Representantes de los gobiernos enfrentados en Libia han logrado un principio de acuerdo sobre la hoja de ruta presentada por la ONU para la creación de un nuevo gobierno de unidad nacional y la celebración de elecciones, ha anunciado este miércoles la jefa de la misión especial de Naciones Unidas para Libia (UNSMIL), Stephanie Williams.
Según la diplomática estadounidense, ese plan incluye la formación de nuevas instituciones y tiene como objetivo la celebración de elecciones legislativas y presidenciales en un plazo mínimo de 18 meses.
"Los participantes alcanzaron un acuerdo preliminar sobre una hoja de ruta para las elecciones parlamentarias y presidenciales que incluye pasos para unir las instituciones de Libia", ha explicado Williams en una rueda de prensa en Túnez, escenario de las negociaciones.
Desde el lunes, cerca de 75 responsables y representantes de las distintas regiones y ciudades del país se reúnen en la capital tunecina bajo el paraguas de la ONU, aunque sin la presencia ni del jefe del Consejo Presidencial del Gobierno de Acuerdo Nacional sostenido por Naciones Unidas en Trípoli (GNA), Fayez al Serraj, ni del mariscal Jalifa Hafter, tutor del Ejecutivo no reconocido en el este y hombre fuerte del país.
Diálogo militar
El encuentro en Túnez ha coincidido este miércoles con el segundo día de la cuarta ronda negociadora del comité militar 5+5, que sienta en la ciudad libia de Sirte a responsables militares de los dos gobiernos enfrentados y que trata de consolidar la tregua acordada hace tres semanas tras 18 meses de duros combates.
Según han explicado a Efe fuentes de Seguridad, en la reunión se han discutido los detalles del plan para acelerar la salida de los mercenarios extranjeros, desminar las zonas de combate, hacer regresar a las fuerzas a sus cuarteles y reabrir la autopista de la costa, que une las dos principales regiones del país y es su principal arteria comercial.
El encuentro ha discurrido en el mismo ambiente de optimismo respirado en los tres encuentros previos, el celebrado a principios de octubre en la ciudad costera egipcia de Hurgada, que sirvió para romper el hielo, el que tuvo lugar dos semanas más tarde en Ginebra, que fijó el alto el fuego, y el llevado a cabo en Ghadamés, el primero en territorio nacional libio.
"Se han estudiado los detalles para actualizar la situación y poder avanzar en la aplicación del acuerdo", ha ecxplicado la fuente.
Reticencias turcas y rusas
El nuevo esfuerzo espoleado por la ONU ha sido acogido con frialdad por expertos y responsables libios debido a las reticencias tanto de Turquía como de Rusia, apoyos principales del GNA y del Ejecutivo no reconocido en el este que tutela Hafter, hombre fuerte del país.
Aunque Moscú y Ankara han aceptado el alto el fuego, se resisten a cumplir las otras dos condiciones establecidas por el Comité 5+5: la salida de los miles de mercenarios extranjeros que combaten en el país y la suspensión de todos los acuerdos militares y económicos suscritos con otros Estados hasta la formación del nuevo Gobierno de transición.
Según fuentes de seguridad locales, al tiempo que la reunión arrancaba el martes en Sirte, soldados de fortuna del Grupo Wagner, propiedad de Yevgueni Prigozhin, un oligarca íntimo amigo del presidente ruso, Vladímir Putin, reforzaban sus posiciones en una base próxima a la ciudad.
Además del Grupo Wagner, Hafter cuenta con el apoyo logístico y militar de otras Compañías Militares de Seguridad Privada (PSMC) rusas, como Moran Group, sudanesas y chadianas, además de mercenarios sirios reclutados entre las milicias afines al presidente Bachar al Asad.
Turquía, único país que ha desplazado unidades de su propio Ejército a Libia, también ha contratado a varios miles de mercenarios sirios entre los grupos salafistas de oposición a Damasco.
El diario turco "Yeni Safak" ha asegurado este miércoles que las fuerzas armadas de su país prosiguen con los acuerdos de cooperación para la formación del futuro ejército regular libio suscritos con el Gobierno en Trípoli.