Guatemala y Honduras han presentado este sábado un plan de "retorno seguro" para solucionar la "tragedia" migratoria que se vive en la región después de que una caravana de unos 5.400 hondureños atravesara Centroamérica para intentar llegar a Estados Unidos en un busca de un futuro mejor. Este plan permitiría regresar a su país por vía terrestre a unos 3.000 hondureños atascados en la frontera mexicana.
Los presidentes de ambos países, Jimmy Morales (Guatemala) y Juan Orlando Hernández (Honduras), se han reunido este sábado en la capital guatemalteca y después de casi tres horas explicaron a los medios de comunicación, sin aceptar preguntas, en qué consiste esta iniciativa a la que se aferran para poner fin a este éxodo migratorio.
Los dos mandatarios explicaron que desde hace una semana, cuando salió esta caravana de la ciudad hondureña de San Pedro Sula, unos 5.400 migrantes entraron en Guatemala, aunque de ellos unos 2.000 ya fueron devueltos a Honduras y otros 3.000 están parados en la frontera con México.
Estas miles de personas, entre ellas hombres, mujeres y niños, pasaron la noche de este viernes sobre el puente Rodolfo Robles debido a que la policía mexicana les cerró el paso, pero este sábado muchos de ellos decidieron cruzar a pie y agarrados a un lazo el río Suchiate, que separa a ambos países. También en balsa.
Paliar la necesidad, debilidad y raíz de un problema
El presidente de Honduras, quien ha dmitido que la situación en este punto es difícil, ha lamentado que haya personas que se aprovechan de la necesidad de los migrantes por motivos políticos y ha invitado a sus compatriotas a reflexionar sobre los peligros que están enfrentando.
"Quiero lamentar profundamente el abuso de la necesidad de las personas. Yo considero que todo tiene un límite y no es posible que por razones políticas se utilice la desgracia del ser humano para sacarle provecho. Creo que hay otras formas de hacer la política", explicó el mandatario hondureño.
El presidente reconoció que hay "necesidades" y mucho trabajo por delante para lograr que los ciudadanos tengan una oportunidad en sus comunidades y desarrollar "todos su potencial", pero abogó por "mancomunar esfuerzos para lograr superar el rezago de décadas, de siglos".
En este sentido, agregó que trabajan en una "hoja de ruta" que ataque "de raíz" estos problemas, y mostró su deseo de poder superar "la tragedia" que están viviendo distintos grupos de diferentes países que están involucrados en esta caravana, por lo que aseguró que tienen un paquete de medidas para mejorar la vida de los que regresen.
En esta línea se pronunció también el mandatario guatemalteco, quien cuestionó los motivos que hay de detrás de esta ola migratoria que "a todas luces es peligrosa", como demuestra el fallecimiento de un hondureño este sábado en un accidente de tráfico.
Morales aseguró que esta problemática "va mucho más allá de un tema migratorio", ya que hay "muchas personas por fines políticos o por los que se pretendan que se están aprovechando para violentar las fronteras, la buena fe de los Estados y por supuesto poner en riesgo lo más importante, a las personas".
Una situación sin precedentes y un plan para volver a casa
Los dos presidentes aseguraron que aunque la mayor parte de ellos son hondureños también hay personas de otras nacionalidades y en este sentido Hernández dijo que aunque la región siempre ha tenido fuertes movimientos migratorios los de esta semana son inigualables.
"En Honduras y en Centroamérica siempre ha existido migración y no únicamente de Centroamérica, sino también se da el paso de seres humanos que vienen de Sudamérica, del Caribe, inclusive de África. Pero lo que hemos visto en estos días no tiene precedente", afirmó.
Para combatir esta situación, los dos Gobiernos implementarán en conjunto el plan de "retorno seguro", en que las personas que así lo deseen podrán regresar a Honduras vía terrestre o en avión los grupos más vulnerables, como niños, ancianos o mujeres en estado de gestación.
El secretario de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala, Sergio Cabañas, ha explicado que esta iniciativa, en la que participan una docena de instituciones, contempla el traslado de los hondureños desde la frontera de Tecún Umán, entre Guatemala y México, hacia la de Corinto, ubicada en el Caribe, entre Guatemala y Honduras.
Sobre las que no deseen regresar a su país, Cabañas dijo que México va a dar facilidad a los que tengan documentos de ingresar y los que no será cuestión de una "negociación" con las autoridades hondureñas.
"Desafortunadamente no son solo personas hondureñas, hay personas guatemaltecas, hay personas salvadoreñas y hay personas de otras nacionalidades que se han juntado a estos grupos", detalló, y agregó que el objetivo es que "retornen lo más pronto posible".
Los dos presidentes, antes de retirarse, prometieron trabajar por una solución de un retorno pacífico y seguro, y por evitar que se sigan dando este tipo de situaciones en el presente y en el futuro.