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El Convenio Europeo de Estambul: una garantía de lucha contra la violencia sobre las mujeres

  • España ratificó en 2014 este Tratado, que establece todos los tipos de violencia contra las mujeres

  • Hasta ahora lo han ratificado 34 países, pero Turquía y Polonia amenazan con abandonarlo

  • El 016 es el teléfono de atención a víctimas, gratuito y no deja huella en la factura; el correo: 016-online@igualdad.gob.es

CAROLINA PECHARROMÁN
4 min.

El Convenio de Estambul se llama en realidad "Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica". Se estableció en 2011 con el objetivo de: "Proteger a las mujeres contra todas las formas de violencia, y prevenir, perseguir y eliminar la violencia contra la mujer y la violencia doméstica".

El Convenio identifica la violencia contra las mujeres como un ataque a los derechos humanos. Para acabar con ella, los países firmantes se comprometen a trabajar para: "Eliminar toda forma de discriminación contra la mujer y promover la igualdad real entre mujeres y hombres, incluyendo el empoderamiento de las mujeres" y a establecer políticas y medidas de protección y asistencia a todas las víctimas.

Lo han ratificado ya 34 países de toda Europa

La Unión Europea como tal lo ha firmado, pero este Convenio está promovido por el Consejo de Europa, que abarca 45 países. El primer país que lo ratificó fue Turquía, sede de la convención donde se elaboró y España lo hizo en 2014. Hasta ahora lo han ratificado 34 países de toda Europa. Se trata de dotarse de un conjunto de normas jurídicas para garantizar que las víctimas en cualquier lugar pudieran beneficiarse del mismo nivel de protección.

Entiende que hay violencia contra la mujer por razón de género cuando se ejerce sobre ella por el hecho de ser mujer e incluye todos los actos de violencia que puedan implicar daños o sufrimientos de naturaleza física, sexual, psicológica o económica, incluidas las amenazas de realizar dichos actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, en la vida pública o privada. En varios países, ya se han introducido normas legislativas y políticas específicas y ha aumentado la sensibilización general de la sociedad después de la ratificación del Convenio de Estambul. Suecia, Grecia, Dinamarca y Países Bajos han cambiado su legislación para establecer que sin consentimiento, es violación.

El Convenio de Estambul, el mayor tratado internacional en materia de violencia contra la mujer jamás redactado

"No establece derechos especiales para las mujeres, lo que hace es corregir y remediar injusticias existentes y prevenir violaciones de los derechos humanos", afirma Maribel Tellado, portavoz de Amnistía Internacional, que califica de "vital" un marco normativo que abarque desde la violencia sexual hasta la mutilación genital femenina: "En Europa, sólo en la Unión Europea, una de cada tres mujeres, 62 millones de mujeres en total han sufrido violencia física o sexual tras cumplir los 15 años".

No establece derechos especiales para las mujeres, lo que hace es corregir injusticias existentes

Polonia y Turquía amenazan con retrocesos

De todos los países del Consejo de Europa, Rusia y Azerbayán fueron los únicos que se negaron a firmar el Convenio de Estambul. Otros países lo han firmado, pero aún no lo han ratificado. En ese caso estarían Bulgaria y Hungría, que ahora lo rechazan y amenazan con no ratificarlo. Este verano, Polonia y Turquía han anunciado que revisarían su participación en el Convenio. Paradójicamente, Turquía fue el país anfitrión y el primero en firmarlo. Las manifestaciones de colectivos de mujeres y de la sociedad civil no se hicieron esperar y miles de personas salieron a la calle contra una posible salida del Convenio.

"Hasta ahora, ningún país lo ha abandonado y sería algo muy grave", recuerda Maribel Tellado: "Significaría una catástrofe para las mujeres de esos países, que van a estar desprotegidas ante la violencia y daría un mensaje muy dañino a los maltratadores de que estos delitos no se van a permitir. Hay que hacer todo lo posible para evitar que salgan".

Si Polonia o Turquía salen del Convenio de Estambul, sería una catástrofe para las mujeres de esos países

Estambul establece como actos penalizados la violencia psicológica, el acoso, la violencia física, la violencia sexual, todos los actos no consentidos de naturaleza sexual con una persona, el matrimonio forzado, la mutilación genital femenina, el aborto forzado y la esterilización forzada, los crímenes de honor y el acoso sexual.

Los partidos gobernantes en Turquía (el AKP) y Polonia (Justicia y Paz) tienen en común una línea extremadamente conservadora que se apoya en las respectivas tradiciones culturales y argumentan que el Convenio Europeo es una amenaza para los valores familiares tradicionales. También se oponen a la parte del Convenio que condena la violencia contra los colectivos LGTBI. "En Turquía, Polonia, Hungría y Bulgaria hay un movimiento en contra de los derechos de las personas gays, lesbianas, trans o bisexuales y también una agenda que se opone a la igualdad de la mujer en la sociedad", afirma la portavoz de Amnistía Internacional, que subraya además el momento especialmente delicado que vivimos, con un incremento de la violencia de género debido a medidas como los confinamientos contra el Coronavirus.

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