El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado la madrugada de este jueves y por sorpresa un programa de compra de bonos públicos y privados de 750.000 millones de euros para contrarrestar los "serios riesgos" que supone la crisis del coronavirus para su política monetaria.
Estas compras, que superan los 120.000 millones de euros adicionales para 2020 decididos hace seis días, se llevarán a cabo antes de finales de año, según ha explicado la institución en un comunicado de prensa publicado tras una reunión telefónica del Consejo de Administración.
El BCE ha indicado que el Programa de Compra de Emergencia por Pandemia (PEPP) realizará adquisiciones de "todas las categorías de activos elegibles" según el actual Programa de Compra de Activos (PPA).
Además, las adquisiciones serán "flexibles" y no se distribuirán de forma regular a lo largo del tiempo y el espacio. "Esto permite fluctuaciones en la distribuciones del flujo de compras en el tiempo, en los tipos de activos y entre jurisdicciones", señala la nota.
La compra de bonos soberanos y privados
En lo relativo a los bonos soberanos, el BCE mantendrá en el PEPP las cuotas por países dependiendo de su porcentaje de capital en la entidad, tal y como hace en otros programa de compra de bonos.
En las compras de bonos privados, ampliará el espectro de activos que puede adquirir con respecto al Programa de Compra del Sector Corporativo (CSPP) a activos no financieros aunque mantendrá los criterios de calidad crediticia de este programa.
Asimismo se ha comprometido a rebajar los estándares que fija para la garantía con el objetivo de que las contrapartes puedan hacer uso completo de las operaciones de refinanciamiento del Eurosistema.
"Todo lo necesario" dentro de su mandato
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha dicho en Twitter que son acciones extraordinarias para tiempos extraordinarios y que están dispuestos a utilizar todo el potencial de sus herramientas durante su mandato.
El BCE "se asegurará de que todos los sectores de la economía", de familias a empresas, pasando por bancos y gobiernos, "se puedan beneficiar de condiciones de financiación beneficiosas que les permitan absorber este impacto".
El Consejo de Gobierno de la autoridad monetaria ha agregado que hará "todo lo necesario dentro de su mandato" y que está "plenamente preparado para incrementar el volumen de sus programas de compra de activos y ajustar su composición, tanto como sea necesario y por el tiempo que sea preciso".
El BCE también ha afirmado que "explorará todas las opciones y todas las contingencias para apoyar a la economía en este choque" y que está dispuesto a revisar algunos de sus criterios si estos le impiden actuar con la contundencia precisa para cumplir con su mandato. "El BCE no tolerará ningún riesgo a la transmisión eficaz de su política monetaria en todas la jurisdicciones de la eurozona", concluye la nota.
El presidente francés Emmanuel Macron ha acogido con satisfacción estas medidas. "Apoyamos plenamente las medidas excepcionales tomadas por el BCE esta noche. Nos corresponde a nosotros, los estados europeos, estar ahí a través de nuestras intervenciones presupuestarias y una mayor solidaridad financiera dentro de la zona euro. Nuestra gente y nuestras economías lo necesitan", ha escrito en Twitter.