Las consultas de los psicólogos están recibiendo entre un 25 y un 30 por ciento más de pacientes como consecuencia de la pandemia de coronavirus y de las restricciones que la misma ha impuesto. Y la tendencia apunta a que seguirá aumentando. “Hay quienes han presentado ya síntomas, y otros los presentarán. Afecta a todo el abanico de edades, desde niños a ancianos, pasando por los adultos” señala el decano del Colegio de Psicólogos de Cantabria, Francisco Javier Lastra.
Ansiedad, depresión o estrés postraumático son los cuadros que nos está dejando la atípica situación que vivimos, y para la cual no estamos preparados. “cada cual reacciona ante la incertidumbre e inseguridad de una manera diferente. “El cerebro es lógico y previsible, y en el momento que nos movemos en la imprevisión, genera mecanismos de compensación que se traducen en estrés”, explica Lastra.
“Después de que sanemos médicamente, va a venir una secuela de necesidad emocional“
Las secuelas psicológicas no terminarán con el final de la pandemia, que se atisba en un horizonte relativamente cercano, por medio de las vacunas que se están desarrollando. “Después de que sanemos médicamente, va a venir una secuela de necesidad emocional, que los psicólogos tendremos que atender y mejorar”, anuncia el decano.
El duelo
Especialmente complicado es en la actualidad el problema del duelo. Hay muchos casos de personas que han perdido a familiares cercanos sin haber podido siquiera despedirse. El duelo dura unos dos años en circunstancias normales, pero “no tiene nada que ver el duelo de forma presencial, con el que se produce, por decirlo de algún modo, en diferido”, matiza Francisco Javier Lastra. “Yo he tenido que atender hace días a una persona que ha vivido cómo en la habitación de al lado se moría su madre, sin que haya podido hacer más que escuchar esa agonía. Cualquiera que se ponga en esa situación puede entender que se necesita mucho apoyo psicológico para superarlo”.
Las convicciones morales, éticas, existenciales o religiosas condicionan la forma en que cada cual vive el duelo “pueden contribuir a mejorar o empeorar la superación de la pérdida de un ser querido, pero sobre todo, es mucho más complicado hacerlo cuando no se ha asistido físicamente a esa pérdida”.
Los profesionales sanitarios son un colectivo que ha sufrido situaciones muy duras, sin precedentes, con una tensión muy superior a la habitual. Por ello, el Colegio de Psicólogos de Cantabria creó meses atrás un grupo especial de apoyo a esos profesionales, muchos de los cuales requirieron su atención en los momentos más duros de la pandemia. También se han incrementado considerablemente, dadas las restricciones impuestas, las consultas online, aunque del decano de los psicólogos apunta que “en muchos casos es imprescindible la presencia y el contacto físico”.
Ser positivos
Al margen de las patologías que todo lo que supone la pandemia puede estar generando, Francisco Javier Lastra valora que “la población en general ha hecho y está haciendo un gran esfuerzo, ante una situación anómala e incierta, que nos hace reaccionar de formas muy diversas”. Con todo, lanza un mensaje de positividad. “Tenemos que seguir las pautas sanitarias y no dudar tanto de lo que se nos dice. Al mismo tiempo, hay que ser positivos y transmitir esa idea de positividad a los que nos escuchan”.
En la atención pública española hay sólo un tercio de psicólogos respecto a la media europea. El decano del colegio cántabro considera que faltan profesionales en diversos ámbitos, desde los hospitales a las escuelas. “Se echa en falta más presencia de los psicólogos en la sanidad primaria, en los ambulatorios. Evitaría la saturación de consultas médicas con problemas que son psicológicos. Hay mucha gente mayor que más que un tratamiento médico precisa de atención, seguimiento y compañía, es decir, una atención psicológica”.
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