El director del Tour de Francia, Christian Prudhomme, reconoce que el aplazamiento de la carrera a septiembre a causa de la coronavirusrevoluciona el calendario ciclista, pero asegura que todas las familias relacionados con el ciclismo coinciden en que la ronda gala es esencial para su supervivencia.
"Todo el mundo estaba de acuerdo en que el Tour era imprescindible", asegura Prudhomme en una entrevista con Efe en la que afirma que programar la carrera entre el 29 de agosto y el 20 de septiembre "era la única oportunidad".
¿No había otras fechas posibles para el Tour?
No. Antes del Tour eran necesarios dos meses después del desconfinamiento de la población (fijado en Francia para el 11 de mayo), unas cuantas semanas para que los ciclistas se entrenen en carretera y otras para competir en alguna carrera. Teníamos que ir lo más tarde posible.
¿Aunque eso suponga 'pisar' otras carreras, como la Vuelta a España?
“La Vuelta se ha portado de forma fantástica“
En todas las reuniones que hemos mantenido, todo el mundo estaba de acuerdo en que el Tour era imprescindible para la vida y a la economía del ciclismo. El ciclismo necesita al Tour.
No hemos tenido que decir nada nosotros, todo el mundo ha reconocido desde el principio que el Tour es imprescindible, que sin él vamos a la catástrofe, que la mayoría de los patrocinadores vienen al ciclismo por el Tour.
Tengo que reconocer que la Vueltay tengo que agradecer la caballerosidad de su director, Javier Guillén, que ha sido un gran aliado.
Si la pandemia prosigue en septiembre, ¿el Tour tendría que suspenderse?
“Nosotros respetaremos lo que digan las autoridades sanitarias. “
Lo más importante es la salud. Si el Tour no se corre en esas fechas querrá decir que nuestros países estarán en una situación catastrófica. No quiero ni imaginarlo. Aún quedan cuatro meses y medio y nadie sabe qué puede pasar. Nosotros respetaremos lo que digan las autoridades sanitarias.
¿Hay riesgo de que el cierre de las fronteras de la UE impida acudir a ciclistas de fuera?
Nosotros creemos que se permitirá entrar a todo ciclista que tenga residencia en Europa. Es el caso de Egan Bernal (ganador de la última edición), que reside en Andorra, o de Nairo Quintana, en la Costa Azul francesa. Estoy seguro de que se encontrarán soluciones.
¿No se imagina un Tour sin los colombianos, por ejemplo?
Colombia es un gran país del ciclismo y más después de haber celebrado su primera victoria en un Tour de Francia el año pasado. Estoy convencido de que podrán regresar. Pero, una vez más, todo dependerá de lo que digan las autoridades de sus países.
¿La Dauphiné puede ser una de las carreras de preparación para el Tour?
“Creo que este año la yuxtaposición de carreras no será un problema“
Siempre ha tenido esa vocación y creo que es una opción, aunque sea en un formato más reducido. También hay algunas carreras en España dispuestas a organizarse para servir de preparación del Tour. Creo que este año la yuxtaposición de carreras no será un problema. Cuantas más haya, más ciclistas podrán competir.
¿Le preocupa que haya menos público en las cunetas este año?
Es posible que tengamos menos espectadores, sobre todo extranjeros, y menos niños, que estarán ya en la escuela. Eso dará más garantías a las autoridades sanitarias, que se sentirán más seguras. Es posible también que la caravana publicitaria sea un poco menos grande, porque la dimensión económica estará muy afectada. Será un Tour singular, en condiciones que nunca antes hemos vivido. Pero nos tenemos que adaptar. El Tour es un desafío para todos y estamos dispuestos a afrontarlo.
¿Será un Tour más triste?
“Habrá una gran alegría, porque será el primer evento deportivo del año tras la anulación de la Eurocopa y los Juegos“
No lo creo. Al contrario. He hablado con todos los alcaldes de las ciudades que serán salida o meta y algunos me decían que habrá una gran alegría, porque será la primera gran competición deportiva del año, tras la anulación de la Eurocopa y los Juegos Olímpicos. Habrá menos gente en las carreteras, pero la sonrisa será todavía más amplia. Será el Tour de la recuperación.
¿Vivimos tiempos convulsos?
El Tour es un reflejo de la vida, una vida que cambia, que se adapta a las circunstancias, al cambio climático, ahora a un virus que afecta a la humanidad. En la vida hay dificultades y espero que superemos estos baches y tanto en el Tour como en la Vuelta tengamos muchos aficionados en las carreteras.