El mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha rechazado reconocer a Joe Biden como presidente electo de Estados Unidos hasta "que se resuelvan todos los asuntos legales" de la elección, y ha justificado su postura en el presunto fraude electoral que padeció en 2006.
"Acerca de las elecciones en Estados Unidos, vamos nosotros a esperar que se terminen de resolver todos los asuntos legales, no queremos ser imprudentes, no queremos actuar a la ligera", ha declarado el presidente en una rueda de prensa en Tabasco, en el sureste de México.
La postura de López Obrador contrasta con la de otros mandatarios de América, incluyendo Canadá, Argentina, Costa Rica, Chile, Colombia, Panamá e, incluso, Venezuela.
Obrador recuerda el presunto fraude electoral de 2006 en México
Tras divulgarse en los medios estadounidenses que Biden superó este sábado los 270 votos necesarios del Colegio Electoral con sus victorias en Pensilvania y Nevada, la oposición mexicana celebró la derrota de Donald Trump, quien insiste en que le robaron la elección.
El líder izquierdista, acusado por los opositores de apoyar la reelección de Trump con su viaje a Washington en julio pasado, argumentó que él no quiere precipitarse porque cuando compitió en las elecciones de 2006 los mandatarios extranjeros felicitaron a su rival, Felipe Calderón, pese al "fraude".
“Nosotros padecimos mucho de las cargadas, de cuando nos robaron una de las veces la presidencia, y todavía no se terminaban de contar los votos y ya algunos gobiernos extranjeros estaban reconociendo a los que se declararon ganadores, eso fue lo que pasó en el 2006", ha insistido.
Una relación cordial con ambos candidatos
Aun así, el mandatario mexicano, que en campaña tachó a Trump de "racista" y después moderó su discurso como presidente, ha asegurado que hay "muy buenas relaciones con ambos candidatos".
"El presidente Trump ha sido muy respetuoso con nosotros y hemos logrado muy buenos acuerdos, y le agradecemos porque no ha sido injerencista y nos ha respetado", ha sostenido, al tiempo que ha recordado la visita a México de Biden cuando era vicepresidente de Estados Unidos.
"Con el candidato Biden, lo mismo, lo conozco desde hace 10 años que nos entrevistamos, le presenté una carta dándole a conocer el porqué de nuestro movimiento, de nuestra lucha", ha opinado.
La victoria de Biden puede afianzar una relación más estable entre Estados Unidos y México y tener impacto, sobre todo, en la política migratoria. El demócrata ya anunció durante la campaña que detendría el muro con México y revertiría medidas como el MPP, un protocolo que obliga a miles de personas solicitantes de asilo a esperar en peligrosas ciudades fronterizas mexicanas para sus audiencias de asilo en los Estados Unidos.
Sin embargo, un eventual deshielo en las relaciones entre Washington y Pekín podría perjudicar a México, que se ha beneficiado de esa guerra comercial aumentando sus exportaciones a Estados Unidos.
A diferencia de López Obrador, líderes de los principales partidos de oposición, senadores, diputados y gobernadores han felicitado a Biden, aunque ninguno del gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).