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Los fuegos continúan devorando el Mediterráneo y dejan ya cinco muertes en el sur de Italia

  • Las llamas se están acercando a Los Antiguos Hayedos, el bosque considerado Patrimonio Natural de la Unesco

  • En Europa se han quemado en 2021 unas 250.000 hectáreas, según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales

RTVE.es / AGENCIAS
5 min.

Los fuegos que asolan el Mediterráneo descontroladamente desde hace 15 días siguen devorando hectáreas y han provocado ya cinco víctimas mortales en el sur de Italia. Las zonas más afectadas del país son los bosques de Sicilia, Cerdeña y Calabria, donde se mantienen varios municipios evacuados y hay amenazadas diversas zonas patrimonio de la Unesco.

Entre las últimas tres víctimas de los incendios se encuentra un hombre de 77 años que murió en su casa de campo en Grotteria, en la provincia de Reggio Calabria, mientras intentaba salvar a sus animales. Esta muerte se suma a la de los dos ganaderos que fallecieron hace unos días en Calabria y al hombre de 79 años hallado sin vida en Cardeto. También perdió la vida una quinta víctima en Sicilia al ser arrollado por un tractor mientras combatía las llamas.

Las altas temperaturas y el fuerte viento siroco están dificultando la extinción de los incendios en Sicilia, que ha alcanzado este miércoles los 48,8 grados y donde unas 800 personas han tenido que ser evacuadas de cinco localidades. Actualmente se encuentran trabajando para apagar los incendios casi 5.000 personas, aunque se espera que se reciba más ayuda en las próximas horas. Concretamente, el subsecretario de Interior, Carlo Sibilia, anunció el envío inmediato de refuerzos a Calabria.

Estamos perdiendo nuestra historia

La situación es crítica en los municipios de Roccaforte del Greco, Roghudi, Bagaladi y Cardeto y las llamas se están acercando a la zona del "Valle Infernal" en la localidad de san Luca, en la que se encuentra en bosque de hayas centenarias considerado patrimonio de la Unesco. El presidente de Sicilia, Nello Musumeci, ha pedido al Gobierno declarar el estado de emergencia durante seis meses y el jefe de protección civil regional, Salvo Cocina, se ha mostrado desolado: "Apagamos un incendio y un segundo después se abre otro frente a unos kilómetros de distancia".

“Estamos perdiendo nuestra historia, nuestra identidad se está reduciendo a cenizas, nuestra alma auténtica arde en el silencio general”, escribió en la red social Facebook el alcalde de Reggio Calabria, Giuseppe Falcomatà, que alertó que las llamas "están causando daños incalculables". Según un informe de la mayor asociación de agricultores, Coldiretti, desde principios de año el fuego ha devorado 102.933 hectáreas en el país, una superficie igual a la de 140.000 campos de fútbol.

Los incendios destruyen el Mediterráneo

Según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales, julio ha sido el segundo mes más cálido desde que se tienen registros, lo que ha hecho crecer los incendios en el Mediterráneo. Solo en 2021 han ardido unas 250.000 hectáreas, una cifra alejada de la media de 142.000 registradas entre 2008 y 2020.

El último Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC), muestra que la frecuencia e intensidad de fenómenos climáticos extremos, como las olas de calor, "han aumentado en las últimas décadas y previsiblemente seguirán aumentando", incluso si se dejan de emitir gases de efecto invernadero. Albert Barniol, físico y director del Área de Meteorología de RTVE, ha subrayado al respecto que se espera que "los incendios forestales sean más peligrosos".

De acuerdo con el sexto informe del IPCC, la actividad humana es la culpable del cambio climático y por ende de estos fenómenos extremos. Si se mantiene el actual ritmo de emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura global aumentará 2,7 grados a finales de siglo con respecto a la media de la era preindustrial, lo que provocará un aumento de la intensidad y frecuencia de fenómenos extremos, como olas de calor, sequías, inundaciones o tifones.

Las llamas empiezan a remitir en Grecia y Turquía

La situación del sur de Italia se asemeja la actual de Túnez y Argelia y a la vivida en Grecia y en Turquía en las últimas semanas, donde ahora comienzan a remitir los fuegos. Según alertó el economista ambiental Antxon Olabe a RTVE.es, los tres países forman parte de una de las "zonas calientes del cambio climático".

En Grecia, donde se alcanzaron los 47 grados, los incendios más graves se dieron en la periferia norte de la capital, la isla de Eubea y varios puntos del Peloponeso. En Olimpia las llamas arrasaron con los alrededores del yacimiento arqueológico de la cuna de los Juegos Olímpicos y en Atenas un hombre de 38 años se convirtió en la primera víctima mortal al perder la vida luchando contra uno de los múltiples fuegos. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, calificó la situación de una "crisis ambiental sin precedentes".

Los incendios en la isla griega de Evia, tras nueve días consecutivos, cuando la bajada de la densidad del humo ha permitido a los medios áreos trabajar por primera vez.

El cambio climático y sus altas temperaturas aumentan la intensidad de los incendios en el Mediterráneo

Turquía, donde los fuegos empezaron antes, perdió casi 160.000 hectáreas, nueve veces más que la media de 17.500 que arden hasta estas fechas en otros años. Las llamas dejaron ocho muertos y azotaron el sur y oeste del país, especialmente las provincias de Mugla y Antalya.

España envió a Turquía dos aviones antiincendios y uno de carga

Los incendios han provocado también una fuerte polémica en Turquía respecto a su falta de previsión. De acuerdo con la oposición, al país le faltaron medios propios de extinción, como aviones. Una opinión que se vio reforzada tras el anuncio de la agencia forestal turca, que reconoció haber gastado menos del 2% del escaso presupuesto (algo más de 20 millones de euros) previsto este año para construcción, proyectos y equipamiento contra incendios.

Países como España y Azerbaiyán acudieron en auxilio de Turquía tras la petición de ayuda por parte del país a la Unión Europea. Concretamente, España envió un equipo de 22 personas con dos aviones antiincendios y uno de carga. Dos semanas después, bomberos y guardias forestales siguen luchando todavía contra el único foco aún en activo, en Köycegiz, en la provincia occidental de Mugla.

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