El presidente de Sudán, Omar al Bashir, ha sido derrocado este jueves por el Ejército de su país poniendo fin a un Gobierno de 30 años que no ha podido superar la presión en las calles de las protestas que comenzaron hace cuatro meses y que en los últimos días llevaron a los militares a colocarse del lado de los manifestantes.
El jefe del Estado Mayor de Sudán, Kamal Abdel Maaruf, ha anunciado este jueves que las Fuerzas Armadas han depuesto de la Presidencia a Bashir y asumirán el poder en el país por un período de dos años.
El anuncio llega después de que en los últimos días miles de manifestantes hayan permanecido acampados en los alrededores del principal complejo militar de Jartum para pedir el apoyo del Ejército frente al presidente Al Bashir.
La Constitución ha sido suspendida. Durante las próximas veinticuatro horas los puertos y aeropuertos, así como el espacio aéreo, permanecerán cerrados. Del mismo modo, la nueva junta militar ha declarado el toque de queda entre las seis de la tarde y las seis de la mañana.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, ha condenado ya "la toma de poder militar" en Sudán. En un comunicado, Mahamat ha expresado "la convicción de la Unión Africana de que la toma de poder militar no es la respuesta adecuada a los desafíos que enfrenta Sudán y las aspiraciones de su pueblo".
Calles tomadas y liberación de presos
La televisión pública sudanesa ha estado toda la mañana emitiendo música militar, con el logotipo del Ejército en pantalla, antes del pronunciamiento del ministro de Defensa, y al mismo tiempo que los militares se desplegaban en varios puntos de Jartum, aunque no se han dirigido a las sedes de los partidos políticos.
El portavoz del partido opositor Al Baaz, Mohamed Uedaa, ha declarado que las fuerzas de seguridad "empezaron a liberar centenares de presos políticos y activistas", algunos de los cuales estaban detenidos desde el inicio de las protestas que comenzaron en diciembre pasado.
"Varios de los liberados volvieron a sus casas, otros se dirigieron a la sentada", ha relatado Uedaa, en referencia a la concentración multitudinaria que se mantiene desde el pasado sábado frente al cuartel general del Ejército. Una riada de gente inunda las calles de Jartum, procedente de los barrios de la periferia y de las ciudades vecinas, Um Durman y Jartum del Norte.
Protestas y enfrentamientos con 22 muertos
Las protestas contra Al Bashir se desataron a mediados de diciembre en medio de una crisis por la alta inflación y el desabastecimiento de pan y otros productos básicos, pero rápidamente incorporaron a sus demandas la renuncia de Al Bashir, en el poder desde 1989.
Las manifestaciones perdieron fuelle con el paso de las semanas, sobre todo a raíz de la entrada en vigor del estado de emergencia el pasado 22 de febrero, que amparó el arresto y procesamiento de activistas en juicios sumarios, pero se reactivaron con motivo del aniversario de la revolución del 6 de abril de 1985.
El pasado sábado decenas de miles de personas se concentraron frente al cuartel general del Ejército convocadas por partidos y sindicatos opositores, y desde ese día no han dejado las calles, a pesar de que durante el fin de semana las fuerzas de seguridad dispararon con munición real para tratar de dispersar las protestas.
El Ejército se enfrentó entonces a tiros contra las fuerzas de seguridad para proteger a los manifestantes, causando al menos 22 muertos, entre ellos cinco militares, según datos del Comité Central de Médicos. Desde este miércoles no se han registrado nuevos enfrentamientos frente a la sede militar.