El cierre de filas en torno al presidente del Partido Popular (PP), Pablo Casado, ha sido la tónica dominante durante las siete jornadas de la Convención Nacional que ha recorrido varias ciudades españolas, en la que desde Génova no solo dan por superada -al menos por el momento- la polémica interna con la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sino que se muestran convencidos de que el mensaje de unidad lanzado por expresidentes, ‘barones’ territoriales y líderes internacionales servirá como trampolín para impulsar a Casado hacia La Moncloa, a pesar de los 'traspiés' de algunos de sus ponentes.
Como broche final de la Convención, el líder del partido se ha lanzado a por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de quien dice que derogará todas sus leyes para poner fin al "trienio negro", y al mismo tiempo ha retado a Vox con un discurso más conservador. Los ‘populares’ han querido reproducir con esta Convención los resultados que el cónclave celebrado en Sevilla en 1990, con José María Aznar a la cabeza, tuvo para el partido: "rearmar ideológicamente" al PP, ratificar la estrategia de avanzar hacia el centro en busca de un espacio más amplio de electorado y sentar las bases para ganar las próximas elecciones generales.
En total, siete días con seis localizaciones: Santiago de Compostela, Valladolid, Madrid, Sevilla, Cartagena y Valencia, donde la Convención ha cerrado por todo lo alto con el discurso de Casado ante más de 9.000 asistentes, según los cálculos del partido. Estos han sido los hitos más destacados:
Casado se compromete a derogar todas las leyes de Sánchez
El presidente del PP ha mandado un contundente mensaje de unidad al asegurar que siguen "unidos como una piña y fuertes como una roca". Según ha añadido, necesitan un PP "ancho", "fuerte" y "unido" para ganar las elecciones, volver a gobernar y "devolver el poder a los españoles". En este sentido, se ha mostrado muy crítico con Sánchez, al que no ha nombrado: "No he venido a hablar del aún inquilino de La Moncloa; él es el pasado, aunque aún no lo sepa", ha exclamado, para después asegurar que derogará todas las leyes puestas en marcha por los socialistas como la Ley de Memoria Democrática, la Ley Celaá, la de eutanasia y "todas las leyes que atentan contra las mujeres".
En un claro guiño a los votantes más conservadores, Casado se acercaba así al discurso de Vox, al que junto a Ciudadanos ha querido lanzar un mensaje: "Los que vinieron a sustituirnos se han ido quedando por el camino. El PP es mucho PP", ha insistido. Además, ha hecho una llamada a que vuelvan al PP liberales y conservadores, pero también tienen cabida en su proyecto, ha dicho, los socialdemócratas decepcionados con los pactos de Sánchez con el "nacionalismo radical" y con "amigos de los asesinos de concejales socialistas". "El PP se fundó para unir a todo lo que estuviera a la derecha del PSOE, pero ahora también tenemos conseguir la unión de todos los constitucionalistas", ha añadido.
Ayuso y Casado ‘firman la paz’
Ha sido la imagen de la Convención: el abrazo de Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado. Tras semanas de polémica sobre el choque con Génova por el control del PP madrileño, ambos líderes han escenificado la unidad en torno al presidente y su proyecto para llegar a La Moncloa: "Te quiero decir, Pablo, delante de la gente que más te quiere, que tengo meridianamente claro dónde está mi sitio y sé que mi sitio es Madrid y que daré lo mejor para Madrid porque Madrid es España y porque necesitamos que tú llegues a ser el presidente del Gobierno", aseguró Ayuso. El auditorio se puso en pie y regaló una ovación atronadora, ya que estaban asistiendo en directo a la ‘firma de la paz’.
No obstante, fuentes próximas a algunos líderes territoriales han señalado en privado su "malestar" con la presidenta madrileña por una intervención en la que, dicen, pretendía llevarse "todos los titulares". "No procedía en este momento", recalcaban.
Mensaje de unidad de los ‘barones’ regionales y expresidentes nacionales
Este mensaje de lealtad a Casado ha sido repetido por el resto de líderes autonómicos prácticamente a diario. Todos han exhibido la unidad interna que “caracteriza” al PP y han dado por hecho que Ayuso acudía a sumar: "Los codazos y las zancadillas se los dejamos a otros", apuntaba el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. “Este partido está unido, venimos todos aquí a meter el hombro”, insistía el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.
Casado también ha querido contar con la participación activa de sus dos antecesores al frente del PP en este encuentro: los expresidentes Mariano Rajoy y José María Aznar, el primero en Santiago de Compostela y el segundo, en Sevilla. “Vas a ser presidente y lo vas a hacer bien”, insistió Aznar, despejando así las dudas sobre su apoyo al actual líder del partido, después de que en junio llamase a seguir el "camino" que marcó el triunfo de Ayuso en las elecciones del 4-M. Rajoy, por su parte, se mostró convencido de que el cónclave servirá para cumplir el objetivo de ganar las próximas elecciones y llegar al Gobierno.
Aznar respalda a Casado: "Vas a ser presidente del gobierno"
"El PP soluciona los desastres de los gobiernos socialistas"
Frente a los expresidentes, Casado aprovechó para reivindicar la labor de ambos líderes al frente del Gobierno, incidiendo en la idea de que el Partido Popular "arregla" en el Ejecutivo lo que otros (en referencia al PSOE) “desarreglan” previamente. "A los españoles les fue mejor, España iba bien", recalcó Casado en un ejercicio de enumeración de los “éxitos” de la administración de Aznar, incluyendo el “milagro económico estudiado en las universidades americanas”. Así, lamentó que, al igual que les ocurrió a sus expresidentes, el "legado" que recibirá cuando llegue a La Moncloa será "muy distinto" al que dejan los gobiernos del PP.
Críticas al populismo, sin mencionar a Vox
Durante estas siete jornadas, el PP también se ha reivindicado como alternativa contra "el populismo, el nacionalismo y el comunismo". El propio Casado señaló que había que luchar contra ellos y “fraguar un proyecto político alternativo en España”. En pocas ocasiones durante la Convención se ha mencionado expresamente a Vox, aunque su sombra ha sobrevolado toda la semana. Varios líderes europeos han aprovechado para pedir al presidente que se aleje de los populismos "desde la política”, abordando temas que esos partidos "usan para hacer daño", como son la inmigración o la seguridad.
Rajoy, por su parte, le recomendó no caer en "tentaciones populistas" y Feijoó, en la misma línea, le sugirió que no repitiera "lo que hizo el PSOE con Podemos". En este sentido, el secretario general del partido, Teodoro García Egea, reivindicó que "los gobiernos de la libertad" deben ser solo con Ciudadanos, manteniendo al margen a Vox al señalar que tres años después de los pactos firmados en comunidades como Andalucía se ha demostrado que ese es el modelo a seguir por el PP.
Respecto a los nacionalismos, Aznar se pronunció con contundencia: "España es una nación, no tres ni siete: Una. Ni plurinacional ni multinivel ni la madre que los parió", proclamó. Mientras que Casado ha instado a Sánchez en varias ocasiones a “hacer todo lo posible para cumplir su palabra y traer de vuelta” al expresidente catalán Carles Puigdemont, tras su detención en Cerdeña, “un delincuente fugado y en busca y captura por el Tribunal Supremo de España", apuntó.
"Aquí estamos otra vez con los bolsillos limpios"
Aunque durante el Cónclave no se había hablado de corrupción, en línea con esta nueva estrategia de "regeneración" del partido, que incluía, entre otras medidas, dejar de dar explicaciones sobre los casos de corrupción en los que el PP se vio envuelto en el pasado, Casado ha hecho una declaración de intenciones durante su discurso final, asegurando que los 'populares' vuelven con "los bolsillos limpios". "Aquí estamos otra vez con la cabeza alta, las manos blancas, los bolsillos limpios y el corazón enamorado de España", ha expresado.
Las víctimas del terrorismo, contra el Gobierno
Las víctimas del terrorismo centraron la segunda jornada de la Convención. En Valladolid, los dirigentes de las fundaciones Miguel Ángel Blanco, Jiménez Becerril y Dignidad y Justicia reclamaron al Gobierno que cesase la "impunidad" y los homenajes a etarras, que en su opinión marcan en la actualidad el relato histórico que quedará tras la violencia. Posteriormente, Casado y el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, homenajearon a Miguel Ángel Blanco con una foto junto a la placa con el nombre del edil.
Polémicas y 'trapiés'
Aunque han sido las intervenciones de varios ponentes los que han empañado el cónclave desde el comienzo. La primera, por la condena de un año de prisión al expresidente Nicolás Sarkozy por financiación ilegal, solo un día después de que participara en la Convención y Casado le definiera como un "buen ejemplo de gestión" del que tomar ejemplo.
Posteriormente, el nobel de Literatura Mario Vargas Llosa levantó las críticas de la izquierda tras señalar, respecto a la “difícil” situación que atraviesa América Latina, que saldrá de ella "cuando los latinoamericanos descubran que han elegido mal". Y es a su juicio "lo importante de unas elecciones no es que haya libertad, sino votar bien".
Vargas Llosa: "Los países que votan mal, lo pagan muy caro"
“Que en la próxima Convención seamos más mujeres”
El feminismo también se coló en el cónclave en la conferencia ‘Feminismo Liberal’. Allí una ponente, Paula Gómez de la Bárcena, afeó la falta de mujeres en primera línea en otras mesas. “Si no lo digo, reviento. ¡En esta convención hay menos representantes femeninas que en cualquier consejo de administración del IBEX! ¡Buscadlas, por Dios, las hay, están!”, apuntó la empresaria. En la misma línea, la presidenta del PP de Lugo, Elena Candia, expresó en su breve intervención ante Pablo Casado "una petición”: “que en la próxima convención seamos más mujeres", que recibió un sonado aplauso por parte del público.