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Ingreso mínimo vital en Europa: de los 200 euros máximos de Polonia a los 2.000 de Luxemburgo

  • Esta renta suele estar vinculada en Europa a la búsqueda de empleo y tiene en cuenta requisitos de nacionalidad o residencia

  • Hay grandes diferencias en lo relativo a la cantidad otorgada, las condiciones de acceso o la duración de las ayudas

RTVE.es
8 min.

La mayoría de países de nuestro entorno cuentan con programas de rentas mínimas dirigidos a luchar contra la pobreza y a la consecución de mayores niveles de inclusión social. Muchos de estos programas se desarrollan desde hace décadas y, al igual que en el caso español -que ha aprobado este viernes un ingreso mínimo vital destinado a unas 850.000 familias vulnerables- tienen vocación de permanencia.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, aseguró que en el diseño de esta prestación en España se han tomado como referencia “los mejores esquemas europeos” para definir cómo y a quién llegará, por lo que las similitudes son notables con el resto de programas.

Sin embargo, existen grandes diferencias por territorios en lo relativo a la cantidad otorgada, las condiciones de acceso o la duración de las ayudas. De acuerdo a los datos recogidos por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AiREF) en su estudio sobre los Programas de Rentas Mínimas en España, elaborado bajo la dirección del ministro Escrivá, he aquí los programas más destacados:

Europa occidental

Países como Francia, Alemania, Países Bajos, Bélgica o Luxemburgo comparten desde hace décadas un sistema de asistencia social dual donde los hogares cuentan con una prestación de carácter general y otra compuesta por distintos tipos de subsidios que tratan de cubrir contingencias específicas.

Estos programas son compatibles con el empleo siempre que no se sobrepase un determinado nivel de ingresos y no tienen un periodo límite para su cobro.

El importe mínimo de la conocida como Renta de Solidaridad Activa (RSA) son 550 euros y puede alcanzar los 1.050 para familias con dos adultos y dos menores. En este caso, las cuantías se establecen tomando como referencia el salario mínimo, lo cual puede ser “clave” para una mayor incidencia redistributiva, señalan desde la AiREF. Entre los requisitos, pueden solicitarla personas mayores de 18 años con nacionalidad francesa o extranjeros con permiso de residencia.

Además de una renta mínima de subsistencia, los programas de lucha contra la pobreza contemplan gastos de alojamiento y calefacción, tiene complementos por número de hijos o ayudas para el seguro médico. Para acceder al subsidio es necesario residir y haber trabajado en Alemania, no contar con los suficientes recursos o haber agotado la prestación por desempleo. En la actualidad, el importe mínimo aproximado es de unos 430 euros, mientras que para una familia de cuatro miembros se sitúa cerca de los 1.200 euros.

Luxemburgo ostenta una de las mayores prestaciones de la Unión Europea: la cuantía mínima ronda los 1.000 euros y asciende hasta los 2.000 para hogares con dos adultos y dos menores. Dicha cantidad se establece tomando como referencia el salario mínimo, donde la renta mínima supone el 70 %. En este caso, el requisito indispensable es sumar cinco años de residencia en el país.

Países mediterráneos

Aunque los programas son muy similares a los de países como Francia o Alemania, en el eje mediterráneo las rentas mínimas llegaron más tarde a las personas vulnerables y lo hicieron con una cobertura inferior.

El Gobierno italiano puso en marcha en el año 2019 un subsidio ligado a los ingresos que ronda los 500 euros al mes para una persona que no tenga ningún tipo de ingresos y los 900 para una familia con dos adultos y dos hijos, en ambos casos con una duración máxima de 18 meses. Podrán optar a él aquellos ciudadanos europeos que hayan vivido en Italia al menos 10 años (los dos últimos sin interrupción). En este caso, la norma establece límites al patrimonio inmobiliario, financiero y a los ingresos anuales.

Al contrario que en Italia, el Gobierno griego no establece ningún tipo de requisito para acceder al ingreso mínimo vital, únicamente se exige la búsqueda activa de empleo durante el cobro de la prestación, que no tendrá una duración límite. La cuantía mínima se sitúa alrededor de los 250 euros y la máxima, para un hogar de cuatro personas, no llega a los 500.

Países nórdicos

En el norte de Europa, economías como Finlandia o Dinamarca destacan por la generosidad de sus prestaciones y el acompañamiento de la renta mínima por una red muy amplia de servicios de bienestar social, junto a sistemas contributivos de gran alcance. Debido a la extensa cobertura que proporciona el conjunto de la protección social, estas prestaciones normalmente tienen un papel residual en estos países.

El programa Asistencia de último recurso está diseñado para garantizar la subsistencia mínima de una persona, con un importe mínimo cercano a los 400 euros, o de un núcleo familiar, con alrededor de 1.250 euros mensuales. En este caso no son requeridas unas condiciones previas de nacionalidad o residencia.

Precisamente en Finlandia realizaron en 2017 un experimento de renta básica incondicional de dos años de duración. Se seleccionó al azar a 2.000 personas desempleadas de entre 25 y 58 años para que fueran beneficiarias de este sistema de renta básica universal con 560 euros libres de impuestos y sin tener en cuenta si se encontraban en búsqueda activa de trabajo o no.

El objetivo era conocer si la gente se siente más motivada a aceptar un trabajo cuando los ingresos adicionales no reducen sus prestaciones sociales. Las conclusiones fueron que los participantes no tenían mayor éxito en la búsqueda de empleo que los que no percibían esta renta.

La prestación tiene el núcleo familiar como unidad de medida y varía en función de edad, los hijos a cargo y el periodo de residencia: para obtener la asistencia social es necesario haber residido en Dinamarca durante siete de los últimos ocho años. La cuantía varía entre los 476 euros mensuales para personas entre 25 y 28 años viviendo en su ciudad hasta los 2.035 euros para menores de 30 años con hijos a cargo.

Economías centroeuropeas

En estos países existe una participación importante de los gobiernos territoriales en el diseño de las prestaciones de esta naturaleza. Los programas consisten, fundamentalmente, en prestaciones gestionadas por los servicios sociales locales, habitualmente con un fuerte componente discrecional en el acceso y con altos niveles de condicionalidad.

Existe una renta de recursos mínimos que se conceden cuando los ingresos de la unidad familiar no alcancen un determinado nivel. Para ello tienen en cuenta los ingresos procedentes del trabajo u otras prestaciones, como la de desempleo y las ayudas para mantener a la familia. Los Länder fijan los importes mínimos, de ahí su carácter territorial y discrecional. Existen además prestaciones adicionales para cubrir otras necesidades como el alojamiento o la calefacción. El importe para una familia tipo es de unos 1.426 euros al mes.

Europa del Este

En la mayoría de ellos las cuantías son bajas en relación con los umbrales de pobreza o necesidad, son sistemas poco diversificados en el tejido de la última red y, en la mayor parte de los casos, aunque hay excepciones, el grado de centralización es elevado. Son sistemas muy recientes, que están todavía en fase de experimentación y adaptación.

En la mayoría de los países, sin embargo, la prestación no llega a la mitad del salario mínimo, situándose a la cola una muestra amplia de países del Este, con valores inferiores al 20%.

Cuenta con un sistema de asistencia a las personas en situación de necesidad que tiene como objetivo satisfacer necesidades básicas de subsistencia y de alojamiento de personas trabajadoras -o con la firme voluntad de trabajar- cuyos ingresos sean insuficientes. Se sitúa en torno a los 200 euros para una sola persona y supera ligeramente los 500 euros para familias de cuatro miembros. Cabe destacar que para acceder a las ayudas no es necesario ningún tipo de requisito.

En la misma línea, la renta mínima en Polonia puede alcanzar los 557 euros mensuales para una familia de dos adultos y dos hijos, mientras que para una sola persona también se sitúa alrededor de los 200 euros. En este caso toman como referencia un umbral de necesidad y no obliga a tener la nacionalidad o un mínimo de residencia para poder solicitarla, aunque sí estar en una búsqueda activa de empleo.

Reino Unido

En Reino Unido existe el denominado Crédito Universal, que incluye seis prestaciones a las que hasta entonces se accedía de forma independiente y que engloban desde el subsidio por desempleo hasta ayudas para vivienda, beneficios fiscales y complementos para familias con pocos ingresos.

El Crédito Universal se ha ido introduciendo paulatinamente desde 2013 y puede suponer unos 1.176 euros mensuales para una familia compuesta de dos adultos y dos hijos. El importe de este complemento depende del nivel de ingresos y otras circunstancias familiares, no de la situación laboral. Es decir, se puede percibir aunque se disponga de empleo.

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