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España prepara la "gran batalla" por el fondo de recuperación europeo

DIANA FRESNEDA
5 min.

El mes de julio será clave para el futuro económico de España para los próximos años. De la aprobación del fondo de recuperación europeo, cuya cumbre se celebrará los días 17 y 18 de este mes, dependerá que la salida de la crisis se acelere y que España pueda sufragar buena parte de los gastos ocasionados desde la expansión de la pandemia del coronavirus.

Su puesta en marcha también está muy ligada a los Presupuestos Generales del Estado para 2021, que no se aprueban desde 2018, y a la consecución de una serie de reformas que España necesita para impulsar la transformación digital y ‘verde’, piezas clave para el crecimiento de las economías durante las próximas décadas.

Euroeconomía en Radio 5 - Condiciones del Fondo de Reactivación UE - 16/06/20 - Escuchar ahora

Desde el Gobierno son conscientes de su importancia, incluso algunos miembros lo comparan con negociaciones históricas como la aprobación de los fondos de cohesión, por lo que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ya prepara una ofensiva para convencer a los países más austeros -Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia- de los beneficios que su implantación tendría en el conjunto de Estados miembros.

"Será una gran batalla”, ha dicho el presidente este jueves en una entrevista en La Sexta, por las reticencias de estos socios a que el dinero del fondo llegue mayoritariamente en forma de transferencias -sin devolución-, y no en créditos como ellos defienden. Y es que este es un punto en el que España no cederá.

Además, el Ejecutivo español insiste en recibir más fondos porque ha sido de los países más afectados por la pandemia y porque España es una economía de 47 millones de personas, "trascendental para el buen funcionamiento del mercado interior".

Una agenda cargada de reuniones

Para llevar a cabo esta ofensiva, el presidente del Gobierno ya ha programado diferentes encuentros durante las próximas semanas con sus homólogos de Portugal, Italia, Holanda y Suecia. La intención con los primeros es forjar una alianza de cara a la negociación, mientras que con los segundos es acercar posturas.

El primero de ellos tendrá lugar el día 6, cuando se reunirá con el presidente portugués, Antònio Costa, al que ya vio este miércoles en el acto de reapertura de la frontera en Badajoz y Elvas (Portugal). Dos días después, el 8 de julio, está previsto que Sánchez se reúna con el presidente italiano, Giuseppe Conte. Portugal, Italia y España han mantenido la misma línea política durante las negociaciones de la respuesta europea a la pandemia y han defendido desde el principio un plan ambicioso para afrontar la crisis.

La semana siguiente, tras las elecciones gallegas y vascas, Sánchez tendrá un almuerzo con su "querido amigo" –así lo ha denominado- Mark Rutte, primer ministro de Países Bajos, y posteriormente lo hará con el socialdemócrata Stefan Löfven, de Suecia. "Tenemos amistad pero no una visión compartida de cómo resolver esta crisis", ha asegurado el presidente en relación a su homólogo holandés.

A estas reuniones se suma el encuentro mantenido este martes con el presidente francés, Emmanuel Macron, en Mauritania, donde ambos líderes participaron en la cumbre internacional sobre el Sahel. Y el próximo 16 de julio, en el funeral de Estado por las víctimas del coronavirus, Sánchez también tendrá la ocasión de intercambiar algunas palabras con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyden, y el del Consejo Europeo, Charles Michel, que asistirán al acto.

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Diferencias entre los Veintisiete

Para el Gobierno es una “prioridad absoluta” aprobar este fondo de recuperación “cuanto antes” para que las ayudas lleguen también en el menor tiempo posible y “y con la menor condicionalidad".

Entre las principales diferencias entre los Veintisiete se encuentran la dimensión del fondo, la proporción de préstamos y transferencias o el periodo de ejecución. Así, la propuesta de la Comisión Europea pasa por una cuantía de 750.000 millones de euros, de los que 500.000 serían transferencias y 250.000 préstamos, y donde unos 140.000 millones irían a parar a las arcas españolas.

El Gobierno defiende que el periodo de ejecución de los fondos sea de cuatro años, mientras que los más reacios al fondo quieren limitarlo a dos. Además, desde España apuestan por las transferencias y no ven razonable que los planes de reformas tengan que recibir el visto bueno unánime del Consejo, como quiere, por ejemplo, Países Bajos.

En este sentido, Sánchez ha recordado que España no será solamente beneficiario del fondo, ya que tendrá que contribuir a él en un 9 %, frente al 6 % que aportarán los holandeses.

Una cuestión de tiempo

Ante este contexto, la presidenta de la Comisión Europea ha alertado este jueves de la "enorme presión" que el calendario impone a la aprobación del plan de recuperación y ha pedido colaboración de todos los Estados miembros para que “vean más allá de unos intereses limitados y se centren en los beneficios de nuestra Unión", ha indicado en una rueda de prensa telemática conjunta con la canciller alemana, Angela Merkel, que recoge Efe.

Hay una enorme presión de tiempo y la tarea es gigantesca

La presidenta de la Comisión ha destacado que la crisis ha provocado la pérdida de empleo o el debilitamiento de las economías de los Estados miembros, por lo que "cada día cuenta" y ha insistido en que todos los países "tenemos una crisis sin precedentes y necesita una respuesta sin precedentes". "Hay una enorme presión de tiempo” y la tarea es "gigantesca", ha asegurado.

Von der Leyen, junto al presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, y Merkel -que este semestre ostenta la presidencia de la Unión Europea- mantendrán también un encuentro el próximo 8 de julio para sentar las bases de la negociación y acelerar un acuerdo de cara a la "decisiva" reunión de la próxima semana.

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