Las estrictas medidas de confinamiento implementadas en España para frenar el coronavirus llevarán a una contracción sin precedentes en la actividad económica y el PIB caerá este año un 9,4 %, según las previsiones de primavera de la Comisión Europea. El desplome rebasa la media de la eurozona (7,7 %) y solo es superado por Grecia (9,7 %) e Italia (9,5 %).
Bruselas espera un fuerte rebote una vez que se levanten las restricciones y estima que la economía crezca un 7 % en 2021, pero avisa de que la recuperación será desigual y la producción no se recuperará completamente, acabará el año que viene con un 3 % menos que en 2019. Las estimaciones europeas son un poco más pesimistas que el Gobierno acerca del PIB (dos décimas).
El empleo sufrirá especialmente, se prevé que el paro alcance un 18,9 % de la población activa este año y que descienda ligeramente en el próximo ejercicio al 17 %. Bruselas matiza que los ERTE han servido para mantener los ingresos de los hogares pero no han evitado la destrucción de empleo, especialmente en el caso de los trabajadores temporales.
Recuperación lenta del empleo
Avisa de que la recuperación en el mercado laboral será más lenta por la alta incertidumbre, la debilidad de las empresas y el impacto desproporcionado de la crisis en sectores intensivos en mano de obra, como el comercio minorista y la hostelería.
En sus previsiones de invierno, estimaba un avance del PIB del 1,6 % para 2020, que la pandemia ha dejado obsoleto. Bruselas cuenta con una caída sustancial de la producción en el primer trimestre. Si las restricciones se levantan a partir de mediados de mayo, espera que la economía se contraiga aún más en el segundo trimestre y experimente un fuerte rebote "mecánico" en la segunda mitad del año.
El sector manufacturero se recuperará antes que los servicios, donde las restricciones se mantendrán en vigor más tiempo y "afectarán en particular al comercio minorista y actividades relacionadas con el turismo, como el transporte y los servicios de alimentación y alojamiento".
El turismo tardará en arrancar porque las restricciones serán más duraderas en todo el mundo y es posible que se extienda "una mayor aversión a viajar". Los datos de marzo indican una caída de más del 64% en el número de visitantes extranjeros.
Bruselas avanza una "fuerte contracción del consumo privado en el primer semestre", seguida de un rápido repunte en el segundo. La bajada del consumo incrementará los ingresos disponibles de los hogares lo que se traducirá en un aumento considerable de la tasa de ahorro.
El déficit en el 10 % y la deuda en el 116 %
La recesión tendrá "un profundo impacto negativo" en las cuentas públicas con un déficit que se disparará hasta el 10 % este año. El Ejecutivo comunitario estima que la contracción de las bases impositivas llevará a una "caída significativa" en los ingresos mientras que los gastos crecerán por las medidas sociales y la atención sanitaria. De cara a 2021, el déficit debería reducirse a menos del 7% del PIB.
La deuda también sufrirá las consecuencias del Covid-19 y sumará unos 20 puntos porcentuales hasta situarse en el 116 % del PIB en 2020 y reducirse ligeramente al año siguiente (114 %). Las cifras de Bruselas están en línea con las estimaciones del Gobierno.
El desplome del precio del petróleo ayudará a ampliar el excedente de la cuenta corriente y la inflación se quedará plana este ejercicio, un 0 %, mientras que el año que viene subirá un punto, hasta el 1 %, según las previsiones de primavera.