El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho este lunes que está considerando rebajar las medidas de su Gobierno para frenar la propagación del COVID-19 por el impacto negativo que están teniendo en la economía.
En una rueda de prensa en la Casa Blanca, el mandatario ha mostrado su intención de reabrir la economía del país una vez finalice la semana que viene el período de 15 días para implementar medidas, aún cuando el coronavirus sigue propagándose rápidamente, convirtiendo a EE. UU. en el tercer país con más contagios del mundo.
"Estados Unidos se abrirá de nuevo muy pronto a los negocios" ha dicho Trump y ha añadido que "no vamos a dejar que esto se convierta en un problema financiero de larga duración". El presidente publicó hace una semana unas directrices que, según dijo, tenían como objetivo frenar la propagación de la enfermedad durante 15 días. Mientras tanto, la actividad económica se ha detenido en algunos estados.
Pero ante la pérdida de gran cantidad empleos, la fuerte caída de las acciones y enfrentando una dura batalla de reelección, Trump ha expresado su preocupación sobre el impacto a largo plazo de las restricciones en la economía.
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Trump le ha dicho a la prensa que es posible reanudar la actividad económica en los estados con tasas más bajas de infección, citando Nebraska, Idaho y Iowa como ejemplos, mientras se mantienen los esfuerzos los focos más afectados de otros estados como Nueva York."Si dependiera de los médicos, dirían que cerráramos el mundo entero", ha afirmado el mandatario, que defiende que la cura no puede ser peor que la enfermedad.
Lo que ha anticipado es que pese al levantamiento de las medidas más estrictas, la ciudadanía tendrá que seguir cumpliendo con los nuevos protocolos de distanciamiento social. El mandatario confía en que los estadounidenses actuarán responsablemente "porque ahora hay mucha disciplina".
Negociaciones con los senadores demócratas
"Mi administración continúa trabajando con los demócratas y los republicanos para llegar a un acuerdo sobre un proyecto de ley de ayuda urgente para los millones de trabajadores y las pequeñas y grandes empresas estadounidenses que se vieron muy afectados por las dificultades médicas que hemos tenido", ha comunicado el mandatario con respecto al proyecto de ley que permanece estancado.
Dos intentos de sacar adelante la medida republicana en el Senado han fracasado en los últimos dos días, a pesar de la mayoría del partido. Según los demócratas, el proyecto contenía muy poco dinero para estados y hospitales y no tenía suficientes restricciones en un fondo para ayudar a las grandes empresas. Una votación dejó la medida de dos billones de dólares por debajo de los 60 votos necesarios para avanzar.
El Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, ha asegurado que los senadores y los negociadores de la Administración de Trump estaban llegando a un acuerdo. "Creo que estamos muy cerca", ha dicho Mnuchin a los periodistas. "Todavía hay un par de cuestiones abiertas. Creo que tenemos muchas esperanzas de que esto se pueda cerrar mañana."
La Reserva Federal comprará bonos "sin límite" para para paliar los efectos
La administración de Trump ha estado presionando para que se tomen medidas agresivas de política monetaria para detener el golpe económico de la epidemia. La Reserva Federal (Fed) de EE. UU. ha anunciado este lunes que adquirirá de forma ilimitada bonos del Tesoro y títulos respaldados por hipotecas para sustentar los mercados financieros.
Asimismo, la Fed anunció una serie de nuevos programas de préstamos por un total de 300.000 millones de dólares con el propósito de dar apoyo a las empresas y los municipios más afectados por la paralización de la economía estadounidense.
La medida se ha interpretado en los mercados como una señal de que los banqueros centrales consideran esta crisis económica peor que la recesión de 2008, y quieren evitar que desemboque en una depresión como la de 1929.
Trump se ha mostrado de acuerdo con la decisión de la Fed y ha dicho que está "haciendo lo correcto". "Vamos a salvar a los trabajadores americanos y vamos a salvarlos rápidamente. Y vamos a salvar a nuestras compañías, tanto pequeñas como grandes. Empezó como un problema puramente médico y no va a ir más allá de eso", ha afirmado el presidente.