Donald Trump se ha negado este sábado a reconocer la derrota en las elecciones de Estados Unidos: el todavía presidente ha dejado claro a través de un comunicado, publicado inmediatamente después de que los principales medios estadounidenses hayan dado ganador a Joe Biden tras concederle la victoria en el estado de Pensilvania, que "la elección está lejos de haber finalizado", al tiempo que anunciaba que su equipo legal recurrirá ante los tribunales los resultados electorales.
"Todos sabemos porque Joe Biden se precipita a proclamarse falsamente como el ganador y porque sus medios aliados están intentando con tanto ahínco ayudarle: no quieren que se exponga la verdad", asegura el comunicado, colgado en su página personal y firmado por "el presidente Donald J. Trump", aunque la prensa local ha desvelado que el mandatario se contraba jugando al golf en su club de Virginia cuando las elecciones se decantaban definitivamente en favor de Biden. Poco antes, había colgado un mensaje en la red social Twitter, su forma preferida de dirigirse al público, que rezaba, en mayúsculas: "¡Yo gané estas elecciones, por mucho!".
Horas más tarde, tras regresar a la Casa Blanca después de jugar al golf, ha vuelto a insistir a través de varios mensajes en su cuenta de Twitter en que ganó las elecciones y ha vuelto a reiterar sus acusaciones sin pruebas de que hubo irregularidades.
"A los observadores no se les permitió entrar a los lugares de recuento. Yo gané las elecciones, logré 71.000.000 votos legales. Ocurrieron cosas malas que nuestros observadores no pudieron ver. Nunca había ocurrido antes. ¡Se enviaron millones de votos por correo a gente que no los había pedido!", ha tuiteado en mayúsculas Trump.
Trump, que ejercerá el cargo hasta el 20 de enero, ha denunciado en los últimos días repetidamente estar siendo objeto de un fraude electoral para robarle la reelección, sin aportar pruebas al respecto, al tiempo que reclamaba insistentemente que se detuviera el recuento. Sin embargo, ningún funcionario ha hallado evidencias de irregularidades notables y la justicia ha rechazado una docena de demandas interpuestas por su equipo legal; tan solo el Tribunal Supremo ha aceptado que se aparten los votos por correo llegados después de la jornada electoral en el estado de Pensilvania.
Pese a todo, la ventaja de Biden en ese estado, donde Trump empezó ganando gracias al voto presencial durante la noche electoral hasta que la incorporación del voto anticipado y por correo han volteado el resultado, ha seguido creciendo incluso sin contar esos votos apartados para su revisión, por lo que las cadenas nacionales NBC, CNN y CBS han acabado por declararle vencedor en Pensilvania, obteniendo sus 20 delegados en el Colegio Electoral y rebasando así el umbral de 270 que se requiere para alcanzar la Casa Blanca.
Acusaciones veladas de fraude contra los demócratas
La nota de Trump, sin embargo, recuerda que el escrutinio no es aún oficial: "Joe Biden no ha sido certificado como el ganador en ningún estado, mucho menos en cualquier de los estados muy disputados que se encaminan a un recuento legal, o estado donde nuestra campaña tiene objeciones legales legítimas y legales que pueden determinar la victoria final".
Y sobre Pensilvania, donde Trump pidió el pasado miércoles detener el recuento ante la evidencia, a su juicio, de que era imposible que Biden recuperara la desventaja que tenía entonces, vuelve a deslizar la sombra del fraude: "Nuestros observadores legales no tuvieron acceso significativo para vigilar el proceso de recuento", una qeuja que se ha demostrado falsa. En cualquier caso, rechaza la atribución del estado a Biden: "Los votos legales deciden quien es el presidente, no los medios".
Por este motivo, anuncia acciones legales para defender su postura: "Desde el lunes, nuestra campaña empezará a presentar nuestro caso en los tribunales para asegurar que las leyes electorales se cumplen plenamente y que el ganador correcto obtiene el cargo. El pueblo estadounidense merece una elección honesta: eso significa contar todos los votos legales, y no contar ningún voto ilegal".
“¿Qué oculta Biden? No descansaré hasta que el pueblo estadounidense tenga las elecciones honestas que se merece y que la democracia exige“
Como colofón, el comunicado sugiere que los demócratas están implicados en la supuesta adulteración de las votaciones: "Sigue siendo chocante que la campaña de Biden rechace este principio básico y quiera que los votos se cuenten incluso si son fraudulentos, fabricados o depositados por electores sin derecho a voto o fallecidos. Solo un partido implicado en irregularidades mantendría ilegalmente a los observadores fuera de la sala de recuento, y luego batallaría en los tribunales para bloquear su acceso", afirma la nota, que se cierra con una acusación directa contra el ya presidente electo: "¿Qué oculta Biden? No descansaré hasta que el pueblo estadounidense tenga las elecciones honestas que se merece y que la democracia exige".