Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona, el Eurogrupo, han planteado este martes que el Mecanismo Europeo de Estabililidad (MEDE), el fondo de rescate europeo, pueda dar préstamos de hasta el 2 % de su PIB a los países para paliar el impacto económico del brote de coronavirus.
La intervención del MEDE ha recibido un "amplio respaldo" por parte de los ministros, pero tendrá que ser aprobada por los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, que tendrán la última palabra sobre la respuesta económica a la pandemia en su cumbre telemática del próximo jueves.
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La idea es crear una línea de financiación de "salvaguarda" específica para costear las medidas nacionales de respuesta al coronavirus si fuera necesario. Estaría disponible para todos los países, pero estos tendrían que solicitar los fondos de manera individual.
El MEDE podría dar financiación por hasta el 2 % del PIB del país, umbral que podría elevarse en función de la gravedad de su situación, y el préstamo estaría sujeto a condiciones.
"Un seguro para protegernos de la crisis"
El modelo se basaría en las líneas de financiación preventivas del MEDE, que permiten dar préstamos a los países que encuentran problemas para acceder al mercado, pero cuya economía todavía es sólida y no necesitan de un rescate total. A cambio, deben cumplir condiciones fijadas en función de su situación y someterse a la vigilancia de las instituciones.
En el caso de la línea para el COVID-19, la financiación debería dirigirse en el corto plazo a tomar medidas de respuesta a la crisis, mientras que a largo plazo los países deberían retornar a la estabilidad económica y financiera.
"Esto proporcionará una línea de defensa adicional para el euro y funcionará como un seguro para protegernos de la crisis", ha afirmado el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, en una rueda de prensa tras una reunión por videoconferencia de algo más de dos horas.
La idea, explicaba antes de la reunión la vicepresidenta tercera española, Nadia Calviño, es la de tener una "red de seguridad" y no una línea de "acceso inmediato". "Hay que planteárselo como un instrumento para no ser activado, como una línea precautoria, una red de seguridad extra que visualice la respuesta específica a esta crisis específica", ha indicado en declaraciones a los medios.
Sin acuerdo sobre los "coronabonos"
La posibilidad de que intervenga el MEDE, que tiene una capacidad de préstamo de 410.000 millones de euros, es un modo de dar garantías a los mercados de que los Estados tendrán acceso a financiación en caso de necesitarla, lo que ayudaría a evitar que se disparen los costes de la deuda para algunos países, como se ha visto en los últimos días con Italia.
La cuestión, sin embargo, sería definir las condiciones asociadas a la recepción de los fondos, de modo que se evite el estigma asociado a los rescates para los Estados que puedan necesitarlas.
Esa nueva "línea de salvaguarda" del fondo de rescate vendría a sumarse a las medidas ya adoptadas a nivel nacional y comunitario para paliar una crisis que llevará este año a la recesión a la UE y la eurozona y, sobre todo, para evitar que se prolongue y acabe conviertiéndose en una crisis financiera o de deuda.
Estas pasan por las medidas implementadas en cada país, los estímulos monetarios del Banco Central Europeo (que alcanzan 1,1 billones de euros), la movilización de 37.000 millones en inversiones a cargo de los fondos estructurales europeos, las líneas de financiación que ofrece el Banco Europeo de Inversiones de 40.000 millones y la relajación de las normas fiscales y de ayudas públicas europeas. Las medidas fiscales suponen ya el 2 % del PIB de los países y las de liquidez, el 13 % del PIB.
Los ministros no han llegado a un acuerdo, sin embargo, sobre la emisión de "coronabonos", títulos de deuda respaldados por el conjunto de los países, aunque la posibilidad seguiría sobre la mesa, según el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni.
"Estamos comprometidos a explorar todas las posibilidades necesarias para apoyar a nuestras economías a atravesar estos tiempos difíciles. Esto implica a todas nuestras instituciones. La discusión acaba de empezar y queda más trabajo para llegar a la meta", ha dicho Centeno.