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Unidad de acción de la UE contra el coronavirus: ¿ha llegado la hora de los 'coronabonos'?

DIANA FRESNEDA
6 min.

La previsión de una recesión en 2020 en la Unión Europea (UE) es ya común entre los organismos comunitarios. El último en sumarse ha sido la Comisión Europea (CE), quien, dando por hecho la caída, sostiene que ahora hay que centrarse en que "el periodo de declive sea lo más corto posible" con el fin de evitar un daño a largo plazo de la economía.

"Todo lo que ayude será desplegado", ha expresado la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, en una entrevista concedida este viernes a la radio pública alemana 'Deutschlandfunk', abriendo así la puerta a la utilización de otros mecanismos para sostener financieramente las medidas que los países están desplegando para hacer frente al impacto del coronavirus, que ya registra más de 100.000 casos en Europa.

"Eso también vale para los ‘coronabonos’. Si ayudan, si están estructurados correctamente, serán desplegados", ha añadido la alemana en su entrevista. Los jefes de Estado y de Gobierno ya debatieron la posibilidad crearlos en la cumbre por teleconferencia que tuvo lugar la semana pasada, aunque sin llegar a ninguna conclusión.

Estos instrumentos financieros se denominan formalmente ‘bonos de estabilidad europea’ o ‘eurobonos’ y son títulos de deuda pública emitidos por el conjunto de miembros de la eurozona con el objetivo de hacer su riesgo común.

Los eurobonos han recibido tradicionalmente la oposición de países como Alemania y Países Bajos ya que, de implantarse, estas economías estarían obligadas a asumir un mayor riesgo a cambio de reforzar la protección de otros países más expuestos, lo que haría a su vez minimizar el riesgo de todos los países con moneda común.

750.000 millones de compra de deuda

El impacto económico de la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias sobre las economías europeas y las primas de riesgo han despertado de nuevo el interés por estos instrumentos, así como por otros que consigan evitar una crisis económica como la de 2008.

Los tiempos extraordinarios requieren acciones extraordinarias”, tuiteaba este jueves la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, tras hacerse público el programa de compra de 750.000 millones de euros en activos públicos y privados para combatir el impacto de la pandemia en las economías comunitarias.

Además, las adquisiciones serán "flexibles" y no se distribuirán de forma regular a lo largo del tiempo y el espacio, permitiendo a los Gobiernos financiar sus planes de estímulo cuando consideren necesarios.

“El consejo de gobierno asegura que hará todo lo necesario dentro de su mandato y que está totalmente preparado para aumentar el tamaño de sus programas de compra de activos y ajustar su composición, tanto como sea necesario y durante el tiempo que sea necesario. Explorará todas las opciones y todas las contingencias para apoyar a la economía”, aseguraba el BCE en una nota.

El BCE anuncia un programa de compra de bonos públicos de 750.000 millones de euros para contrarrestar la crisis del coronavirus

Mecanismo Europeo de Estabilidad

En la reunión de este martes del Eurogrupo, los ministros de Economía y Finanzas de la UE también se mostraron dispuestos a tomar medidas "temporales" en tres frentes: aumentar los recursos para los sistemas sanitarios y la contención de la enfermedad, proporcionar liquidez a las empresas más perjudicadas, sobre todo a pymes, y apoyar a los trabajadores afectados.

La declaración aprobada por los ministros en la reunión pone de relieve que las medidas fiscales ya adoptadas para apoyar a la economía en 2020 representan de media el 1 % del PIB, a lo que se suma el respaldo de los estabilizadores automáticos con que cuenta cada país.

Estos estabilizadores son instrumentos fiscales que, por el mero hecho de existir, operan de forma anticíclica, estimulando la demanda en recesión. Por ejemplo, cuando la economía cae, aumentan automáticamente los gastos por transferencias de desempleo y se reduce la recaudación de impuestos ya que caen las rentas.

Otra de las medidas sobre la mesa era la puesta en marcha, de forma excepcional, del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Esta herramienta, creada tras la recesión económica de 2008 y con un fondo disponible que asciende a los 700.000 millones, tiene como objetivo asegurar la estabilidad financiera de la zona euro en periodos de crisis. En este caso, según Reuters, la medida valoraba llegar a los 400.000 millones de euros, sin embargo, finalmente no salió adelante.

Nuevas medidas

En la misma línea que las instituciones comunitarias, varios economistas consultados por Efe consideran que la economía española podría estar ya contrayéndose y auguran que entrará en recesión en el segundo o en el tercer trimestre, por lo que urgen a una acción conjunta de Europa para inyectar liquidez.

El director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, Raymond Torres, lo ve imprescindible para financiar el coste de la deuda y propone que Europa adelante el gasto que tenía presupuestado hasta 2027 y emita eurobonos para financiarlo.

Por su parte, el economista José Carlos Díez considera que España junto con Italia solo podrá superar esta crisis económica, "que puede terminar en una suspensión de pagos", si la Comisión Europea actúa rápido con un Tesoro Público único que emita eurobonos comprados por el BCE con el fin de acometer un plan de estímulo fiscal que sea igual para todos los países.

Una Europa en la que todos los países estén en igualdad de condiciones

"Una Europa federal en la que todos los países estén en igualdad de condiciones y vayan a la par", señala tras pedir "decisión política cuanto antes" para evitar rescates, que en todo caso ve inviables ya que Italia tiene diez veces más de deuda que Grecia, rescatada durante la crisis del 2008.

Mientras, el director de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Carlos Ruiz, también pide que las restricciones financieras no tengan como consecuencia insolvencias "como ocurrió en 2008", por lo que aboga por reforzar las medidas de aplazamientos del pago de impuestos sin recargos ni intereses o un plan de proveedores para ayudar a pagar facturas.

Ruiz también ve necesaria la actuación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y que la UE dirija sus fondos estructurales o de solidaridad a paliar el impacto del coronavirus en las economías más afectadas.

Mientras tanto, la Comisión Europea ha insistido este miércoles en que está preparando la activación de la cláusula de escape general del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que supondrá la congelación de todos los esfuerzos estructurales que debían cumplir los países.

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