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Coronavirus: ¿freno y marcha atrás para la igualdad laboral?

CAROLINA PECHARROMÁN @CarolPecha
6 min.

Con las escuelas y centros para mayores cerrados por la crisis del coronavirus, muchas mujeres pueden verse empujadas a ser ellas quienes reduzcan sus jornadas, dejen el trabajo o renuncien a buscar un nuevo empleo para cuidar a sus criaturas o personas dependientes. Un riesgo de vuelta a los roles tradicionales y un paso atrás en el camino de la igualdad que se hace presente y preocupa en gran parte de Europa, de España a Alemania pasando por Reino Unido y Francia.

La crisis del COVID-19 puede suponer un retroceso a los roles tradicionales

¿Por qué esta crisis puede ser diferente de otras anteriores? Las mujeres siguen siendo las que principalmente se encargan de los cuidados. La corresponsabilidad entre hombres y mujeres avanza, pero todavía está muy lejos del equilibrio.

Según la última encuesta nacional de condiciones de trabajo del Instituto Nacional de Estadística, las mujeres dedican el doble de tiempo que los hombres a cuidar de sus hijos o nietos y a tareas domésticas y de cocina. El estudio calcula que los hombres dedican el mismo número de horas esas tareas, unas 14 horas a la semana, tanto si trabajan fuera de casa a jornada parcial o completa. En cambio, las mujeres que trabajan a jornada parcial incrementan a 30 horas a la semana ese trabajo no remunerado en el hogar y el cuidado de criaturas o mayores.

Ana Bujaldon, presidenta de FEDEPE: "La recuperación económica tiene que afrontarse con perspectiva de género".

Ahora muchas de las soluciones que enmascaraban el problema han desaparecido, hay dudas sobre cómo será el próximo curso escolar, los centros de día de los mayores han cerrado, existe una cierta precaución a la hora de ingresar a mayores en residencias, esa precaución hace también que abuelas y abuelos dejen de ser una opción para cuidar a los nietos.Para algunas mujeres se tratará de una opción personal, pero a otras las empujarán las circunstancias.

Rocío y su marido son padres de dos hijos y hasta ahora han podido compatibilizar su trabajo con el cuidado de los pequeños, pero ella no tiene muy claro el futuro: "Mi marido y yo estamos haciendo lo que podemos, pero si llegásemos a un punto en que físicamente no es posible, alguno de los dos tendrá que renunciar. Eso, en España, la mayoría de las que lo hacen somos las mujeres, porque cobramos menos".

En España solemos renunciar las mujeres porque cobramos menos

Rocío retrata una realidad que se palpa en la calle y que las cifras confirman. Según los datos del Instituto de la mujer, el 92% de las excedencias por cuidado de hijos las toman las madres y también son las mujeres las que piden el 83% de las excedencias para cuidar a otros familiares, mayores o dependientes.

La pandemia abre una brecha para la conciliación familiar

Las que más cuidan y menos cobran

Ellas son también las campeonas de las jornadas a tiempo parcial. El 23% de las mujeres que trabajan lo hacen a media jornada, mientras que sólo lo hacen el 7% de los varones. ¿Cuáles son los motivos? 95 de cada cien personas que trabajan a tiempo parcial para cuidar de mayores, niños o dependientes son mujeres. El mayor porcentaje de varones se centra en la opción de que el tiempo parcial les permite compatibilizar con actividades de formación.

Elena Blasco, secretaria confederal de igualdad de CC.OO. señala además: "Es muy alto también el porcentaje de mujeres que tienen interrupciones en su vida laboral para dedicarse a los cuidados y la atención y a menudo tienen que abandonarla directamente, porque tras la ausencia es más difícil volver a encontrar empleo". Para Elena Blasco, el problema fundamental es que los cuidados se siguen atribuyendo principalmente a las mujeres: "Es prácticamente inexistente la corresponsabilidad con los hombres, la sociedad y el Estado".

El estudio de UGT "Mujeres al frente, mujeres a la retaguardia" destaca que más de la mitad de las mujeres que trabajan, el 51'1%, lo hacen en actividades sanitarias y de servicios sociales, educación, hostelería y comercio. Estos últimos sectores feminizados están entre los que más sufrirán por la crisis. Además, las mujeres siguen estando discriminadas en el acceso al empleo, un 15'4% menos de mujeres que hombres tienen un empleo. Otro informe publicado en marzo por UGT, cifraba la brecha salarial entre mujeres y hombres en un 21'9% respecto a la masa salarial. En promedio, este sindicato calcula que las mujeres cobran 13,93 euros la hora, en comparación a los 16,1 que cobran los hombres. La disponibilidad, la flexibilidad horaria, los complementos o, directamente la discriminación son parte de las causas de una brecha que ahora puede incrementarse todavía más.

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - Malasmadres: "Muchas mujeres están dejando su empleo para conciliar" - Escuchar ahora

Soluciones para no frenar

"El Estado debe de ser subsidiario del cuidado de mayores y dependientes. No podemos sustituir la carencia que tenemos por ejemplo respecto a la falta de desarrollo de la ley de dependencia, con que las mujeres vuelvan al hogar a encargarse de los cuidados", afirma Vanesa Barco, secretaria de la federación de servicios de UGT. La Organización Internacional del Trabajo ha propuesto que se creen hasta 2030 un millón de empleos en salud, educación y dependencia en España. Es una medida que gusta a los sindicatos, que coinciden en que mejoraría la atención, permitiría avanzar en igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres y permitiría además la creación de puestos de trabajo.

El Estado debe de ser subsidiario del cuidado de mayores y dependientes

Para evitar que la conciliación penalice de nuevo a las mujeres, CC.OO. señala que las empresas también tienen un papel que jugar en que tanto ellos como ellas accedan a las opciones de conciliación y ha propuesto medidas para que sea más igualitaria: "Pedimos que se desarrolle y se fomente la adaptación de la jornada como una de las mejores medidas de conciliación corresponsable, porque no conlleva reducción de tiempo de trabajo y, por tanto, tampoco reducción salarial", explica Elena Blasco.

La adaptación de jornada no implicaría reducción de salario y es una medida de conciliación corresponsable

Ante la crisis económica que se prevé en los tiempos postpandemia, las centrales sindicales han vuelto a poner sobre la mesa la histórica reivindicación de la jornada de 35 horas y añaden la idea de una semana laboral de cuatro días en lugar de cinco, para que sea más fácil conciliar y se reparta el trabajo. Esa posibilidad y la creación de empleos públicos en cuidados también gustan a las organizaciones feministas de la Plataforma "Impacto de Género Ya", que la ha introducido en sus propuestas para la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso. Proponen también que se conviertan en empleo público los puestos de servicios contra la violencia de género para que funcionen realmente como servicios esenciales. Y, principalmente, que se visibilice y corrija el impacto diferente en mujeres y hombres de las medidas anti crisis, como las reducciones de jornada o el teletrabajo y se tenga en cuenta a colectivos como las empleadas de hogar.

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