El asalto de seguidores de Donald Trump al Capitolio ha llevado a distintos congresistas a pedir la destitución del mandatario de EE.UU. antes de que el presidente electo, Joe Biden, jure el cargo el próximo 20 de enero.
Las escenas de caos se sucedieron este miércoles después de que Trump se dirigiera a miles de manifestantes y repitiera las acusaciones infundadas de fraude en las elecciones presidenciales. El asalto al Capitolio se ha saldado con cuatro muertos y 14 policías heridos, pero el presidente de EE.UU. sigue sin condenar el ataque.
Biden ha culpado a Trump de la "insurrección" y líderes de ambos partidos se plantean si el presidente puede seguir en el cargo. Existen dos vías para relevarle: la 25ª enmienda a la Constitución y un impeachment seguido de la condena de del Senado. En cualquiera de los dos escenarios, el vicepresidente Mike Pence ocuparía la presidencia hasta la inauguración de Biden.
Según fuentes familiares con el proceso, ha habido un debate entre miembros del Gabinete de Trump y aliados del presidente sobre invocar la 25ª enmienda.
¿Para qué sirve la 25ª enmienda?
La 25ª enmienda, ratificada en 1967 y adoptada tras el asesinato de John F. Kennedy en 1963, trata sobre la sucesión presidencial y la inhabilitación.
La Sección 4 de la enmienda recoge situaciones en las que un presidente no es apto para la presidencia, pero se niega a renunciar al cargo.
Los redactores de la enmienda pretendían que se aplicara cuando un presidente queda incapacitado por una enfermedad física o mental, según los expertos. Algunos estudiosos de la Constitución opinan que podría aplicarse en un ámbito más amplio, cuando un presidente supone un riesgo para el puesto.
Para que sea invocada la 25ª enmienda, Pence y la mayoría del Gabinete tendrían que declarar que Trump es incapaz de llevar a cabo las tareas del cargo y retirarle del puesto. En ese escenario, Pence sería el nuevo presidente.
Trump podría declarar que es capaz de seguir asumiendo la presidencia y, si Pence y la mayoría del Gabinete no se oponen, este recuperaría el poder. Si lo rechazan, el asunto lo resolvería el Congreso, pero Pence seguiría siendo presidente hasta ese momento. Se necesitaría entonces una mayoría de dos tercios en la Cámara de Representantes y en el Senado. Los demócratas, que controlan ambas cámaras, pero solo con mayoría simple, podrían simplemente retrasar la votación de la disputa hasta que termine el mandato de Trump, como asegura Paul Campos, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Colorado.
Campos asegura que la 25ª enmienda sería un medio apropiado para relevar a Trump y tiene la ventaja de ser más rápida que el impeachment. "Pence podría ser presidente al momento, mientras que el impeachment y la condena llevaría algunos días", asegura.
¿Se puede destituir a Trump con un impeachment?
Sí. Una concepción errónea sobre el impeachment es que se refiere a la retirada del cargo a un presidente. De hecho, el impeachment se refiere solo a la Cámara de Representantes presentando cargos contra un presidente por su participación en un delito, similar a una acusación en un caso criminal.
Si una mayoría simple de los 435 miembros de la Cámara Baja aprueba presentar cargos, conocidos como los "artículos de impeachment, el proceso se traslada al Senado. La Cámara Alta llevará a cabo un juicio político para determinar la culpabilidad del presidente. La Constitución determina que para declarar culpable y destituir a un presidente se necesitan dos tercios de los votos del Senado.
Trump ya se sometió a un impeachment en diciembre de 2019 por las acusaciones de abuso de poder y obstrucción al Congreso, a raíz de sus intentos para presionar a Ucrania para que investigara a Biden y a su hijo. El Senado, dominado por los republicanos, absolvió a Trump.
¿De qué delitos se podría acusar a Trump?
Frank Bowman, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Misuri, asegura que Trump "fomentó la sedición" o un intento de derrocar al Gobierno de Estados Unidos.
Bowman cree también que Trump podría ser sometido a un impeachment por un delito más genérico: deslealtad a la Constitución de Estados Unidos y faltar a su juramento. El Congreso tiene la potestad de definir el delito y no se limite a acusaciones criminales existentes.
"El delito principal sería uno contra la Constitución: intentar revertir de forma ilegal los resultados de una elección legal", sostiene Bowman.