El presidente de la Generalitat Valenciana Ximo Puig, ha anunciado que las fiestas de las Fallas, en Valencia, y las de la Magdalena, en Castellón, serán aplazadas como medida de prevención ante la crisis del coronavirus con el objetivo de "evitar aglomeraciones humanas y desplazamientos masivos de personas procedentes de otras zonas más afectadas".
Ambos festejos se posponen sin fecha con la intención, ha subrayado Puig, de que puedan celebrarse "más adelante".
"Nuestra prioridad es proteger la salud de los valencianos y especialmente de aquellos grupos vulnerables. Todas nuestras decisiones responden al criterio de los expertos", ha dicho Puig, que precisa que las medidas se adoptan de manera coordinada con el ministerio de Sanidad tras haber mantenido una videoconferencia.
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El president ha apelado a la "comprensión de la ciudadanía, especialmente a los afectados por una decisión tan compleja", y ha recordado que este aplazamiento se produce de la misma manera que se hizo con el Carnaval de Venecia, la Feria de Turismo de Berlín y el World Congress Mobile de Barcelona.
La medida llega horas después de que el Gobierno haya decretado la suspensión de todos los eventos culturales, de ocio y similares de más de 1000 personas en las zonas de transmisión significativa del coronavirus: Comunidad Autónoma de Madrid, La Rioja, Vitoria y Labastida (Álava).
La celebración ya había arrancado en las calles de Valencia
Aunque Las Fallas iban a celebrarse del 15 al 19 de marzo, el festejo ya había arrancado en las calles de Valencia. Este martes la décima mascletà de las Fallas ha sido menos multitudinaria que de costumbre y ha estado marcada por la inquietud de los asistentes.
Según ha informado Efe, desde el balcón del Ayuntamiento se podía observar que la afluencia de público al espectáculo pirotécnico, que suele congregar a entre 15.000 y 20.000 personas diarias -y hasta 30.000 en algunas ocasiones, según fuentes oficiales-, ha sido notablemente inferior.
En su comparecencia, Puig ha puntualizado que la decisión es aplazar los festejos para "cuando la situación sanitaria lo permita. Esperamos que sea pronto", ha recalcado.
"La acción de contención dará resultados. Evitemos el alarmismo, el cotagio del miedo, confiemos en los expertos sanitarios y extrememos las precauciones. Ante este reto colectivo la unidad, el esfuerzo y la responsabilidad de todos contribuirá a que vuelva la normalidad", ha añadido también el presidente valenciano.
Asimismo, Puig ha insistido en que la decisión se ha tomado siguiendo criterios científicos, aconsejados por los expertos, y en que el sistema sanitario público está "preparado para hacer frente a las necesidades".
El presidente de Generalitat valenciana ha comparecido junto a sus vicepresidentes, Mónica Oltra y Rubén Martínez Dalmau, y los consejeros de Sanidad, Educación, Justicia, Economía y Transportes tras una reunión en la que también ha estado presente el concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de Valencia y presidente de la Junta Central Fallera, Carlos Galiana
"Proteger la salud de las personas"
Por la mañana, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, había señalado que la decisión que se acabara tomando por la tarde solo respondería al criterio de proteger "la salud de las personas" y reiteró que todos los eventos que supongan grandes movilizaciones de población serán analizados caso por caso.
"El criterio único es la protección de la salud pública. No hay ningún otro condicionante, de ninguna índole, ni económico ni de ningún otro tipo. Se hace en base a los criterios de expertos en salud pública. La situación mañana puede ser diferente a la de hoy, puede que tengamos que tomar medidas por la situación cambiante. Esto va a ser así hasta que no venzamos esta situación", advertía.