La resolución de Banco Popular -y su posterior venta al Banco Santander por un euro- ha venido motivada por el deterioro significativo de la situación de liquidez del banco en los últimos días, tan acuciante que no se pudo esperar ni un día más.
De hecho, fuentes del Ministerio de Economía han detallado a Europa Press que el banco que había solicitado y agotado en dos días la línea de liquidez de emergencia (ELA por sus siglas en inglés) del BCE. Este crédito se concede a instituciones financieras solventes que se enfrentan a problemas temporales de liquidez. Además, según las mismas fuentes, el Banco Popular carecía de colateral suficiente para pedir más liquidez extraordinaria.
Esto llevó al BCE a determinar que "la entidad habría sido incapaz, en el futuro cercano, de pagar sus deudas y otras obligaciones", lo que llevó al supervisor a avisar de que estaba "quebrando" o tenía posibilidades de hacerlo.
Así comenzó la que es ya la primera resolución (intervención y liquidación) de una entidad financiera que se realiza bajo las normas de resolución de entidades bancarias de la Unión Europea, que se aprobaron tras la crisis financiera de 2008 con el objetivo de evitar los rescates con dinero público y que están vigentes desde enero de 2016.
La operación también constituye la primera vez que se rescata a un banco sin necesidad de aportar dinero público, ni tampoco recurrir al Fondo Único de Resolución. Y ha supuesto el estreno de la Junta Única de Resolución (JUR) europea, creada en 2015 como una autoridad encargada de garantizar la resolución ordenada de bancos en crisis.
La presidenta de la JUR, Elke König, ha expuesto ante la prensa el desarrollo de la noche del martes al miércoles:
- En las últimas horas del martes 6 de junio, el Banco Central Europeo (BCE) determina que el Banco Popular "estaba quebrando o en riesgo de quiebra", de acuerdo con el artículo 18 de la regulación del Mecanismo Único de Resolución, y constata su escasa liquidez, así como la posibilidad de no ser capaz de pagar sus deudas "en el futuro cercano".
- La JUR constata que el proceso de venta privada iniciado por Banco Popular no había logrado un "resultado positivo". Consciente del "severo" problema de liquidez al que se enfrentaba la entidad, dilucida como "necesaria para el interés público" la resolución del banco. La autoridad de resolución se decanta por emplear el instrumento de venta del negocio para ejecutarla.
- A continuación analiza las ofertas de los bancos interesados en comprar la entidad. "Antes de tener la oferta, no sabemos qué poner en el esquema de resolución", ha indicado König, quien no ha dado los nombres de las otras entidades que intentaron comprar el Banco Popular y se ha limitado a señalar que el proceso fue "competitivo".
- Banco Santander y BBVA fueron las únicas entidades que concurrieron en la subasta, según han informado fuentes del Ministerio de Economía a Europa Press. No obstante, fuentes de mercado han precisado a la misma agencia que la entidad presidida por Francisco González no presentó finalmente una oferta por el Popular.
- En este momento, la Junta Única de Resolución europea y el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) mantienen "muchas interacciones" hasta lograr el esquema que permita en última instancia vender el Banco Popular al Santander. Se decantan por la entidad que preside Ana Botín porque "fue la mejor oferta para garantizar (...) la estabilidad financiera" y asegurar que las oficinas podían abrir con normalidad.
- Según König, el esquema de resolución estaba finalizado "entre las cinco y las seis de la mañana" y se envía a la Comisión Europea para que dé su visto bueno. El Ejecutivo comunitario dispone de 24 horas para decidir si acepta o no la propuesta de la JUR, pero en esta ocasión la aprueba durante la misma noche del martes al miércoles.
- Con la luz verde de la Comisión, la JUR puede firmar el esquema de resolución y enviarlo al FROB para que lleve a cabo su implementación, es decir, transfiera las acciones e instrumentos de capital del Banco Popular al Santander.
- Cuando abren los mercados, el Banco Popular pertenece ya al Grupo Santander. Aunque la operación protege a todos los depositantes, los actuales accionistas y tenedores de deuda pierden el 100% de su inversión.