Todo el casco histórico de Toledo engalanado con banderolas, estandartes y reposteros. Toldos que dibujan el recorrido del gran protagonista: Cristo sacramentado en la imperiosa Custodia de Arfe. Tomillo, romero y cantueso como aroma. Miles y miles de ciudadanos… El coronavirus impedirá celebrar el próximo mes de junio el Corpus Christi tal y como lo conocemos pero la solemnidad tendrá su conmemoración.
El 11 de junio, el arzobispo de Toledo presidirá la Santa Misa en rito mozárabe que caracteriza a este día. Al finalizar, desde la puerta Llana, con el objetivo de evangelizar en la calle, impartirá la bendición con el Santísimo a toda la ciudad. El domingo 14 será el día de la procesión. A partir de las siete de la tarde discurrirá por el interior de las naves del templo únicamente con las personas que se autoricen.
Toledo confía en llegar al Corpus en la fase 2 de la desescalada
Francisco Cerro, arzobispo de Toledo, confía en que para la fecha la ciudad haya entrado en la fase 2 del plan de desescalada. Esto permitiría el 50% del aforo del templo, siempre y cuando se guarden los 2 metros de distancia de seguridad. Se pediría además, con carácter general, el uso de mascarillas.
Cerro reconoce que el momento que vivimos es “una situación dramática para la fe del pueblo de Dios”. Con todo, el arzobispo defiende que la Iglesia se ha esforzado, dentro de la normativa, por cumplir con su misión de servicio al pueblo. “En las Eucaristicas a puerta cerrada, comuniones, penitencias o cumpliendo con el deseo de recibir la unción de enfermos, los sacerdotes –subraya- no han dudado en asumir riesgos”
Una noticia que alegra, aunque con escepticismo
Para Ángel y Amelia, dos vecinos de Toledo, la posibilidad de celebrar parcialmente el Corpus es una buena noticia. Ven difícil que puedan cumplirse todas las medidas sanitarias que se dictan pero, si es así, como creyentes dicen que son los primeros que se alegran.
En 1980 el Corpus Christi de Toledo fue declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional aunque las primeras referencias escritas sobre la procesión datan de 1418, cuando ni siquiera estaba terminada la Catedral Primada de España, ni existía la joya de la procesión.
La custodia de Enrique de Arfe
La custodia de Arfe es una de las mayores joyas de la cristiandad.
En realidad son dos custodias: una, encargada a finales del siglo XV por la reina Isabel la Católica con 17 kilos del primer oro traído de América. La segunda, que alberga a la primera en su parte central, es la que Cisneros encargó en 1514 a Enrique de Arfe. El resultado final alcanza los dos metros y medio de altura e integra más de 200 kilos de plata y oro.