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'Vuelta al cole'

Los docentes ante el nuevo curso: "curtidos" en protocolos COVID, pero con más alumnos y menos refuerzos

  • La comunidad educativa critica que las autonomías puedan volver al número de alumnos por aula previo a la pandemia

  • El profesorado también lamenta que la mayoría de comunidades hayan hecho recortes en las plantillas de refuerzo

JESSICA MARTÍN
9 min.

Lo que hace un año les parecía un reto difícil de superar con éxito ahora forma parte de su rutina. Tienen tan interiorizados los protocolos COVID y están tan “curtidos” en la gestión de casos sospechosos o positivos que, para los docentes, la segunda ‘vuelta al cole’ de la pandemia no representa un gran cambio en la teoría. Lo que sí cambiará este curso, y mucho, es la práctica, ya que hay dos nuevos factores que harán más difícil la vida en los centros: una subida generalizada del número de alumnos por aula y un descenso en las plantillas del profesorado de refuerzo.

“Aparentemente, todo es igual, pero en realidad estamos un poco peor que el año pasado porque partimos de unas mismas exigencias de higiene y salud, pero no respetan una ratio baja de alumnos por aula y eso complica todo. Además, tenemos menos profesores para hacer que se cumplan las mismas medidas. En nuestro centro han quitado las aulas que abrieron para desdoble”, cuenta a RTVE.es Marina, maestra de Infantil en un colegio público de la Comunidad de Madrid.

Mientras explica cuál es la situación, ordena algunos juguetes en un aula que pronto se llenará de alumnos. El pasado curso, como máximo, podía haber 20 niños en esa misma clase y esta vez podrán ser 28: “Se nos dijo que mantendrían los refuerzos, pero no es cierto. Solo en Infantil nosotros tenemos dos profesores menos y se nota. Nos faltan días para organizar lo que tenemos”, lamenta la docente.

Primer obstáculo: vuelta a ratios prepandemia en casi todas las comunidades

La crítica de Marina es la misma que hacen otros muchos 'profes' de distintas comunidades autónomas, quienes aseguran que uno de los grandes problemas con el que se están encontrando es la vuelta a las ratios prepandemia (un máximo de 25 alumnos en Primaria, 30 en ESO y 35 en Bachiller), después de que el curso anterior se bajaran esos números a un tope de 20-25 escolares por aula.

Los protocolos no sirven de mucho si no se bajan las ratios. Un menor número de alumnos por clase es clave para que no haya ningún rebrote, pero además es lo que permite una mayor calidad en la enseñanza. Las administraciones esto lo saben, lo que ocurre es que reducirlo implica invertir más. Ya se sabe que la educación es cara, pero creo que deberían legislar para que nuestros niños y niñas tengan derecho a una enseñanza digna”, recalca Rubén, profesor de un colegio público de la provincia de Valladolid.

Desde su punto de vista, si la situación no "salta por los aires" el próximo curso será porque, una vez más, los profesionales de la enseñanza buscarán soluciones a cada obstáculo que aparezca: "Esto volverá a funcionar y no pasará nada porque en educación hay mucha gente vocacional y las familias están a nuestra entera disposición para que todo salga bien, pero no nos lo ponen fácil".

Los sindicatos de enseñanza también coinciden en que la predisposición y la experiencia del curso anterior ayudan, pero consideran que las medidas acordadas para el nuevo curso hacen difícil garantizar la distancia de seguridad y complican la labor de los centros a la hora prevenir los contagios.

El presidente de ANPE, Nicolás Fernández, estima que casi todas las comunidades volverán a las ratios prepandemia, aunque admite que la información no está siendo clara. Algunos gobiernos regionales anunciaron que se mantendrían las ratios del curso anterior, pero "habrá que esperar", dice, a ver cómo se desarrolla finalmente el curso. Esto último dependerá mucho de cuánto hayan visto reducido el personal de refuerzo.

"La mayor reivindicación que hacemos de cara a este curso en el que todavía hay una pandemia es que no se deberían haber reducido las plantillas COVID. El año pasado tuvimos más de 35.000 profesores de apoyo y refuerzo para atender a esos grupos estables, hubo que habilitar aulas alternativas en gimnasios, laboratorios y bibliotecas, y así y todo hubo enseñanza semipresencial en determinados niveles. Si ahora reducimos plantillas y la presencialidad se pretende que sea total, como debe ser, lo que tememos es que no se puedan cumplir íntegramente las medidas y haya rebrotes", señala Fernández a RTVE.es.

Aragón, Asturias y Madrid plantean volver a los ratios de alumnos anteriores a la pandemia

Reducción "drástica" del profesorado de refuerzo

Según los cálculos de ANPE, la reducción del profesorado de refuerzo es "drástica". Solo seis comunidades autónomas (Cataluña, Castilla y León, Castilla La-Mancha, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana) han comunicado que mantendrán los refuerzos del profesorado COVID del curso anterior, mientras que en el resto de España los recortes son desiguales.

De las regiones que han ofrecido datos, algunas de las que más profesorado extra pierden, según este sindicato, son Madrid, donde de los casi 8.000 se quedarán 2.931 y Cantabria (de 450 a 130). Le siguen otras como Andalucía (de 7.000 a 4.600), Canarias (de 1.658 a 1.016), Extremadura (de 750 a 600) y Asturias (de 474 a 392), mientras que Murcia ha anunciado que no habrá refuerzos y se desconocen, de momento, los datos relativos a Galicia, Baleares, La Rioja y Aragón.

Por su parte, el sindicato CSIF calcula que el nuevo curso contará con 17.000 profesores menos con respecto al año pasado, una cifra que supone una reducción del 40%.

Según la secretaria del sector nacional de Educación, de Coordinación Autonómica y Negociación del CSIF, Isabel Madruga Abajo, CSIF ha detectado que las noticias de contrataciones que ha obtenido el sindicato son "desiguales". "Hay algunas que no nos han dado esas noticias, otras que dicen que se refuerzan en el primer trimestre y en otras ocasiones no hay información oficial sobre si el número prometido estará en las aulas", ha criticado. En cualquier caso, ninguna comunidad aumentará el refuerzo de docentes, sino que, como mucho, los mantendrán, añade Gutiérrez.

Más cerca - Los docentes contratados como refuerzo Covid piden continuidad - Escuchar ahora

El sindicato CC.OO. se ha pronunciado en la misma línea respecto a esta reducción: "La plantilla extra que se añadió el curso pasado ha demostrado ser imprescindible, aunque insuficiente, y ha quedado clara la eficacia de las ratios bajas para mejorar la calidad educativa", ha señalado en declaraciones a Europa Press. Este sindicato considera que el número de estudiantes por aula debería ser de máximo 20 en cualquier etapa educativa, y para ello habría que mantener las contrataciones del curso pasado e incrementarlas en, al menos, 40.000.

Borja, docente y miembro del equipo directivo de un colegio de Valencia, esperaba contar también este curso con personal extra, según lo anunciado, pero asegura que, al menos en su centro, no dispondrán de refuerzo: "El año pasado vinieron dos maestros más. Parece que es poco, pero lo notamos muchísimo. En el momento en que te faltan, como nos pasa ahora, es tremendo porque tenemos que hacer malabares", dice.

Menos distancias y variante delta, pero mejor situación sanitaria

La otra principal novedad respecto al curso anterior, la flexibilización de las distancias de seguridad de 1,5 a 1,2 metros en la mayoría de circunstancias, tampoco la ven con buenos ojos ni el presidente de ANPE ni algunos docentes.

"El COVID sigue y el año pasado no teníamos la variante delta. Eso nos preocupa", admite María, profesora de inglés en un colegio de Primaria de la provincia de Granada en el que todavía no saben si contarán con refuerzos.

Borja, sin embargo, ve esta variante del coronavirus como "un cambio más". La incertidumbre sigue siendo grande, reconoce, pero cree que la situación sanitaria es algo mejor este año porque todos los docentes y también un porcentaje del alumnado está vacunado.

"No estamos más ni menos asustados, estamos igual. Te terminas acostumbrando a lo malo. Estamos curtidos y, al final, la dinámica y los protocolos van a ser los mismos. Sobreviviremos como lo hicimos el curso pasado. Esa es la palabra, 'sobrevivir'", subraya este profesor.

A juicio de Rubén, solo faltaría contar con un mayor apoyo por parte de las administraciones para que todo fluya como corresponde: "Tendrían que bajar a la 'trinchera' y decir: ¿Qué necesitáis? ¿Más gente? Pues más gente. Si legislaran pensando en el bien común se podría mejorar la educación de los niños. Además, en la pública es especialmente necesario para que los equipos directivos se sientan más respaldados. Ahora mismo nadie quiere ser director o directora. Nadie", sostiene Rubén, quien menciona específicamente las necesidad de reforzar las plantillas en colegios rurales agrupados.

Un balance positivo del tiempo escolar vivido en pandemia

Pese a todo Borja y Rubén creen que el tiempo escolar vivido en pandemia deja un balance positivo, pero coinciden en atribuirle el mérito tanto a la vocación de los docentes como a la actitud de los alumnos y al compromiso de las familias.

"Si el protocolo ha funcionado ha sido por la vocación de los maestros y maestras, y por el 200% que han dado los equipos directivos. Si no ha habido más casos es porque ha habido un gran cortafuegos en los centros, pese a no tener formación sanitaria, aunque las medallas se las tenemos que poner sobre todo al alumnado. También creo que las familias han ayudado para que todo funcione", resume Rubén.

María, que inició el curso anterior con enorme preocupación por el "caos" que representaban unos protocolos todavía desconocidos, asegura que esta 'vuelta al cole' los docentes se sienten más seguros. También ellos, quienes enseñan, han aprendido mucho en el último año y consideran que la mayoría de las dinámicas que se implantaron resultaron ser eficientes.

Más allá de los protocolos para los casos sospechosos o confirmados, ponen como ejemplo las reuniones telemáticas entre docentes o el contacto con los padres y madres, que ahora suele hacerse mediante cita previa y resulta más productivo.

"Dentro de lo malo, de que las relaciones son ahora un poco más frías y de la tensión, la situación ha traído algunas cosas buenas (...) La reorganización de entradas y salidas, que al principio parecía que sería caótica, al final ha traído más orden. En nuestro colegio ha sido una maravilla y nos gustaría que siguiera así incluso cuando no haya COVID", cuenta Borja.

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