La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ha declarado este miércoles en RNE que el principal detonante de la crisis migratoria en Ceuta es una "respuesta unilateral" de Marruecos por la acogida del líder del Polisario en España, que España nunca consideró una "agresión" para su vecino del sur.
"Hay un rechazo a un gesto humanitario de nuestro país que crea una crisis migratoria", ha declarado la ministra, quien ha puntualizado que España "ni hemos iniciado esta escalada ni la vamos a alimentar".
"No quisimos, en un gesto que es humanitario, hacia una persona gravemente enferma, nunca le dimos un carácter de agresión y no vamos a entrar en una escalada, pero vamos a ser firmes en la defensa de la integridad territorial, la seguridad y el orden", ha advertido.
España dio "todas las explicaciones" a Marruecos
Según la Ministra, España ha dado las explicaciones oportunas a Marruecos sobre la atención médica a Brahim Gali. "Todas las explicaciones se han dado, múltiples veces y por múltiples canales (...) España tiene una tradición humanitaria y tiene que poder ejercer su función humanitaria cuando lo crea necesario, respetando a sus vecinos y nunca buscando una agresión a nadie".
González Laya ha explicado que España "tiene un compromiso con Gali que es darle asistencia para su recuperación. Si tiene causas ante la Justicia española, deberá responder (...) como cualquier otro ciudadano". Este mismo miércoles, la Audiencia Nacional ha citado a Gali para el 1 de junio para que responda por dos causas abiertas por crímenes de guerra.
Este mismo miércoles, el ministro de Derechos Humanos de Marruecos, Mustafá Ramid, ha advertido en un comunicado que España sabía "que el precio de subestimar" a su país "era muy caro". En un comunicado publicado en su cuenta de Facebook, Ramid ha asegurado que España optó por "su relación con el Frente Polisario" y con Argelia, país que protege a este movimiento, "a costa de su relación con Marruecos".
"Todos los canales abiertos"
Pese a lo ocurrido, González Laya ha tendido la mano al reino alauita para reconducir las relaciones y ha asegurado que "todos los canales están abiertos", aunque no ha querido confirmar si esto incluye la participación del rey Felipe VI.
"Uno de los mensajes que transmití a la embajadora marroquí (...) le insistí en mirar al futuro y significa en primer lugar que no ocurran hechos como los vistos en las últimas horas, que las personas que han entrado de manera irregular sean devueltas, más de 4.000 han vuelto a su país, y retomar el trabajo de tejer una relación más estrecha", ha asegurado la ministra.
España no cambiará su postura respecto al Sáhara
González Laya ha advertido también de que ni la acogida al líder del Polisario ni las presiones de Marruecos harán que España cambie su postura sobre el Sáhara Occidental.
"España ha sido siempre exquisitamente prudente en su postura, siempre anclada en la necesidad de una solución política en Naciones Unidas, que va a dar salida en forma de paz duradera, estable y segura. La postura española no ha cambiado ni un ápice. España es un país respetuoso de la legalidad internacional. Este mensaje se ha mantenido sin cambiar ni una coma ni en público ni en privado".