2017, dos años después de su aprobación, y fue para David Oubel, conocido como el parricida de Moraña por haber matado brutalmente a sus dos hijas en esta localidad de Pontevedra. Oubel confesó el asesinato de sus hijas, de 9 y 4 años, usando una sierra radial eléctrica y un cuchillo de cocina, después de haberlas drogado previamente para reducir sus posibilidades de defensa.

Mientras leía su petición para que se aplicara por primera vez la máxima pena a Oubel, el fiscal del caso no pudo contener las lágrimas y tuvo que detener su lectura.

Ana Julia Quezada, autora del asesinato del pequeño Gabriel

Fue uno de los casos más mediáticos en los últimos años. La desaparición del pequeño Gabriel Cruz en 2018 despertó un movimiento de solidaridad en toda España y ocupó portadas y horas de televisión. En 2019, un jurado popular en la Audiencia Provincial de Almería declaró culpable a Ana Julia Quezada de haber asesinado con alevosía a Gabriel en Níjar (Almería) y fue condenada a prisión permanente revisable.

A Quezada, que en el momento del asesinato era la pareja sentimental del padre del niño, se le imputó por ello el agravante de parentesco. Fue la primera mujer que recibió esta pena en España.

José Enrique Abuín (El Chicle)

Otro mediático caso que terminó en prisión permanente revisable fue el del asesinato en 2016 de la joven Diana Quer en A Pobra do Caramiñal (A Coruña). Su autor confeso, José Enrique Abuín, más conocido como El Chicle, fue condenado a la máxima pena del Código Penal por agresión sexual y por asesinar con alevosía a Quer. Uno de los supuestos que contempla la ley para aplicar la condena es, precisamente, el asesinato cometido tras un delito contra la libertad sexual.

El caso se convirtió en todo un símbolo de esta pena, ya que el padre de la joven madrileña, Juan Carlos Quer, se erigió como uno de los principales defensores de la medida. Recogió tres millones de firmas para evitar su derogación, que entregó en 2019 en el Congreso y se reunió con el líder del PP, Pablo Casado, para trasladarle su propuesta de ampliación de la condena a otros casos como el asesinato con secuestro previo y ocultación del cadáver, o el de violadores en serie

Nortbert Feher (Igor el Ruso)

Norbert Feher, más conocido como Igor el Ruso, ya era uno de los criminales más buscados en Italia, donde cometió supuestamente tres asesinatos. En España perpetró otros tres, concretamente en Andorra (Teruel) en 2017, por los que la Audiencia provincial lo condenó a prisión permanente. Feher asesinó a tiros a un ganadero y a dos guardias civiles, unos crímenes que llevó a cabo con alevosía, de forma sorpresiva y con ensañamiento, según el juez.

En su defensa, el acusado argumentó que cometió el asesinato contra los agentes porque tenía que salvar una Biblia que llevaba en una mochila que había dejado en el vehículo que robó al ganadero José Luis Iranzo, y con el que pretendía huir.

Patrick Nogueira, el descuartizador de Pioz

Conocido como el descuartizador de Pioz, Patrick Nogueira fue condenado a tres penas de prisión permanente por el asesinato múltiple de sus tíos y de los hijos de estos en esta localidad de Guadalajara en 2016, aunque luego el Tribunal Supremo revocaría dos de estas tres condenas. El jurado encargado de juzgar en la Audiencia Provincial de Guadalajara el brutal cuádruple crimen consideró que no se acreditaba ningún problema mental que pudiera atenuar la pena y calificó de asesinato "hiperagravado" la muerte de los dos pequeños, de uno y cuatro años. Fue el primer caso en el que se estableció prisión revisable por la comisión de más de dos asesinatos.

El joven mató a sus tíos, los descuartizó y metió en bolsas de plástico. También asesinó y guardó en bolsas de plástico a los niños, y mientras cometió los hechos mantuvo conversaciones de WhatsApp jactándose de lo que había hecho con un amigo de Brasil. Los cuerpos se descubrieron un mes después, el 17 de septiembre de 2016, cuando un empleado de mantenimiento alertó a los vigilantes de seguridad de la urbanización del mal olor que procedía de la vivienda.

Sergio Díaz: primera pena revocada en el Supremo

El Tribunal Supremo siempre había avalado las penas a prisión permanente impuestas por las audiencias provinciales, aparte de las dos condenas revocadas a Nogueira. En 2019, el alto tribunal dejó sin efecto también la pena impuesta al joven cántabro Sergio Díaz, quien asesinó con ensañamiento en 2016 al abuelo de su exnovia.

La Audiencia de Tenerife había considerado que el asesinato del anciano, con alevosía y ensañamiento, era merecedor de una condena a prisión permanente, ya que la víctima era vulnerable, por su edad y por su condición de discapacidad. Sin embargo, el Supremo consideró que se estaba aplicando dos agravantes a una misma vulnerabilidad y sustituyó la pena por 24 años de cárcel, para evitar la "quiebra del principio non bis in ídem" (principio que impide castigar dos veces a una persona por un mismo hecho).

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