Frontera de Pakistán con Afganistán. Al otro lado de la valla del paso de Torkhum, los milicianos talibanes afganos. No tienen miedo, sino la actitud victoriosa del que ha derrotado a la primera potencia mundial y siente que lo ha hecho únicamente con sus armas y, por supuesto, con la ayuda de Dios.
Los combatientes talibanes controlan el paso fronterizo entre Afganistán y Pakistán
Eso precisamente es lo que nos dijo Hamid ul Haqanni, el rector de la madrasa 'Haqanniya' a 50 kilómetros de Peshawar. Algunos la conocen como la "universidad de la yihad". Allí estudiaron el Mulá Omar - fundador de los talibanes- y Jalalubdin Haakani, el hombre que convirtió a la red Haqanni en una de las principales facciones dentro del grupo.
TVE visita la madrasa de Pakistán donde se formó el fundador de los talibanes - Ver ahora
Ellos son sólo algunos de los negociadores y dirigentes talibanes que tras veinte años de guerra han derrotado a Estados Unidos. El rector y diputado de la Asamblea nacional de Pakistán niega que suya sea una fábrica de terroristas, aunque el antiguo gobierno de Afganistán pidió su cierre bajo la acusación de ser el alma mater del fundamentalismo más radical.
Reeditar el emirato
“Si un estudiante de Harvard o de Oxford comete un atentado, eso no quiere decir que su Universidad sea una organización terrorista”, nos dice Hamid ul Haqqani. Sin embargo, lo cierto es que los talibanes afganos y su nuevo ejecutivo tienen la impronta de esta madrasa, igual que lo tuvo el anterior régimen talibán que comenzó a mediados de los años 90 del pasado siglo y terminó con la invasión estadounidense en 2001.
Veinte años después los estadounidenses se han marchado y Afganistán es un país sumido en la incertidumbre en el que los talibanes intentan reeditar una versión 2.0 de su antiguo emirato. Aún es pronto para saber cómo será pero, a juzgar por los integrantes del nuevo gobierno, parece que no habrá muchas variaciones, excepto que ahora podrán más cuidado a la hora de albergar terroristas internacionales como Bin Laden, para que no haya otra intervención internacional que los derroque.
La vieja guardia está muy presente con los Mulás Akhund y Baradar, mano derecha del Mulá Omar y el hijo de éste, el Mulá Yaqoob al frente del Ejército. También un Haqqani, Sirajudin, en el ministerio de Interior, pese a ser uno de los hombres más buscados por el FBI por terrorismo. Con estas alforjas y las primeras prohibiciones promulgadas, tales como la segregación por sexos en la Universidad. Todo hace indicar que el nuevo régimen será tan radical o más que el anterior.