Los vecinos, trabajadores y transportistas que circulan entre Figueruelas y Gallur ya cuentan con un nuevo tramo de autovía de la A-68. Hasta ahora los conductores tenían que circular por la carretera nacional, la N232, con obras, en doble sentido y con la prohibición de adelantar.
Unas obras que se han dilatado en el tiempo. 16 años de construcción de este nuevo tramo de autovía, después de 30 años de reivindicaciones de los alcaldes y vecinos de la zona debido a la alta tasa de accidentes.
“Se ha tardado muchísimo para ver la realidad“
“Se ha tardado muchísimo para ver la realidad que ya vamos a vivir. Por fin vamos a tener una infraestructura del siglo XXI”, declara el alcalde de Figueruelas, Luis Bertol.
En la última década, 30 personas han perdido la vida en la Nacional 232. Un tramo de carretera que ha acumulado más de 13.000 desplazamientos diarios tanto de vehículos pesados y ligeros.
“Era complicado circular“
Los trabajadores de los polígonos industriales son también los que más han sufrido los inconvenientes de las obras. Según Eduardo Peña, responsable de Altertec Renovables “era complicado circular. Los tiempos se alargaban y era difícil transitar con los camiones” y asegura que con el nuevo tramo de autovía todos los trabajadores ganan en seguridad.
Tramo en obras hasta Mallén
Todavía queda otro tramo en obras, desde Gallur hasta Mallén, lo que genera malestar entre los transportistas que piden que se liberalice el servicio de la autopista de peaje.
La autopista AP68 se dejará de bonificar por parte del Gobierno de Aragón. Hasta este momento el servicio del peaje tenía un 75% de bonificación para los vehículos pesados y un 100% para vehículos ligeros.
A partir de abril dejará de estar bonificado y, por lo tanto, el precio del servicio se encarecerá.
“Tendría que ser libre esta autopista hasta La Rioja“
“Tendría que ser libre esta autopista hasta La Rioja para seguridad de nosotros, de los usuarios de los pueblos vecinos y de los propios trabajadores de las obras que continuarán a pie de carretera” destaca José Antonio Moliner, presidente de Tradime Aragón.
Desde Tradime también denuncian que necesitan áreas de servicio que hasta ahora son inexistentes. El Gobierno de Aragón justifica la decisión de dejar de bonificar el tramo de autopista porque ya existe una alternativa con el nuevo tramo de autovía y presionarán para que se agilicen las obras.
“Agilizar la puesta en servicio de ese primer tramo de 4,5 kilómetros desde Gallur hasta el cruce de la Nacional 122, dirección Soria” subraya José Luis Soro, consejero de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón.
Según la previsión, los 14 kilómetros restantes de la autovía de Logroño, desde Gallur a Mallén, no estará finalizada hasta 2022.